Lucía sabía en lo que se metía. Un hombre de la mafia podía ser peligroso, y mas si era un miembro de las 7 grandes familias.
Ella tan solo resistía lo más calmada que podia la profunda mirada que le dedicaba Marco. Su mano soltó la copa que tenía para poder sostener la gran mano de Olivieri, la cual apretaba su cello lo suficiente para causarle molestia pero no hasta el punto de herirla.
Su guerra de miradas inició, ninguno quería bajar la cabeza. Eran muy orgullosos.
—¿No piensas responder? Sabes que puedo matarte en este momento si quiero. —la amenazó.
—No lo harás por dos motivos... Primero, no querrás meterte en problemas con los Lombardo... y segundo... necesitas la información que tengo de tu hermano —le respondió Lucía con un poco de dificultad.
El acerco nuevamente su rostro y tratando de descifrar su interior con la mirada la soltó.
—¡Cough cough! —tosio Lucía al ser soltada.
Por instinto se llevó las manos al cuello, y pasando sus dedos por donde habían unas leves marcas rojas miró al hombre.
Que bueno que los hombres de Olivieri habían bajado las cortinas de la sala, sino hubiera sido así, las cosas serían muy diferentes.
—¿Que es lo que me vas a decir? Mas vale que sea importante. Tienes toda mi atención... Ahora si suelta lo todo, ¿Que sabes y que quieres de mi?
Lucía se acomodó el vestido, trataba de limpiar la mancha de vino que se hizo en el. Ya podía estar un poco más tranquila, el había cedido.
—Señor Olivieri, según mi entendimiento, ambos buscamos cosas complicadas, usted quiere que su hermano pague por lo que le ha hecho, quiere el poder de la familia. Mientras que por mi parte, yo quiero alejarme de la familia Lombardo, quiero que ellos no me encuentren, es hay donde entra usted. —hizo una pausa
Marco miraba a Lucía de manera expectante, ¿Que cosas cruzarán por la cabeza de esa muchacha? Pensó.
—Si usted logra hacerse completamente con el poder de la familia Olivieri, podrá fácilmente mantenerme alejada de los Lombardo, sin personas buscando mi paradero. Entonces la cosa sería, yo le ayudo a deshacerse de su hermano y a tomar el poder de su familia, en pago a eso, usted hará que pueda instalarme en otra parte del mundo, donde los Lombardo, en especial mi hermano y su madre no me encuetre. Esto sería un trato de ganar-ganar entre nosotros.
Aquellas palabras eran una locura, como podría ella ayudarle a deshacerse de su hermano, llevaba dos años en eso y aún no lograba nada, ¿que podría aportarle?
—¿Como piensas ayudarme? Llevo dos años en esto y tu crees que puedes lograrlo facilmente... Será mejor que te acostumbres a ser una Lombardo.
¿Tan poca fe tenía en ella? Tampoco era lo más normal que se haya oido, pero ella sabía que si hacían las cosas bien lograrían su cometido.
—Señor Olivieri, no esta hablando con una de sus amantes, usted está hablado con una Lombardo, con Lucía Lombardo. Yo no pienso meterme en su cama para recibir sus favores, yo espero poder darle en bandeja de plata la cabeza de su hermano. Yo puedo conseguir informacion que su investigador secreto no ha conseguido. Si me muestra la parte de su investigación, y uso mis medios podré cumplir su sueño, y de ese modo usted cumplirá el mío. —terminó de hablar Lucía.
Marco 0no hacía otra cosa que repetir las palabras de la muchacha en su mente. Era cierto que ella tenía una posición bastante conveniente para él, podría obtener buena información por parte de ella. Pero si las cosas salían como ella esperaba, no estaría recibiendo poco en comparación con lo que haría.
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ADN Lazos de sangre
RomanceLucía Lombardo Montes, la bastarda de la familia Lombardo, hermosa e inteligente, con una sola cosa en mente, sobrevivir en el mundo más peligroso que podía conocer, la mafia. Marco Olivieri, el segundo hijo de la familia Olivieri, un hombre frío qu...