Capítulo 2

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Los chillidos de nuestras zapatillas resuenan por la cancha del gimnasio mientras nos desplazábamos en nuestras posiciones. El sudor bajaba por mi frente y cuello, de vez en cuando lo tenía que limpiar para que dejara de molestar.

-¡Akane-San! -la líbero del equipo le pasa la pelota a la nombrada y ella la levanta para colocarla en una excelente posición.

-¡_________!

Apenas termina de llamarme, yo ya di un gran salto que dejó pasmada a más de una, aunque siempre sucedía, para luego rematar con tanta fuerza que las del otro lado no pudieron recibirla, por lo que el punto fue para nosotras.

-¡Sí!

Akane salta sobre mí y las demás chocan sus manos con la mía para felicitarme por el excelente remate. La entrenadora hace sonar el silbato para dar fin al partido. Todas nos reunimos con nuestras botellas de agua y toallas para secarnos el sudor.

-Buen trabajo el de hoy, chicas, estoy segura de que les irá increíble en los partidos que vendrán -comenta la entrenadora con una sonrisa orgullosa. Más de una chocan los cinco por eso-. Buena recepción, __________. No dejes de rematar como lo haces.

Asentí con una sonrisa segura de mí, Akane me da un leve empujón mientras también compartía una sonrisa con nosotras. Mis compañeras me felicitaron con unas palmadas en la espalda y más sonrisas. Había sido un gran entrenamiento.

-Bien chicas, limpiemos todo para poder irnos a descansar -dije levantándome de la banca con nuevos ánimos que contagiaron a las demás.

-¡Sí! responden ellas dejando a un lado sus botellas y cosas para luego ponerse en pie de un salto y empezar a recoger las cosas, quitar la red y demás. -¿Hoy no vienen a buscarte, _________-chan? -cuestiona Akane mientras doblábamos la red. Ella es la armadora y vicecapitana, además de mi mejor amiga.

-Esta vez no, Iwaizumi tiene tarea por hacer entonces se fue temprano -respondí encogiéndome de hombros.

-¿Y... Oikawa? -la miré rápidamente notando la sonrisa pícara en su rostro y su ceja arqueada. Me sonrojé enseguida, aparté la mirada por los nervios y dejé en sus manos la red.

-E..Él entrena hasta tarde y nunca vino a buscarme, así que... no importa -me excusé tontamente agarrando mi bolso y salir corriendo para ir a los vestuarios y cambiarme con las demás.

Esa ducha me dio tiempo de calmarme y relajar mi rostro ardiente y sonrojado, además de relajar todos mis músculos adoloridos. Salimos del gimnasio junto a las demás chicas quienes estaban hablando animadamente, aunque algunas se veían a punto de desmayarse por el cansancio. Poco a poco nos fuimos separando del grupo hasta que solo fuimos Akane y yo, quienes hablábamos de otros temas hasta llegar a esa calle que nos separaba.

-Adiós, ________. Nos vemos mañana -se despide ella al irse en la dirección contraria a mí.

-Nos vemos mañana, Akane -sonreí al despedirme y tomar mi calle.

Me puse mis auriculares para caminar el resto del trayecto con música, cerré los ojos disfrutando de esta cuando me di cuenta de que faltaba poco para llegar a mi casa, por lo que decidí empezar a buscar las llaves de la entrada, pero al estar distraída con eso, no me di cuenta de que, al doblar por una esquina chocaría con alguien, provocando que mis cosas cayeran al suelo. Maldecí por lo bajo y enseguida volví a recoger mi bolso.

-Hm.. lo siento -escuché una voz masculina que llamó mi atención.

-No pasa nada, yo lo siento -respondí volviendo a colgar mi bolso en mi hombre y finalmente mirando al chico con el que había chocado. Cabello y ojos oscuros, bastante alto, casi como Oikawa, y tenía una cajita de leche en la mano-. Lo siento te me haces familiar, ¿puedo saber tu nombre?

-Soy Kageyama Tobio -responde algo confundido.

-Kageyama -murmuré pensativa hasta que el foco pareció encender en mi cabeza-. Ya recuerdo, estás en el equipo de vóley del Karasuno, ¿no? Eh visto algunos partidos, son buenos, chicos.

-Gracias -responde quizás por educación porque en realidad su mirada parecía algo perdida por no saber qué decir-. Creo haberte visto en alguna parte también ¿cómo te llamas?

-___________ ___________ -respondí tendiéndole la mano, él la sujeta algo dudoso-. Quizás me hayas visto por lo mismo, soy capitana del equipo femenino del Aoba Jōsai.

-Sí, quizás sea por eso. Lo recuerdo -responde con una leve expresión de sorpresa. Nos quedamos en un silencio algo incómodo hasta que yo decidí terminar con eso.

-Debo irme, adiós Kageyama, fue un placer -me despedí pasando por su lado para seguir con mi camino y dedicándole una sonrisa leve de amabilidad.

Él asiente con la cabeza solamente y vuelve a su camino y yo al mío. Llegué a mi casa y entré luego de haber encontrado la llave que tanto buscaba.

-Llegué -comenté mientras comenzaba a quitarme los zapatos, aunque supiera que nadie me respondería pues no había nadie quien pudiera hacerlo.

Subí hasta mi habitación para dejar mis cosas y cambiarme de ropa antes de ir a por algo de cenar y regresar a mi habitación. Puse un video desde mi computadora y cené mientras lo veía, apenas había terminado cuando mi celular me avisa de un mensaje recién llegado.

Iwaizumi: "¿Llegaste bien a casa?"

Sonreí levemente por su preocupación y no tardé ni un segundo más en responderle. Me senté en la cama para hacerlo más cómodamente.

___________: "Sí, sin problemas, no te preocupes.

Iwaizumi: "Bien."

__________: "¿Solo eso? ¡Que malo!

Iwaizumi: "Sí, solo eso."

_________: "Iwa-kun, hasta aquí me llega el frío que das."

Dejé mi móvil a un lado riendo por la forma tan helada de Iwaizumi de hablarme, pero es normal y ya estaba acostumbrada, aunque sé que puede llegar a ser muy tierno... cuando quiere. Y eso no pasa casi nunca.

CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora