Capítulo 37

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El silbato resuena por la cancha para indicar el fin del partido, la hinchada grita emocionados mientras las chicas y yo nos abrazamos festejando nuestra victoria mientras las chicas del otro equipo estaban en el suelo, agotadas hasta como para ponerse tristes por la derrotada. Tuvieron que llevarlas en camillas.

Sonreí ampliamente mientras limpiaba el sudor de mi frente. ¡¿Cómo es posible que hasta esa desagradable sensación del sudor había extrañado?! Bueno, eso ya es demasiado, o quizás no, como sea, había extrañado jugar y eso es lo que importa. Todas recogimos nuestras cosas para salir de la cancha e ir a los vestidores de nuevo y seguir festejando allí.

-Qué bueno que volviste, capitana -dice Jin abrazándome con fuerza. Yo sonreí ampliamente.

-Ya se te extrañaba.

-¿Quién iba a decir que extrañé a la mandona gritando órdenes? -Akane me abraza por los hombros, yo le di un leve codazo en las costillas que la hizo reír.

Apenas salimos de los vestidores y del edificio, nos encontramos con los chicos del Seijoh esperando por nosotras. Ellos comenzaron a felicitarme y abrazarme por mi regreso, creo que es solo por eso que todos me felicitarán hoy. Entonces, al apartar la mirada de ellos vi a Oikawa, ambos apartamos la mirada con las mejillas sonrojadas, pero yo vi a Akane mirarme con una expresión de "¿En serio?".

Sonreí recordando sus palabras sobre dar el primer paso y decidí... que estaba tan emocionada por el partido como para hacer locuras, quizás aproveche eso ahora. Volví a mirar a Oikawa que estaba hablando con Iwaizumi, me acerqué un poco llamando la atención de Iwaizumi, le pedí con gestos que empujara a Oikawa y él sonrió, pues no hay nada que le ponga más feliz que empujar o golpear a su capitán idiota, según él.

-¡Iwa-chan! -le reclama Oikawa cuando él lo empuja pero entonces choca conmigo y que tuve que sujetarlo para que no cayera, apenas me ve por encima de hombro se levanta de inmediato-. Lo siento...

-No pasa nada, tranquilo -respondí sonriendo al ver la pena en su expresión.

Él mira hacia atrás para ver a Iwaizumi y al resto de los chicos mirando a su capitán de brazos cruzados y con el ceño fruncido. Vuelve a mirarme, pero termina por voltear a ver hacia otro lado y con su mano apoyada tras la cabeza, ahora que me doy cuenta... se ve tierno estando nervioso. Reí levemente cubriendo mi rostro al hacerlo.

-Esto... _________-chan... -llama mi atención consiguiendo que dejara de reír.

-¿Sí, Oikawa?

Él lleva su mano hasta su bolsillo, pero pareció dudar. Pude ver que por su bolsillo se asomaba un poco de la pulsera que él me había dado antes y que yo se la devolví. Pareció arrepentirse sonrojado. Sonreí levemente y me acerqué un paso a la vez que le tendía la mano.

-Dámela -pedí-. Quieres darme la pulsera, ¿no? Pues dámela.

Se veía sorprendido pero también algo sonriente con un poco de pena por hacerlo tan obvio, saca la pulsera de su bolsillo y la mira un momento antes de dejarla sobre mi mano.

-No sabía si querías tenerla de nuevo, pero... es tuya de todos modos, desde un inicio lo fue.

Agarré la pulsera y la atraje a mí para verla por un momento, leyendo aquel grabado que me hizo sonreír de nuevo, entonces la coloqué en mi muñeca de nuevo, donde pertenece.

-Antes del partido sabía que me hacía falta algo... no me costó ni medio segundo saber que era esto lo que necesitaba para que el partido estuviera completo -comenté consiguiendo sorprender y hacer sonrojar a Oikawa-. Gracias, Tooru. La aprecio en verdad.

Se puso nervioso rápidamente, como si no supiera qué responde a eso. Miré un lado justo cuando mis padres empezaban a acercarse, le dediqué una última sonrisa a Oikawa antes de acercarme a ellos y abrazarlos efusivamente.

-Cariño, jugaste mejor que nunca, verte en tu regreso fue, sin duda, grandioso -dice mamá sin soltarme.

-Gracias... Me alegra que esta vez sí vean en persona uno de mis mejores partidos -comenté sonriendo.

-Oye... Te vimos hablando con Oikawa... ¿Ya están bien? -pregunta mamá con curiosidad. Por inercia miré la pulsera en mi muñeca y asentí.

-Sí, estamos bien -aseguré sintiendo calidez por mi propia respuesta, me hacía sentir mejor saber eso mismo. Pero entonces noté a mi papá mirándome, entrecerrando los ojos y observando la pulsera.

-Solo... avísanos si se le ocurre hacerte algo -comenta a modo de advertencia.

-¡Papá! ¡¿Tú también?! -le reclamé pero él solo se encoge de hombros.

-Bueno, nosotros tenemos que irnos -menciona mamá dándome un beso en la frente.

-Está bien, nos vemos en casa -dije abrazándolos una vez más.

Ellos se van por otro lado y yo volví hacia las chicas quienes me esperaban para ir a festejar. Pero antes de dar un paso escuchamos los chillidos de unas chicas y vi como estas rodeaban a Oikawa.

-Ah no, eso sí que no -Akane pasa por mi lado para ir a dar su "linda opinión" a esas chicas y al capitán, sin embargo, la detuve sujetándola por el cuello de la remera.

Miré hacia Oikawa y pude ver como negaba los regalos que esas chicas querían darle para luego irse con los chicos, que estaban con la boca y los ojos bien abiertos, y no eran los únicos. Las chicas fanáticas y las de mi equipo estaban igual, y... ¿para qué mentir? Yo estaba tan sorprendida como todos ellos. Aunque, ala vez no lo estaba tanto, pues... Iwaizumi tuvo razón, él quiere mejorar para no lastimarme de nuevo, por lo que no devolverles el coqueteo a esas chicas es un gran avance.

Quizás ese beso entre ambos no tarde en llegar después de todo.

CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora