Visita nocturna.

1.9K 286 116
                                    

Enji parpadeo mientras se acostumbraba a la claridad dónde estaba. Podía sentir que estaba acostado en algo cómodo y familiar pero no sabía exactamente qué era. Solo que olía bien y era agradable, también podía sentir un mano fría acariciando su frente.

Luego de eso, le pareció escuchar el bufido de uno de sus hijos. Por el disgusto supuso que podría tratarse de Touya.

—Mamá, déjalo en el piso y ya —gruño su hijo mayor —Ya está abriendo sus ojos.

—Eso, madre. Déjalo, déjalo —se unió Natsuo a su hermano.

—No sean así —los reprochó suavemente Fuyumi —Padre necesita un tiempo para recomponerse...¡oh, que lindos quedaron Natsume-san y Ren-san!

—Fuyu, son tus sobrinos —suspiro con una sonrisa el azabache —El san esta de más.

El pelirrojo pudo distinguir que su hija se disculpo y sonrió para luego moverse de dónde estaba. Trato de incorporarse lentamente cuando sintió esas manos frías en sus hombros y lo ayudaron a sentarse derecho con una pierna cerca de su pecho y la otra estirada. En esa posición pudo ver que aquello tan cómodo en lo que había estado recostado era el regazo de su ex-esposa.

Enji sintió como se sonrojaba y Rei le miró preocupada, poniendo otra vez su mano fría sobre su frente.

— ¿Te enfermaste, Enji? —susurro en un tono confidente la femenina.

—No, no es nada...—negó el mayor y se sentó derecho pero aún cerca de ella — ¿Lo que dijeron y lo que vi...? ¿fue verdad? ¿o me desmaye porque Shoto preparo algún platillo y sin querer lo comí?

Rei se tapó el rostro para no reírse y golpeó sin fuerzas el brazo del pelirrojo para después señalar con su dedo a los jóvenes en medio de la sala. La mesa de antes había desaparecido y ahora los platillos estaban esparcidos por doquier para que todos pudieran comer a gusto. Los demás aún no notaban que el pelirrojo estaba despierto porque estaban muy ocupados viendo a los dos menores que había traído el azabache.

Los pequeños se escondían avergonzados detrás de Hawks y Shoto. El rubio parecía manejar bien la situación pero el bicolor no sabía que hacer, se notaba en su rostro.

—Ren y Natsume Todoroki. Touya los adoptó junto con Keigo-kun hace un mes, al parecer —tomo su mano la albina y noto que tenía los ojos brillantes —Querían enseñarles un par de cosas antes de traerlos ante nosotros y por eso Touya se fue a mitad del evento. Fue a buscarlos para que pudiéramos conocerlos todos juntos.

Enji asintió y apretó sin fuerzas la mano de su ex-esposa mientras miraba a los niños en la sala. Al instante sintió como su corazón se apretaba.

—Tienen puestos los kimonos de Natsuo y Fuyumi —comento con la voz entrecortada.

—Sí, les quedan bonitos, ¿no? —se permitió apoyar su cabeza en el hombro del más alto —Touya dijo que no era necesario pero como Natsuo y Fuyumi no tenían regalos para ellos insistieron en darles esos viejos kimonos que les dimos en sus cumpleaños. Shoto les dio un par de libros de cuentos que tenía en inglés.

Cómo la familia Todoroki era bastante tradicional durante sus cumpleaños todos vestían la ropa antigua. Kimonos y yukatas, de colores bonitos y alegres si eran niños, más elegantes en la adolescencia y cuando llegaban a adultos los tonos eran más serio, pero mayormente predominaba el blanco y negro.

Los kimonos eran largos con mangas anchas. El de la niña era de color blanco con flores rojas y el del niño era negro con patrones de peces koi.

Enji recuerda vagamente que eran los kimonos que compro para Fuyumi en su cumpleaños número diez y el de Natsuo cuando tenía unos doce años. Aún así, aunque en apariencia el niño debería ser más joven que su hijo el kimono le quedaba bien y a la niña el suyo solo habría que hacerle un ajuste en sus pies.

Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora