Las chicas mantenían las bocas abiertas por mi repentina decisión, menos Akane que se lo esperaba, las demás creían que seguiría de terca con mantenerme dentro de la cancha. Como siempre lo he hecho. La entrenadora ve mi expresión segura y asiente con la cabeza.
-Entiendo... Mei, entras -menciona ella volteando a ver a la reemplazante quien estaba aferrándose a la banca con sorpresa igual. La profesora la empuja para animarla a caminar hacia mí, apoyé la mano en su hombro y le dediqué una sonrisa.
-Lo harás bien -la animé, ella traga con dificultad, pero asiente.
-¡¿__________?! -exclaman las demás pidiendo una explicación, miré a las chicas con tranquilidad para que algo de eso se les pegara.
-Confío en que recuperarán el partido chicas, porque, aunque yo no esté en la cancha, ustedes siguen siendo geniales.
No se veían convencidas del todo, ni siquiera Mei, pero Akane se encarga de ellas desde ahora, no por nada es la vicecapitana. Me acerqué a la banca y me dejé caer sentada sobre esta, agarré mi toalla y la coloqué sobre mi cabeza luego de secarme un poco. Mi botella de agua aparece frente a mí a la par que la entrenadora se sienta a mi lado.
-Tomaste la mejor decisión.
-Supongo -murmuré bebiendo de mi agua en el completo silencio del gimnasio.
Incluso ambas hinchadas estaban observando sin hacer ruido alguno, hasta que los primeros aplausos se empezaron a escuchar y luego más de ellos hasta que todos empezaron a hacer resonar el sonido de sus palmas y silbidos por todo el lugar, mientras gritaban... me animaban.
-¡Tú puedes capitana!
-¡Recupérate pronto!
-¡Lo hiciste muy bien!
-Siempre animas a los demás para que no se rindan antes de tiempo... Creo que ahora es el turno de los demás para animarte a ti-comenta la entrenadora haciéndome sonreír mientras bajaba la mirada y me ocultaba en la toalla sobre mi cabeza.
-¡Ánimo capitana!
Dejé mi botella a un lado y cubrí mi rostro con ambas manos de nuevo mientras trataba de retenerlo, pero fue imposible...
-Son grandiosos... -murmuré con la voz llorosa mientras sonreía agradecida por tener unas compañeras, entrenadora y una hinchada tan geniales.
La entrenadora apoya su mano sobre mi cabeza mientras yo sollozaba, aunque intentara detener el llanto, me había emocionado... y el que mis emociones estén a flor de piel no ayudaba mucho. Limpié mi rostro y reí levemente mientras me recomponía de a poco. Volteé a ver a mis padres, ellos eran parte de la hinchada, aplaudiendo y sonriéndome para darme ánimos.
-Primer partido al que se presentan y termina siendo así... Hubiera preferido que les salieran viajes de trabajo, es irónico si lo piensan bien -mencioné cubriendo mis ojos con la toalla.
La profesora y la entrenadora se ríen por mi comentario al igual que yo sonreí por lo mismo.
-Bueno, nadie sabía que iban a hacer este tipo de estrategia contra ti -responde la entrenadora-. Aunque debimos imaginarlo, ¿qué equipo estaría tranquilo con una capitana como tú en su contra?
-¿Cómo está el golpe? -preguntó la profesora haciéndome recordar de ese detalle. Toqué la mejilla suavemente por inercia.
-Bien, ahora que descansaré... puedo aprovechar para colocarme el hielo -respondí.
-Aquí está -al instante la profesora me tiende una bolsa de hielo.
-Gracias -dije sujetando la bolsa contra mi mejilla y haciendo muecas por la sensación molesta del extremado frío que me provocaba. Suspiré volviendo a ver al partido que ya había comenzado de nuevo, las chicas corrían en la cancha de nuevo, es extraño verlas y no ser parte.
-¿Vas a quedarte el resto del partido aquí? -pregunta la entrenadora.
-Es posible... -respondí.
-Y tú que querías quedarte en la cancha todo el partido... Esta es la segunda vez que te cambias en todos los años que juegas con nosotras.
Asentí dándole la razón y recordando la única vez que me había cambiado hasta el momento... Sí soy una persona muy terca y testaruda, jamás quiero abandonar la cancha.
-No la soporto... pero Vera tiene razón en una cosa, no soy de acero para aguantar tanto de esto. Así que, supongo que está bien salir de vez en cuando.
Ellas asienten en respuesta y volvimos a callar para prestar atención. Vi que las chicas seguían su ritmo y su fuerza no desaparecía, por lo que las del equipo contrario estaban preocupadas aún y no pudieron bajar ni un poco el ritmo que llevaban cuando yo estaba dentro. Sonreí al ver la frustración de Vera, como apretaba los dientes con cada salto para bloquear, rematar o salvar.
-El peor error que cometió... fue creer que yo era la única estrella del equipo.
-Sin duda.
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CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||
Fanfic_________ es mejor amiga de Iwaizumi Hajime desde que eran unos niños y gracias a esa amistad surgió la suya con el famoso armador, capitánd del equipo masculino del Seijoh, Oikawa Tooru. Pero esa amistad termina por ser un amorío por este último, c...