Camie había dejado solo una nota y un paquete de pañales junto a el canasto.
"Hablamos en las vacaciones de verano".
Solo que para las vacaciones de verano faltaban tres meses y Bakugou Katsuki necesitaba respuestas inmediatas de porque había un beb...
No era estúpida. En lo absoluto. Había notado como esos cuatro se la pasaban en el dormitorio del cenizo desde el inicio de clases y no salían hasta ya muy tarde.
Mina se sentía excluida por ello. Tal vez podría ser que como eran chicos les diera vergüenza hablar sobre ciertos temas con ella presente. Pero ya habían pasado por esa etapa cuando ella misma confesó ver porno gay en las noches de sábado y ellos admitieron masturbarse después de los exámenes para aliviar el estrés.
La vergüenza ya no existía dentro del autodenominado Bakusquad.
Así que solo podía creer que estaba sucediendo algo interesante —muy interesante— en el cuarto de el cenizo y ella no estaba siendo invitada a participar.
¿Acaso hacían orgías por las noches o qué? ¡Ella quería saber que rayos pasaba! ¡Pero todos ellos le esquivaban el tema y decían que se estaba haciendo ideas erróneas!
Ugh, hombres y sus tontos misterios. Cómo sino supiera ya de la colección porno de cada uno de ellos.
— ¿Podemos ayudarte en el algo, Ashido-san? —interrogo Yaoyorazou con una sonrisa compresiva.
—Chicas...—suspiro y sonrió conmovida —No, no es nada. Yaomomo, ¿me pasas esas galletas?
Los problemas entre ella y sus chicos —como le gustaba llamarles— quedaban entre ellos. Le gustaba poder resolverlos por su cuenta y no depender de sus amigas para eso. Aparte que ellas tal vez también pensarían que se estaba haciendo ideas raras en su cabeza.
La azabache alta no tuvo problemas en pasarle las galletitas y las comió con gusto para aplacar su enojo. Estaban en la sala de estar, la castaña había pedido ayuda para matemáticas y ella para inglés. Así que la femenina de cabello verde y la azabache se encargaban de darles tutorías.
Jiro estaba en su dormitorio componiendo con su guitarra y Hagakure había salido con Ojiro. Las únicas personas además de ellas en el piso inferior del edificio eran Midoriya, Todoroki e Iida que estaban en las mesas cerca de la cocina, al parecer también haciendo sus tareas.
Ashido trato de concentrarse en la suya pero no podía dejar de pensar en qué podían estar haciendo a esa hora de la noche sus amigos encerrados en el dormitorio del cenizo.
Quizás podía completar sus tareas un poquito más y subir a ver.
No creía que Katsuki le cerrará la puerta en la cara y si lo llegaba a hacer, vería que ambos tenían un carácter muy similar cuando estaban enojados.
Mina sonrió. Si llegaba a enterarse de un chisme entre los chicos se los dejaría pasar pero si era algo más serio y no habían acudido a ella por ayuda, pues entonces les daría una lección dolorosas a esos cuatro.
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