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T/n's pov

Dos semanas para que terminaran las clases.

Ya casi se cumplía un año de que había regresado a...

Un momento ¡Dos semanas!

¿Por qué no me acordaba?

— T/n, ¿por qué estás llorando? — pregunto Peter acercándose a mi.

Él estaba sentado en la silla de mi escritorio jugando no sé qué.

— Peter, ¿por qué no me lo recordaste? — él parecía confundido.

— ¿Recordarte qué? — seguía confundido hasta que lo captó — yo tam-tampoco lo recordaba.

Peter regresaría a España unos días después de que terminaran las clases.

— Peter, no te vayas — supliqué.

— Se me había olvidado — dijo cabizbajo — con razón mi mamá me hablo muy alegre.

— Y si pides otro año más, eso se puede ¿no?

— A mi me gustaría, pero a mi madre no, ellos no tiene ahora el dinero suficiente para pagar ya sabes.

— Nosotros te ayudaremos, Thomas, Scott, Kate, Mark...

— No, T/n, creo que todos sabíamos que pasaría, que yo me iría de CT.

— Pero...

— Pero nada, hay que disfrutar estas semanas que quedan, ya después lloraremos todo lo que quieras, ¿okay?

— Está bien.

No sé qué haría sin Peter, él se convirtió en uno de mis mejores amigos junto a Scott.

Aún recuerdo las veces que fuimos al cine y vimos una película de terror, pero no le prestamos nada de atención porque llevamos arañas falsas y se las lanzábamos a las parejas, para espantarlas.

Oh cuando en su cumpleaños, fuimos todos al lago para nadar, cuando tuvimos que cubrir la escena +18 protagonizada por Scott y Tyler en la heladería.

Cuando a Kate le cayó en la cara la papá mordisqueara de Thomas, cuando a Kevin — alias el cacas — lo cago una paloma. En el karaoke, cuando se quedó a dormir y vimos un maratón de puras películas en español y todas las de Harry Potter, la canción que cantamos en la clase de español, las fiestas, cuando fuimos a la playa con todos los demás, la obra y demasiados recuerdos.

Peter se fue cuando se hizo de noche.

— Austin, T/n, bajen por favor — llamó mi padre, fruncí el ceño.

Salí de mi habitación y me encontré con Austin que se veía igual de confundido que yo. Casi nunca nos llamaban para hablar de algo.

— ¿Qué sucede? — preguntó Austin.

— Siéntense por favor.

Tomamos asiento, mi madre estaba en el sillón de enfrente con la mirada perdida. Lucia triste.

— Como saben, hace menos de una semana su madre y yo firmamos los papeles de divorcio.

Coincidence? I Don't Think So | Mark Anastasio|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora