Capítulo 32

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Mientras más me acercaba al gimnasio, más fuertes se escuchaban los golpes de las pelotas de vóley que lanzaba Oikawa, entrenando él solo. Entré al gimnasio viendo todas las pelotas en todos lados y como Oikawa practicaba sus saques tan fuertes que creí que en alguna de esas rompería o el piso o la pared. Estaba cansado y se le notaba, pero también se notaba cómo usaba esto para no pensar en todo lo demás, yo hacía lo mismo.

Cerró los ojos y negó con la cabeza antes de volver a lanzar la pelota que sujetaba con fuerza y golpearla hasta ocasionar otro estruendo. Ambos notamos que se había quedado sin pelotas en el canasto, resopló por tener que juntarlas. Se acercó a la red para agarrar una de estas, pero yo agarré otra que estaba a mi alcance y la rematé directo a su cabeza.

-¡Iwa-chan, eso fue...! -se da la vuelta y me ve en su lugar. Al instante se queda callado y me mira sorprendido, incluso dejó caer la pelota que estaba en su mano.

-Lamento decepcionarte, capitán, por no ser Iwaizumi -mencioné lo obvio agarrando otra pelota del suelo y esta vez dársela más tranquilamente. Cabe aclarar que había tardado en venir pues me había ido a cambiar por mi uniforme de deporte. Me puse en posición y él notó mis intenciones, por lo que dudó-. Si te preocupa que me desmaye o algo, no deberías, eso no pasará.

-_________... yo quería...

-Oikawa -lo interrumpí levantando la mano para que callara-. ¿Puedes lanzar la pelota?

Cierra la boca y mira la esfera llena de aire en sus manos, suspira profundo y se posiciona. Él la levanta, yo corrí, salté y la golpeé con fuerza, provocando un nuevo estruendo en el gimnasio. Volver a sentir ese ardor en mi mano luego de golpear una pelota que Oikawa levantaba... era grandioso, incluso puedo decir que satisfactorio. Lo miré con una nueva sonrisa.

-Oikawa... -llamé su atención-. Levántala más alto, por favor.

Me ve sorprendido y dudoso de nuevo, pero suspira profundo y sonríe levemente antes de agarrar otra pelota del suelo.

-Lo que digas, capitana -responde consiguiendo que yo sonría ampliamente antes de volver a mi posición.

Suspiré cerrando los ojos un momento para concentrarme justo antes de empezar a correr, al posicionarme para el salto vi como Oikawa levantaba mucho más alto la pelota. Sonreí y di ese salto que en el último partido me había costado hacer, pasé la red y golpeé la pelota sintiéndome tan ligera... La pelota golpea el suelo con potencia y fuerza justo antes del límite. Volví al suelo limpiamente y sin ningún riesgo de desmayo.

-¿Lo ves? -cuestioné volteando a ver a Oikawa-. Yo estoy bien. Pero... tú no pareces estarlo.

Sus ojos se desvían con una mueca, como si le hubiera descubierto un secreto que no debería saber, aunque fuera tan obvio. Me acerqué a él mientras se veía distraído.

-_________, yo...

Levanté una mano para hacer que se callara y eso hizo.

-¿Sabes? Que una chica tenga que venir hasta mí y disculparse llorando porque te ha besado es algo... triste -mencioné, tomándolo por sorpresa y viendo en su rostro esa mueca de confusión.

Con eso me queda más que claro de que él no hizo nada para que esa chica hiciera lo que hizo. Que alivio... aunque es triste incluso pensar en que podría ser capaz de algo así, pero confirmo de nuevo de que él no cae tan bajo.

-Solo así pude decidirme en venir, ya que estaba más que claro que Akane e Iwaizumi no iban a dejar que te m acercaras nunca más... Yo debía hacerlo... pero aún estoy debatiéndome si fue buena idea haber venido... Aún duele, ¿sabes? -murmuré apoyando una mano en mi nuca-. Es obvio que ver a quien te gusta besándose con otra persona... no es agradable, mucho menos cuando se han besado la noche anterior.

Me sonrojé levemente, ya que por fin lo había dicho... Había dicho enfrente de él que me gusta... aunque no fue como me lo había imaginado en todos estos años que tengo de conocerlo y de enamorarme de él.

-Fue amargo... porque en el fondo lo veía venir... ¿y cómo no? ¡Dios! Eres Oikawa Tooru, siempre estás rodeado de chicas y coqueteas con ellas. No sé por qué me sentí diferente al resto de chicas cuando me besaste, supongo que... al ser tu amiga creí por un momento que no serías capaz de herirme así. Que ni siquiera te interesaba besarme en primer lugar.

Levanté la mirada de nuevo para ver la expresión que traía, veía como me escuchaba atentamente a cada palabra que salía de mi boca y notaba igual la sorpresa en su rostro.

-Tooru... Aunque quiera entenderte no me la dejas tan fácil como crees... Siempre me tratas bien, buscas mi atención, nunca me dejaste ver ese lado tuyo que tienes con Ushijima o Kageyama. Me regalas una pulsera, me cuidas y proteges de recibir balonazos cuando puedes, me... besaste... -suspiré profundo y me animé a agarrar su para que me viera fijamente para lo siguiente-. Dime, Oikawa Tooru. ¿Soy algo más para ti que un simple juego, que una simple amiga? ¿Tus sentimientos por mí son siquiera diferentes a los que tienes por las demás chicas que siempre te rodean siempre?

Cerré los ojos y negué con la cabeza antes de que pudiera responder. Pues después de todo lo que dije fue como si se encendiera una luz en mi cabeza, uno que me hacía darme cuenta de las cosas.

-No. Mejor lo cambio -murmuré decidida-. Tooru... ¿Yo te gusto acaso?

CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora