Adopción regular.

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¿Eh? ¿A quién vas llevar, Katsuki?

Camie estaba acostada en su cama y con el celular en alta voz. Su compañera de cuarto no estaba y sus amigas se habían quedado en la biblioteca para repasar unos libros antes de los exámenes. Así que se podía decir que estaba sola.

Desde que se había reencontrado con Katsuki habían mantenido el contacto. No muy regular —porque tanto el cenizo como ella estaban ocupados con exámenes— debido a la escuela y a qué su amigo cuidaba de la bebé pero si se llamaban o mandaban mensajes cada tantos días.

Tanto para hablar de Emiko como por asuntos triviales.

La femenina sabía que su amigo había estado raro pero sin verlo no podía confirmar nada y ahora su voz se escuchaba ligeramente animada por el celular, como si estuviera de buen humor mientras le decía que llevaría a alguien a su próximo encuentro que sería en la semana de navidad.

No tenía problemas con que llevará a alguien, él ya le había mencionado que sus amigos cercanos conocían sobre la existencia de Emiko por lo que suponía que sería uno de ellos. Lo que le inquietaba sería el ambiente que se formaría entre ellos.

—A Shoto —contesto el mayor luego de unos segundos —Se lo conté hace unos días y el maldito insiste en venir.

¿Shoto? ¿Será Shoto Todoroki? ¿Son amigos?

Cómo hija de político que era conocía bien a las personas importantes con las que su padre hacía amistad y la familia Todoroki, prestigiosos médicos y miembros comunitarios de la sociedad, estaban dentro de su conocimiento.

Por lo que recordaba, Shoto Todoroki debería tener su edad y asistía a Yuei. Pero el cenizo no lo menciono jamás en los tres años que estaba en la prestigiosa preparatoria.

Además, ¿que tan cercanos eran como para que Bakugou le llamara por su nombre? ¿Todoroki también le diría por el suyo?

A Utushime le subía la curiosidad y sentía que ahí había gato encerrado.

— ¡Claro que puede venir! No hay problema, no hay problema.

La castaña pensó que escucho un leve bufido al otro lado de la línea. De esos qué hacía el cenizo cuando estaba resignado.

La curiosidad volvió a aumentar.

Y su llamada se cortó luego de unos segundos.

Durante navidad y año nuevo a los dos no les quedaba de otra que volver a sus casas por dos semanas que era lo que duraban sus vacaciones de invierno

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Durante navidad y año nuevo a los dos no les quedaba de otra que volver a sus casas por dos semanas que era lo que duraban sus vacaciones de invierno.

Kaminari les haría el favor de mantener a Emiko con él, si hay algo que el rubio no conocía era la vergüenza y cuando llevará una bebé a su hogar pensaba más en las bromas que haría a sus hermanos que en lo mal que podría llegar a verse. Por suerte, Kirishima pasaría esas semanas en la casa de su familia política para evitar el paro cardíaco de sus suegros.

Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora