Capítulo Especial Final: Lo que Emiko considera familia.

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—Bueno, Utushime-san...

—No, no, te lo juro, Emiko-chan. Este es el camino, ¡tiene que serlo! —exclamo desesperada — ¡Seguí el mapa como me lo dijo Katsuki! ¡No puede ser que nos perdiéramos!

—No estamos perdidas, Utushime-san. Por favor, calmese —pidió la menor — ¿Podrías pasarme el mapa? Tal vez solo nos desviamos de la ruta habitual.

La mujer le pasó de la mala gana el mapa e hizo un puchero, murmurando por lo bajo que no estaban perdidas.

Emiko junto paciencia —la cual ya casi se le acababa— mientras verificaba el mapa y confirmaba que como supuso se habían perdido. Por suerte, solo tenían que dar un par de vueltas para volver al punto de inicio.

—Utushime-san, es por aquí —le indico —Sigame y trate de pisar correctamente.

—De acuerdo.

La menor tenía bastante prisa por volver al camino correcto. Su novio estaba en peligro de muerte.

Sí, novio. Con diecisiete años, Hinata le pidió salir y ella acepto encantada. En un inicio no creyó que sus sentimientos por su amigo de la infancia fueran correspondidos por eso estaba tan feliz de que estuvieran juntos ahora.

Pero dejarían de estarlo si alguno de sus tíos o su padre dejaban a Hinata por su cuenta en el sendero. El pobre azabache terminaría perdido en medio de la montaña o comido por los osos.

Emiko debía llegar antes de eso y esperaba que al menos sus primos pudieran mantener a su novio con vida.

Aquel se suponía que era un día entre familias. La familia Bakugou-Todoroki, la familia Shinsou, la familia Iida, la familia Kirishima y la familia Sero. Pero se terminaron sumando un par más y con esas familias también llegaron los primos de la castaña.

Por parte de Hitoshi e Izuku tenía a sus primas gemelas, Tenshi y Saori, de diez años. Por parte de Mina y Sero tenía un pequeño primo de apenas cinco años, Hiroto. Por parte de Denki y Eijirou tenía ya cuatro primos, tres niños y una niña, los mayores tenían su edad que eran Naoki y Maki, el tercer hermano tenía diez el cual era Rintarou, la menor era Asuka, tenía ocho años. Después por parte de Ochako y Tenya tenía nada más una prima llamada Kisa la cual tenía dos años, casi tres.

Luego sus demás primos rozaban entre los cinco y hasta los diez años. Nadie más grande que eso. Así que eran bastantes y esperaba que ellos mantuvieran a salvo a su novio.

—E-Emiko-chan, espera, vas muy rápido —se quejo Camie a sus espaldas — ¿Podemos tomar un descanso?

— ¿...Ya?

Ni habían pasado veinte minutos en el sendero. Y ni siquiera estaban haciendo escalada, solo caminando la empinada montaña, ¿cómo era que ya se había cansado?

Sin embargo, la mayor no parecía estar exagerando. Se notaba que le costaba respirar y tenía el rostro rojo. Emiko tuvo que ceder y rezar porque sus padres no estuvieran obligando a Hinata a hacer escaladas o que su tío Den sugiera un juego amistoso de pint-ball.

La menor guió a la castaña hasta un claro que mostraba el mapa y le dijo que podía sentarse en una de las rocas a descansar. Camie lo hizo con cierta redundancia porque según ella terminaría manchando su ropa.

Emiko se limito a rodar los ojos. Si no era una mujer de ese tipo de ambiente, ¿por qué vino con ellos? Según su papá era una vieja amiga que estaba de visita en Japón por un tiempo y que al escuchar del viaje tuvo muchos deseos de venir. Pero no parecía disfrutarlo en lo absoluto según la menor.

—Emiko-chan, ¿no quieres sentarte? —palmeo la castaña su lugar a su lado.

Hubo algo en ella, en su modo de mirarla y como actuaba que le decían a la menor que le tenía cierto miedo. Emiko no entendía porque, sí fue brusca con ella y tenía mal genio porque estaba preocupada por la integridad de su novio pero no había hecho nada para faltarle el respeto o intimidarla, ¿verdad?

Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora