Cap 18. Regreso.

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¡Ella no era virgen! Como lo había pasado por alto tan fácilmente, había estado tan exitado y estaciado de ella que no le puso atención, no le importó.

Si las cosas eran así, hubo alguien antes de él, alguien a quien amo, ¿y si aun lo queria? Podría ser una buena razón para rechazarlo tanto. Esa muchacha estaba acabando con él ego y orgullo de Marco. Él aún no quería darse de cuenta de su estado, estaba ciego, ciego de sus sentimientos.

Todo eran suposiciones, no tenía nada concreto, las investigaciones nunca hablaron de un hombre en la vida de ella, la única manera era preguntarle a la misma Lucía, ¿pero como? ¡Ni loco lo haría!

Los días pasaron hasta llegar el jueves, día en el que Lucía le envió el plan de como podrían manejar a Kamil. Este consistía básicamente en hacerle creer a la muchacha que la necesitaban en su jugada, era parte de ellos, hacerla sentir importante. Para Marco era absurdo, le estarían contando la verdad, y eso no parecía buena idea. Pero viendolo bien, podría funcionar, solo debía hacer que se mantuviera callado lo que hacian por unos meses, mientras la tuviera vigilada podría seguir sus pasos.

Entre las partes secundarias del texto, se aclaraba que jamás hablarían de su trato, la mujer sólo debía pensar que Lucía le ayudaría por parte de los Lombardo con información, del resto no se diría nada. Debían tener cuidado, incluirla en su plan haría que Kamil se convirtiera en un arma de doble filo, así que debían aprender a usar esa arma.

​​​​​​Si todo salía bien, probablemente Kamil nunca se enteraría, y después que Marco se convirtiera en el jefe de la familia, Lucía se marcharía lejos y se alejaría de él y de la mafia, podría vivir tranquila por fin.

-De acuerdo, entiendo lo que planeaste, el domingo hablaré con ella. -le dijo neutral. Pensar en ese día le daba malestar.

-Bien, ¿en que restaurante se encontraran? -le preguntó.

-¿Por qué? ¿Me vigilaras? -le dijo en un tono más pícaro.

-No, no soy como usted -le negó -tan solo me interesa saber por si en algún momento cambio de opinión y decido ir.

En realidad ella quería saberbpara disminuir las probabilidades de coincidir en el mismo lugar.

-No iremos a un restaurante, como solo somos los dos iremos a un bar por unas copas. -le dijo, esperando alguna reacción por parte de ella. Pero no la obtuvo.

Parecía que era verdad, bueno, ella le había dicho que se encontrarían en el apartamento de Damián, así que cada uno tendría su destino.

-Estaré atenta a las buenas noticias, debe convencerla.

-Se como actuar, la conozco lo suficiente para saber hasta donde hablar. -le aseguró -Lucía

-¿Si?

-Cuidate, aun te falta conocer del mundo... cualquier cosa me puedes llamar. -le ofreció.

Ella no le entendió exactamente a lo que se refería. En si, Marco no le especificó, pero él se hablaba de la cena que supuestamente tendría ella con Damián, él quería decirle que si Damián se sobrepasaba con ella, le dijera de inmediato, pero Marco, como no era tan expresivo y entendí ble, le terminó diciendo algo que a ella no le pareció relevante.

Ambos colgaron la llamada. Marco siguió con su trabajo en su oficina, mientras que Lucía se dirigía a hablar con su abuelo, quien la había citado.

-Entra -le respondió desde adentro el señor Lombardo.

Ella entró y dándole un vistazo al lugar, se dirigió a la silla frente del escritorio y se sentó.

ADN Lazos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora