El chico iba a hablar cuando el sonido de los cubiertos se escucharon estrepitosamente. Él se fijó rápidamente en el lugar, y vio como Xin tenía los brazos en la mesa con su cabeza apoyada en ellos. La muchacha habia caido rendida, las copas habian hecho efecto.
-Lo que me falta. Ey Xin. -le susurró el muchacho.
Ella tan solo le respondió con un quejido, mientras levantaba la mano y manoteaba en en aire tratando de alcanzar algo.
-Parece que tomó demasiado. -habló Lucia.
La cena habia llegado a su fin, la muchacha ya no estaba en condiciones para seguir alli.
-Ayudame a levantarla -le pidió Daichi.
Lucia se levantó de la mesa, y acercandose al lugar de Xin, la tomó de un brazo y con ayuda de él, la apoyo poniedo un brazo detras de su cuello. Daichi tambien ayudó a acomordarla, pero la diferencia de estaturas entre el y Lucia hacia que fuera complicado cargarla.
-¿Por que no la llevas tu? Eres lo suficientemente fuerte para cargarla. Yo ire junto a usted para cualquier cosa que necesiten. -le pidió Lucia.
-Pero....-exclamó. Se veia reacio a hacerlo.
-Es tu hermana, anda, vamos. -le incitó Lucia.
El joven con un poco de nerviosismo, la tomó por la cintura y la apoyó contra él. Lucia tomó las carteras y salieron de alli.
-¿Donde esta su auto? -le preguntó Lucia.
El joven hizo una mueca, y recordó que por capricho de Xin habian tomado un taxi en vez de venirse con su propio auto, y algun guardaespaldas como era debido.
-No trajimos. -dijo un poco avergonzado.
Lucia viéndolo, comprendio. Podria ayudarles a tomar un taxi, pero su mente no la dejó, seria mejor si ella los llevara.
-Vale, yo los llevo. Dejé mi auto cerca, asi que puedes esperarme aqui mientras voy y lo traigo.
El muchacho no pudo quejarse, ya que la muchacha se fue rapido. Al rato el auto llegó y paro junto a ellos.
-Bien, vamos a subirla. -le dijo Lucía, mientras abria la puerta trasera.
Daichi cargó con cuidado a Xin, y acomodandola en la silla salió del auto.
-Yo manejo, ve tu atras con ella. -le pidió a Lucia.
Ella lo miro interrogativa.-Es mi auto, deberia ser yo quien lo conduza. -le reprochó.
-¿Por favor, si?. -le pidió.
Le parecía un poco extraño, pero cedió. Seria fácil llegar al lugar de su recidencia, pensó.
Ella se subió atras con Xin, mientras que Daichi se subió en el puesto del conductor. Prendió el auto y se fueron de alli.
Llevaban unos diez minutos de viaje, cuando Xin empezó a soltar palabras poco entendibles para ambos.
-¿Falta mucho? -le preguntó Lucia al muchacho, quien iba concentrado en el camino.
-No mucho, ya estamos cerca. -le respondió.
Y era cierto, despues de unos cinco minutos mas de viaje, el muchacho dio un giro y entró al parqueadero de un gran edificio.
Estacionando el auto, salieron, y con cuidado sacaron a Xin, quien ayudó a caminar nuevamente Daichi.
Pasaron por recepcion, y acercandose al elevador, Lucia paró.
-Bueno, supongo que los acompaño hasta aqui. -le dijo, levantando su mano con la cartera de Xin para entregarsela.
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ADN Lazos de sangre
RomanceLucía Lombardo Montes, la bastarda de la familia Lombardo, hermosa e inteligente, con una sola cosa en mente, sobrevivir en el mundo más peligroso que podía conocer, la mafia. Marco Olivieri, el segundo hijo de la familia Olivieri, un hombre frío qu...