Me lancé para que la pelota no tocara el suelo y me volví a levantar. Corro y salto para que me marquen a mí como señuelo cuando Akane levanta la pelota para Emiko quien consigue el último punto del partido. Salté de la emoción y todas gritamos junto a la hinchada a la par que derribábamos a Emiko por haber hecho el punto ganador.
-¡Buen remate, Emiko!
-¡Pasamos a las eliminatorias! -nosotras nos abrazamos a punto de llorar por la emoción y felicidad, pero finalmente nos levantamos del suelo.
-Esforcémonos. Ganaremos el siguiente partido -exclamé poniendo mi mano al frente.
-¡Sí! -responden las demás y colocan de igual manera sus manos sobre la mía.
Gritamos nuevamente y nos separamos, tuvimos que ir a despedirnos de las del otro equipo y luego nos acercamos hacia la hinchada y agradecimos por sus ánimos. Levanté mi mano derecha en un puño y miré hacia Oikawa, Iwaizumi y el resto del equipo. Oikawa sonríe ampliamente.
Nosotras juntamos nuestras cosas de la banca y nos fuimos de la cancha. Pero no pude evitar recordar que ahora... es el momento que los chicos del Seijoh se enfrentaran a los chicos del Karasuno. Tenía tantos nervios, no quería que ninguno de los dos perdiera, pero eso es algo que no se puede evitar.
-¡Vamos, Seijoh! -gritan las chicas.
-¿Por qué no los alientas, ________-san? -pregunta Chinami.
-Am... es que me duele la garganta -me excusé sonriendo nerviosa.
-¿Huh? ¿Estás bien? ¿No quieres ir a la enfermería o algo?
-No, tranquilas, se me pasará con descansar mi voz.
Ellas asienten comprendiendo y al instante vuelven a seguir gritando para animar al Seijoh. Noté que ellos nos voltearon a ver, algunos me miraron, levanté los pulgares para darles ánimos. Volteé a ver a los del Karasuno, Hinata, Kageyama y otros también me voltearon a ver y volví a levantar los pulgares.
Suspiré y me apoyé por las barandas cuando el partido por fin comenzó. Creo que nunca me cansaré de ver a los chicos jugar, cada minuto es más emocionante que el anterior. Me aferraba al frío barandal cada vez más fuerte.
-¡Huh! -solté preocupada cuando Oikawa salvó la pelota, pero terminó cayendo sobre unas tablas.
No me importó ni dónde había parado la pelota, solo podía ver hacia su dirección esperando a que estuviera bien. Se levantó al fin y se encontró con mi mirada, seguramente notó mi preocupación porque me sonríe apenado y me hace un gesto con la mano para restarle importancia a lo que ha pasado.
Él regresó, caminaba bien y con normalidad así que pude respirar con más tranquilidad, sin embargo... instintivamente llevé mi mano hasta la pulsera que él me ha dado. Jugué con esta mientras pensaba preocupada en que no me gustaba pensar en la posibilidad de que se fueran a lastimar. Dejé de pensar en eso para concentrarme en el partido. Los de Karasuno sí que estaban decididos a ganar y no rendirse.
Y lo demostraron cuando pasado el tiempo... ganaron el partido....
Estaba feliz por ellos, realmente lo estaba. Pero claro que también me sentía terrible por mis chicos.
-No puedo creerlo... -murmuran las chicas-. Perdieron...
-Hey... ¿Ya lo olvidaron? -llamé la atención de las chicas-. No siempre se gana. Así que es mejor animarlos ahora. No recordarles lo que ya saben que sucedió.
Ellas asienten dándome la razón y volviendo a ver a los chicos. Aunque dijera eso... ver a los chicos tan desanimados me hace sentir el corazón encogido. Oikawa estaba con la mirada perdida, no podía creérselo y sé bien porqué. Volteó la mirada para encontrarme, me vio con tristeza, lo único que pude hacer fue responderle con una sonrisa leve.
Se despidieron del Karasuno y se acercaron hacia nosotros en la hinchada.
-¿Se van a deprimir hasta morir, en serio? -pregunté llamando su atención-. Se esforzaron, eso es lo importante, chicos. Claro, duele ahora, pero espero que no pierdan la fe en ustedes y esa seguridad que nosotros amamos ver cuando juegan.
Ellos levantan la cabeza y me miran aguantando las lágrimas y sollozos que se asomaban en sus rostros. Se las quitan como pueden.
-Jugaron increíble, todos aquí lo creemos y los apoyamos ganen o pierdan.
Ellos vuelven a sollozar y bajar la cabeza, agradecieron una vez más y la hinchada les aplaudió de nuevo. Los chicos se van al igual que muchos del público. Me apresuré a encontrar a los chicos saliendo de los vestidores y luego de haberlos esperado, se veían cabizbajos. Me paré frente a Oikawa y lo detuve con mi dedo índice en su frente.
-No me gusta ver esas miradas en sus rostros -mencioné-. Les invito a comer saliendo del Seijoh, ¿quieren?
-¡________-chan! -ellos no pudieron aguantar más y terminaron llorando. Yo sonreí con ternura.
-Bueno ya, tengo que irme al igual que ustedes. Piensen en qué quieran comer ¡sin dejarme en banca rota esta vez!
Algunos dejan escapar risillas más animadas al recordar la última vez, asintieron finalmente y yo estaba por irme al bus que nos llevaría a las chicas y a mí.
-Espera, _________-chan -Oikawa me toma por la muñeca para detenerme y yo me sobresalté un poco.
-¿Huh? ¿Pasa algo? -pregunté dándome la vuelta para verlos.
-Vuelve con nosotros -Iwaizumi se adelanta un paso y Oikawa asiente soltando mi muñeca. Los demás muestran sonrisas y con la mirada me piden que acepte.
-Claro, buscaré mis cosas -comenté finalmente y salí corriendo para apresurarme y no hacerlos esperar tanto. Me encontré con las chicas y agarré mi bolso-. Chicas no iré con ustedes en el bus, me vinieron a buscar.
Sabía que, si decía que los chicos me iban a llevar a la escuela, ellas, a excepción de Akane, armarían una escena. Son mi equipo y me respetan como su capitana... pero en una situación como esa no respetarán ni que los chicos estén deprimidos si tienen la posibilidad de estar con Oikawa.
-Está bien, nos vemos capitana.
-Adiós.
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CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||
Fanfiction_________ es mejor amiga de Iwaizumi Hajime desde que eran unos niños y gracias a esa amistad surgió la suya con el famoso armador, capitánd del equipo masculino del Seijoh, Oikawa Tooru. Pero esa amistad termina por ser un amorío por este último, c...