Capítulo 28

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El contacto de sus labios sobre los míos no desaparecía, sino que me tentaba a caer y corresponder a esa suavidad y dulzura. Cerré los ojos finalmente y con torpeza hice caso a la tentación, Oikawa sonríe sobre mis labios y entrelaza nuestros dedos. Su mano en mi mejilla se desliza con suavidad hasta mi nuca y me atrae más para besarme mejor, con más intensidad, como si este momento lo hubiera estado esperando desde hacía mucho tiempo.

Mi mano inquieta y nerviosa subió hasta su mejilla, pero la dejé caer sobre su pecho. Podía sentir como todo mi cuerpo temblaba por la emoción y los nervios, aún estaba sorprendida, pero tan alegre también.

El aire comenzó a hacerme falta, nos alejamos y yo no podía ni siquiera mirarlo al rostro después de esto, bajé la mirada tragando con dificultad. Escuché su leve risa antes de que su mano sujetara mi barbilla y volviera a levantar mi cabeza para mirarlo, tenía un brillo especial en los ojo, ¿estaba tan feliz como yo o solo es mi imaginación? Me acercó de nuevo y volvió a unir nuestros labios. Sentía como mi cuerpo quería derretirse por él, me robaba todo el aliento y la fuerza para sostenerme, incluso hacía que mi mente quedara en blanco.

Tuvimos que separarnos cuando estábamos llegando al suelo de nuevo y tendríamos que bajarnos.

-Es una lástima, quería más tiempo aquí -menciona con una sonrisa cómplice.

Me sonrojé de nuevo pero reí suavemente, ambos agarramos nuestras cosas y salimos de la cabina cuando la puerta se abrió. Miré de reojo hacia abajo, notando nuestras manos entrelazadas, y sintiendo levemente la presión de Oikawa para no soltarme. Sonreí sintiéndome en un sueño del cual no quería despertar nunca.

Ambos salimos de la feria al ser demasiado tarde como para ir a un juego más, sin embargo él me acompañó hasta mi casa. Hablamos de diferentes temas que hicieron más cómodo el camino hasta mi calle, reímos y bromeamos, sin soltar nuestras manos, hasta haber llegado al frente de mi casa.

-Nos vemos mañana Oikawa... -me despedí sonriendo levemente, pero animándome a pararme en puntillas y besar su mejilla. Noté la sonrisa que se formó en sus labios antes de llevar mi mano a estos y besar mis nudillos.

-Nos vemos, _________.

Finalmente soltamos nuestras manos para que yo pudiera entrar a mi casa, nos despedimos una última vez antes de que yo cerrara la puerta tras de mí y me apoyara en esta mientras dejaba escapar un gran suspiro como una tonta enamorada que había vuelto de la mejor cita que ha tenido en su vida.

-Oh, cariño -mi madre se asoma por la puerta de la sala- ¿Cómo te fue?

-De maravilla... -murmuré quitándome los zapatos y poniéndome los otros.

-¿Huh? ¿Sucedió algo? -pregunta sonriendo, imaginándose lo que habrá pasado.

-Muchas cosas en realidad, pero estoy cansada... Me iré a dormir -respondí abrazándola antes de ir a mi habitación.

Me tiré en mi cama mientras abrazaba el alien de peluche con emoción y ahogando un chillido. Agarré mi celular para marcar el número de Akane y comencé a contarle todo lo sucedido, desde que vi al equipo en el parque hasta nuestra despedida de hace un momento. Akane chilla igual que yo y me felicita porque por fin había ocurrido algo.

Aún no me lo creía.

-Pero _________... No quiero matar la emoción ni nada, pero de todos modos debes tener cuidado.

-¿Huh? ¿No eras tú la que siempre me decía que me arriesgara?

-Recuerda que estamos hablando de Oikawa Tooru. Lo conocemos y... en serio me gustaría creer que él no te haría daño a ti en especial, porque sabe que Iwaizumi no será el único que le pateará en los bajos si lo intenta. Pero aún así quiero que estés preparada para afrontar cualquier cosa.

Me quedé en silencio un momento para meditarlo. Sí, tenía razón, el que tiene a todas las chicas colgadas por él y que igual les coquetea.

-Está bien Akane, tendré cuidado.

-Bien. Si pasa algo me lo dices y le rompo el rostro de niño bonito.

Empecé a reír por su afirmación, conociendo a Akane sé que lo hará. Habla muy en serio cuando dice que golpeará a alguien por mí, ya se agarró de las greñas con una chica que me insultaba cuando entramos a la secundaria.

-Claro, claro. Lo haré.

Escuché a lo lejos del otro lado de la línea el grito de su madre llamando a Akane para que vaya a cenar.

-Debo colgar, nos vemos mañana -dice Akane.

-Nos vemos.

Apenas cuelga la llamada, dejé mi celular a un lado para ver de nuevo al alien y abrazarlo contra mi pecho. Recordé el beso de Oikawa y sentí mis mejillas arder de nuevo, escondí mi rostro en el alien para ocultarme. Luego de pensar varios minutos, decidí que lo mejor es entrar al baño a ducharme. Por lo que dejé el peluche a un lado y me levanté.

-Joder... -me senté de nuevo y me agarré la frente sintiendo un mareo de nuevo. Parpadeé varias veces hasta que todo dejó de dar vueltas.

Esto de los mareos es realmente molesto, pero supongo que son consecuencias por los golpes. Daba igual, el baño va a relajarme, dormir también me va a ayudar.

CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora