Altamente peligroso.

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Piel blanca. Cabello cenizo. Olor a shampoo. Y una voz ronca por el cansancio.

Todoroki gruñó frustado y se tiró sobre su futon sin armar. Era la cuarta vez que le sucedía en el día.

¿Por qué Bakugou le estaba provocando una erección matutina?

No quiero ir a clases.

El cenizo era un...amigo. No como Midoriya, Iida, Uraraka o Yaoyorazou. Era un amigo especial que hizo en circunstancias especiales. Tener pensamientos lascivos sobre él era muy irrespetuoso de su parte.

Okay, ¿a quien podía engañar con eso? A nadie. Se sentía completamente perdido con sus sentimientos hacia Katsuki, incapaz de demostrarlos sin ponerles un nombre Shoto estaba destinado a hundirse en un espiral interminable de preguntas sin respuestas.

Bueno, tenía diecisiete años. En cierto modo, había una posibilidad de lo que le estuviera pasando —lo que sea que le estaba pasando— fuera normal.

Pero hasta que descubriera la causa de que el de ojos rojos altere su sistema —antes tan tranquilo y hasta asexuado— de esa forma, se negaba a hacer algo respecto a su cuerpo. Por una cuestión que no se sentía cómodo haciéndolo sin entender la causa.

Así que su primera acción del día sería tomar una ducha de agua fría.

Así que su primera acción del día sería tomar una ducha de agua fría

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A Bakugou le encantaban los deportes. Más los que se hacían al aire libre. Los adoraba.

Aunque hacer los calentamientos era una molestia.

— ¡Que sueño! —exclamo Sero recostado en el pasto —Bakugou haz los ejercicios por mí, por favor.

—No, levántate cara plana —mascullo el cenizo.

—Diez minutos más.

— ¡Que te levantes!

El azabache lloriqueo, le dolían todas sus extremidades y para colmo su profesor quería que hicieran una escalada en las montañas detrás de la academia. Además que hacer los calentamientos con el de ojos rojos era doloroso y exhaustivo.

Pero Kirishima prácticamente había secuestrado a Kaminari —quién solía ser su compañero para esas cosas— para hacer los ejercicios antes de empezar con la clase. Desde que el pelirrojo se dio cuenta de su enamoramiento por el rubio era extremadamente celoso y ese tipo de contacto físico que requería los calentamientos —tocar la espalda, piernas, pecho del contrario y viceversa— era algo que no podía soportar.

Aunque Kirishima la pasa mal ya sea tocando a Kaminari o viendo como otro lo hace. Pudo haberme dejado con él.

— ¡Cara plana! —sintió como le agarraron la pierna y lo arrastraron — ¡Párate pedazo de mierda!

—Que lindas nubes hay en el cielo azul...—pensó en voz alta Hanta esperando que su amigo se cansará de él y le dejara hacer el vago un rato más.

Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora