Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]

Mano que lava a la otra.

[El significado del título es sobre la ayuda que nos brindamos unos a otros. Quiere decir que si fuiste ayudado por alguien, por deber y ética debes devolver esa ayuda]

—Así que...Monoma, ¿eh?

Testu se dio un buen golpe en la cabeza y volvió a asentir.

—Sí, Neito —confirmó en voz alta por si el contrario volvía a decir algo.

Kaminari asintió lentamente y puso una mano bajo su mentón, pareciendo pensativo.

—Para un cínico como él, ¿no sería una buena opción una declaración brutalmente honesta? —aconsejo el rubio.

Por la cara de desilusión de Testu tuvo que suponer que ya había intentado eso y no le fue bien.

—Lo hice durante año nuevo. No me creyó —se tiro los pelos platinados hacía atrás —Dijo algo como "porque todos tienen parejas estás buscando una en nosotros y por hacer eso te vas a llevar una decepción". No sé si fue una mentira o lo cree en serio, ¡y no todos nosotros tenemos parejas! Kendo sigue soltera y también está Awase...

El de ojos dorados suspiro al oír lo que dijo su amigo y apoyó una mano en su hombro. Él quería darle toda su ayuda, sus consejos y piropos más osados para la conquista pero el problema era que...no necesariamente Testu tenía que atrapar el corazón de Neito, sino que tenía que hacerle creer al rubio de ojos azules que él tenía su corazón cautivó.

Era difícil. No era una experiencia que él halla tenido con Eijirou y tampoco era tan idiota como para preguntarle a Katsuki, ya que la situación del cenizo con el bicolor sí llego a un punto parecido en el pasado. Pero el rubio no quería abrir heridas innecesarias a sus amigos y prefería guiarse con otros ejemplos.

Claro que no los tenía pero su mente se encargaba de fabricarlos y con eso a él le bastaba.

—Kaminari, estoy seriamente desesperado —admitió el de cabellos platinos escondiendo su rostro entre sus brazos —Podría tolerar que me rechaze pero no puedo aceptar que tire mis sentimientos, ¡con lo que me costó confesarlo! ¡cómo hombre debe hacerse cargo y patear mis esperanzas como corresponde!

Denki hizo un puchero, en serio, sus tres neuronas competían por buscar una idea buena para decirle a Testu y cuando por fin parecía que su amigo se iba a quedar sin pelos por tirar, una brillante luz iluminó lo negro de su mente.

— ¡Ya lo tengo, lo tengo! —tomo al más alto por los hombros y lo sacudió un par de veces — ¡Tienes que declararte!

— ¡¿Acaso no escuchaste que ya lo hice y él me rechazo?! —protesto indignado el platinado al creer que el rubio no le había prestado atención.

— ¡No, tonto! ¡Tienes que declararte a lo grande!

Testu cerro la boca y miro con horror los brillantes ojos dorados de Kaminari. Oh, no.

¿En qué rayos estaba pensando cuando le fue a pedir ayuda al chico más desvergonzado y atrevido en todo Yuei?

Cierto, no estaba pensando.