Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]

Testu es un buen amigo.

El plan era una verdadera mierda.

—Testu, no hay otra forma —se cruzó de brazos el rubio de ojos azules —Son dos idiotas. Cabezas huecas. No van a hacer algún movimiento a no ser que alguien más les de una patada para que lo hagan.

—Pero...

— ¿Acaso prefieres coquetearle a Kirishima?

El platinado hizo una mueca de asco y el rubio bufo con gracia, con una expresión que decía "te lo dije". Antes de poder seguir oponiéndose a la descabellada idea del contrario, empezaron a caminar hacia el centro comercial y se sentaron en una banca.

Monoma lucía de lo mas tranquilo. Algo malo para todos y especialmente, para los incautos de Kirishima y Kaminari con quiénes habían planeado juntarse aquel primer día de las vacaciones de verano.

—No, pero es que...—se frotó la cara —No es de amigos. No, no es de hombres hacer algo así y además...

Neito rodó los ojos y se cruzó de brazos lo que acobardó a Testu que hacía todo lo posible para evitar el contacto con los intimidante zafiros. El contrario podía ser más bajo y flacucho que él pero tenía cierta aura que le intimidaba bastante.

Bueno, no en sí. Más bien le atraía esa aura que tenía. Sacando de lado su sadismo y cinismo, claro.

— ¿Y además, qué? No te quedes con la palabra en la boca, Testu, no es de hombres.

El platinado se sonrojo y chasqueo la lengua mientras el rubio soltaba una carcajada divertido por estarle tomando el pelo.

¡Y además quien me gusta eres tú!

No podía decirle eso al de ojos azules. Rompería su amistad por completo. La arruinaría y la mandaría al reverendo carajo.

Por suerte para el más alto, la voz animada de cierto chico de cabello rubio sonó a una corta distancia de ellos y seguido de eso sus pasos.

— ¡Chicos, hola! ¡Lamento la tardanza, mis hermanos querían tenerme de esclavo desde hoy!

—Quitándole de lado lo tonto...—susurro Monoma en su dirección —Kaminari no está mal, ¿verdad?

Testu arrugó la frente, tragándose sus comentarios hacia el otro. Denki era lindo, sí, tenía una sonrisa brillante y deslumbrante que cautivaba a varias personas junto con inocente pero pícara personalidad. Fácilmente uno podía sentirse atraído hacia él sin dificultad.

Pero para quien ya estaba enamorado no había diferencia entre el de ojos dorados o una pared.

—Hola, Kaminari. Llegaste temprano —se paró el platinado de la banca para chocar su mano con la del recién llegado —No es como si hubiéramos esperado mucho.

—Unos veinte minutos, nada más —bufo el de ojos azules por lo bajo.

Testu le dirigió una mala mirada. Una de las cosas que no soportaba de Neito era que tratará mal a los demás. Aunque por lo general, únicamente trataba así a los alumnos de la clase A. Con el resto de las personas se portaba un poquito más amable y como era usual, egocéntrico.

—Uh, lo siento —se rascó la nuca incómodo Kaminari —No sabía que venías a jugar con nosotros, Monoma.

—No voy a jugar —contesto el de ojos azules —Quería venir a la librería.

— ¿No vas a jugar? ¡Entonces nos faltará un jugador!

—Kaminari, invite a Awase y a otros chicos más —intervino Testu en la conversación —Hasta creo que Kendo vendrá a jugar con nosotros.