CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||

EPÍLOGO

Un año después.

-Oye, vinieron a buscarte -Akane apunta sonriendo hacia afuera de la cafetería en la que nos habíamos reunido. Me di vuelta y vi a Tooru bajando de su auto propio para esperarme recostado contra este.

-Es verdad. Falta poco para que empecemos la universidad y dijimos en ir juntos a ver el campus -mencioné recordando nuestros planes.

-Tienes suerte, van al mismo lugar -responde ella. Asentí con una sonrisa agradable de saber eso.

Si bien nunca hablamos sobre dónde queríamos ir a estudiar cuando fuéramos a la universidad, Tooru había sido aceptado en el equipo del "Club atlético de San Juan", justamente en Argentina y muy pero muy cerca de la universidad a la que también aplicó y fue aceptado. Es una coincidencia que adoro en verdad.

Me levanté de mi lugar agarrando mis cosas, pues ya me llegó el mensaje de Tooru indicándome que había llegado, aunque ya lo haya visto.

-Bueno, tengo que irme -abracé a Akane al despedirnos y salí de la cafetería para encontrarme con mi novio super estrella.

Apenas me ve noté como una sonrisa rápida aparece en su mirada, incluso vi sus ojos brillar, no puedo burlarme de eso porque me pasa lo mismo cuando lo veo, Akane me lo confirmó. Me acerqué y lo abracé enseguida. Solo unos meses y ya estaba más alto que antes y yo igual de enana.

-Hola capitán -saludé sonriendo antes de que él me besara.

-¿Cómo estuvo la salida, capitana? -pregunta él abriendo la puerta para mí.

-Bien, me divertí mucho -respondí mientras entraba al auto. Él cierra la puerta para rodear el vehículo y subirse igualmente, poniendo en marcha este.

-Me alegro de que así fuera, pero quisiera llevarte a un lugar antes de irnos mañana.

-¿A dónde? Si se puede saber -pregunté con curiosidad.

-Ya lo verás -responde con una sonrisa que me decía que planeaba algo.

Lo dejé pasar al saber que no me lo diría hasta verlo por mí misma. En el camino hablábamos de cualquier cosa que se nos ocurriera en el momento, incluso bobadas o temas serios, siempre es cualquier cosa cuando éramos nosotros dos.

Con respecto a la final del torneo... Perdimos. El otro equipo era muy bueno y más fuerte que nosotras.

En su momento me deprimí demasiado ya que por primera vez habíamos llegado a una final de esa categoría. Gracias a Tooru y los chicos fue que pude seguir adelante y ahora estaba como nueva, recordando esa derrota y no lamentándome por eso. Sabrina, la de la universidad, dijo que... aunque haya perdido, eso no iba a significar nada para perder mi oportunidad, de todas formas quería que formara parte de esa universidad, y yo estaba bien con eso.

Eso fue una de las cosas que más me alegró y no permitió que me pasara meses llorando. Eso y estar entre los brazos de Tooru mientras lloraba por la derrota.

-Llegamos - anuncia Tooru, yo miré al frente y vi la feria a la que habíamos ido aquella vez.

-¡Vamos! -le dije a Tooru antes de salir corriendo del auto.

Pero al igual que la primera vez, apenas entramos entre la multitud, fue imposible no separarnos. Lo encontré primera y lo tomé de la mano llamando su atención mientras me seguía buscando hasta dar conmigo.

-No te separes de mí -mencioné recordando esa vez que él me lo había dicho.

Tooru sonríe ampliamente y sujeta mi mano con firmeza antes de acercarse mejor y evitar que volvieran a empujarnos hasta separarnos. Ambos vamos a diferentes puestos y conseguimos más premios. Nos subimos a la montaña rusa y luego fuimos a comer.

-¡Tooru, vamos allá! -exclamé apuntando a la rueda de la fortuna.

-Por supuesto debemos ir allí -responde sonriendo y se levanta cuando lo comencé a estirar.

Nos subimos luego de formar aquella fila y miramos el paisaje. Recordé nuestro primer beso aquí y sonreí ante las imágenes que cruzaban por mi mente. Miré hacia Tooru quien me miraba de igual manera, como si pensara en lo mismo que yo. Me acerqué a él y lo abracé apoyando mi cabeza en su hombro.

-Gracias, Tooru... -murmuré. Su mano rodea mi cintura y apoya su cabeza sobre la mía.

-Cuando quieras, preciosa -responde.

Nos miramos un segundo y no podíamos bajarnos de aquí sin besarnos antes. Sonreí sobre sus labios y acaricié su mejilla antes de separarnos justo cuando llegamos al suelo y la puerta se abrió. Ambos nos bajamos sin soltarnos del abrazo. Me llevó hasta casa y entramos juntos, ya que esto ya era costumbre porque mis padres no estaban. Pero solo por esta semana, estuvieron conmigo en todos mis partidos y eventos especiales... ellos también han mejorado.

Fuimos hasta mi habitación y yo fui a cambiarme. Él, al salir del Seijoh, me dio su remera del equipo, y ahora yo la uso como pijama.

-Aún no entiendo cómo es que te queda mejor que a mí -comentó tomándome de la cintura para jalarme hacia él, que estaba acostado en la cama y besándome. Me reí levemente.

-Es un hecho -respondí consiguiendo poder escuchar su risa de nuevo.

Yo ya estaba muy cansada por todo lo de hoy así que ambos nos acomodamos abrazados y poco a poco fui quedándome dormida, mientras tenía el pensamiento de querer seguir con Tooru de esta manera por mucho más tiempo.

Fin