Capítulo 25

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Cuando fui capaz de recomponerme y limpiar mi rostro para que no se notara que había llorado, mis padres dejaron entrar a los chicos, siendo los del Karasuno los primeros en ingresar a la habitación.

-¡________-san! -Hinata grita al verme preocupado, pero Kageyama lo golpea de inmediato.

-¡Hinata, idiota! No tienes que gritar, harás que le duela la cabeza. Con solo escuchar tu voz ya sucede -lo regaña haciéndome reír por eso y por la reacción de Hinata ante el golpe y el regaño de Kageyama.

-Tranquilo Kageyama, está bien. No seas así con Hinata, pobrecito -comenté haciendo ojitos de cachorrito y extendí mis brazos hacia Hinata que no tardó en abrazarme para conseguir un refugio anti Kageyamas golpeadores-. Pobre mi mandarina, ¿te duele? -le sobé la cabeza mientras el asentía-. Ya, ya, ese malo de Kageyama no te golpeará mientras yo esté presente.

No pudimos evitarlo y todos los presentes empezamos a reír a carcajadas, a excepción de Kageyama que se cruzó de brazos y rodó los ojos, sin decir nada más.

-Ya, está bien, era broma, no te enfades Kageyama -reí levemente, soltando a Hinata quien termina sentándose a mi lado.

-¿Cómo te sientes, __________-san? -pregunta Yui dando un paso al frente y viéndose preocupada aún.

-Bien, gracias. No necesitan preocuparse, el doctor dijo que estaré bien -respondí con una sonrisa para tranquilizarlos más.

-Esa chica sí que estaba loca -exclama Hinata indignado por la actitud de Vera en el partido.

-Todos notamos como quería provocarte y hacerte daño -le sigue Daichi consiguiendo que todos asintieran estando de acuerdo en que habían notado lo mismo.

Suspiré profundo pensando en todo lo ocurrido. Yui se sienta a mi otro lado y coloca una mano en mi hombro para mostrarme su apoyo.

-Sí, todo el partido fue así. Pero bueno, creo que no tenía mucha confianza en su equipo o en que ganaría como para ponerse de ese modo. No merece jugar si actuará así -respondí, todos estaban de acuerdo conmigo.

-Pero aun así... ¡Eres Genial! -vuelve a exclamar Hinata mirándome emocionado- ¡Hiciste POOM y luego FIUM y.. y.. !

Me comencé a reír un poco por su forma tan tierna y graciosa de describir su emoción al verme jugar, aunque tuve que aguantar un poco el leve dolor de cabeza que me provocó reír.

-Gracias, Hinata... pero creo que este fue mi peor partido, me dejé llevar por lo que Vera decía y no jugué como debía -respondí haciendo una leve mueca.

-Pero de todos modos lo hiciste genial -insiste-. ¿No? ¿Kageyama?

-Huh... -este me mira por un breve periodo de tiempo antes de apartar la mirada-. Sí... lo hiciste genial.

Les sonreí de nuevo, enternecida por su apoyo y consuelo.

-Gracias...

-Tus remates son muy fuertes, incluso más que los míos. ¿Cómo lo haces? -cuestiona Asahi interesado.

-¡Enséñame por favor, _________-san! -pide Tanaka emocionado. Nishinoya salta entre ellos.

-Tus recepciones son las mejores. ¡¿Cómo puedes llegar tan rápido?!

-Cálmense chicos, no griten -pide Daichi calmando a los tres chicos. Me reí entre dientes sin que me doliera la cabeza esta vez.

-Está bien Daichi, gritar es lo suyo después de todo -comenté consiguiendo que algunos de ellos se rían y otros sonrieran algo apenados.

-Lo siento -se disculpan los más gritones del equipo.

Negué con la cabeza para despreocuparlos, iba a responderles las preguntas cuando una enfermera entra a la habitación y saca a los chicos, pues los del Seijoh ya querían verme también. Los del Karasuno se despiden de mí, deseándome una pronta recuperación y apenas ellos terminaron de salir, los del Seijoh entraron. Apenas Iwaizumi me ve, se acerca a mí y algo dudoso por la presencia de los otros chicos, decide dejar de lado su orgullo y me abraza.

-Tarada, me asustaste -se sincera por lo bajo, haciendo que yo sonría un poco.

-Lo siento -respondí aceptando su abrazo que pronto acaba y él se separa.

Iwaizumi se hace a un lado para dejarme ver a los demás chicos sonriendo mientras lo miraban, ya que él no es de mostrarse siendo cariñoso con nadie.

-Tsk -fue la respuesta de Iwaizumi antes de sentarse a mi lado.

-Okey, ya pueden enloquecer -comenté volviendo la mirada al frente y entonces todos los chicos saltan sobre mí.

-¡________-san! -exclaman en susurros al saber que no podían gritar tan fuerte por mi sensibilidad en estos momentos. Tampoco me aplastaron, solo se me aglomeraron para comprobar mi estado.

Reí suavemente hasta que sentí una mano sujetar la mía y cuando miré al frente vi a Oikawa arrodillado frente a mí, luciendo preocupado y aliviado a la vez. Sujetaba la mano que tenía la pulsera mientras yo rogaba porque no pudiera sentir mis temblores o ver mis mejillas coloradas.

-_________-chan. Me alegra que te encuentres bien -dijo con un tono aliviado y feliz.

Sonreí algo nerviosa y solo atiné a asentir, pues estaba cien por ciento segura que si pronunciaba palabra, iba a tartamudear. Me sobresalté cuando sentí como él acaricia mi mano con su pulgar, yo sentía que me picaba la piel por su tacto, ese hormigueo otra vez. Iwaizumi termina por agarrarlo y separarlo de mí.

-Ya estuvo bien -comenta este.

-¡Iwa-chan! -se queja Oikawa.

Suspiré profundo calmando mi entrecortada respiración mientras sujetaba la muñeca que Oikawa agarró, pues el hormigueo continuaba. Sonreí hacia Iwaizumi y le agarré del brazo.

-Calma, no seas tan celoso -dije riendo con la boca cerrada y él solo se cruza de brazos y se sienta de nuevo a mi lado.

Los chicos se acomodaron en algún lugar de la habitación y comenzamos a hablar sobre el partido, realmente estaban furiosos con Vera por lo que hacía durante el juego y creían que la expulsión había sido un castigo adecuado. Me agradaba que se preocuparan por mí... son muy tiernos.

CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora