CAPITANES || Oikawa Tooru x Tú ||

Capítulo 34

Sabía que no quería preguntar para no verse desesperada, pero desde que me encontré con Akane noté lo ansiosa que estaba por saber todo lo que pasó entre Oikawa y yo cuando nos separamos ese día luego de la disculpa de esa chica.

-¿Y bien? -no duró ni cinco minutos.

-Me declaré... -respondí sonriendo y manteniendo la mirada en el frente.

-Quiero saber todo con lujo de detalle -exclama emocionada y haciéndome reír por su cambio de actitud tan repentino. Ella realmente es bipolar con sus opiniones.

-Me parece que tu odio hacia Oikawa desapareció y vuelve a agradarte -comenté.

-Para nada. Pero quiero ver que sonrías. Eso sí, estaré siempre para darle golpes a todos los que te hagan daño -asegura con firmeza.

-Recuérdame advertirles, vi el moretón de Oikawa -comenté señalando mi ojo derecho, pues sí. Oikawa tenía un ojo morado cuando fui a verlo.

-Oh no, ese fue Iwaizumi. Yo le di una patada en una zona donde no le llega el sol -afirma orgullosa por algo tan violento.

-¡Akane! -le reproché.

-¿Qué? ¿Te dejé sin descendencia?

Abrí los ojos de par en par mientras sentía como mi rostro comenzaba a enrojecer y a arder por sus suposiciones tan tontas.

-Te golpearé -afirmé consiguiendo que ella empezara a reír sin tomar en serio mi amenaza.

-En fin, cuéntame ya -pidió calmando su risa.

Suspiré negando con la cabeza y rodando los ojos mientras sonreía levemente. Finalmente fui contándole lo que sucedió en el gimnasio, desde que llegué hasta que me fui. Obviamente omití el detalle de que hice remates, era obvio que me regañaría y golpearía para que aprenda a que no debería de haberlo echo mientras estaba reposando aún.

-¡¿Dónde quedó el beso en esta novela?! -chilló al terminar de narrar lo sucedido.

-No hubo -respondí cruzándome de brazos.

-¡¿Eh?! ¡¿No que lo perdonaste?!

-Primero, dije que pensaba en perdonarlo, no que lo perdoné en ese momento -me excusé-. Segundo, no porque lo perdoné significa que ya hasta lo voy a besar. Ni que fuéramos pareja.

-"No lo perdonaste" -me remeda rodando los ojos-. Por ahora no son pareja pero sí podrían serlo. ¡Idiota! ¡Se te declaró! ¡Le gustas! ¿Escuchaste? No lo creo, te lo repetiré. ¡L-E G-U-S-T-A-S! ¡Hasta te lo dijo, mensa!

-P..Pues sí, pero...

-Pero nada. Le gustas, te gusta, fin de la historia. ¡Dios! Se complican tanto... -responde exasperada y bebiendo de su agua para calmar sus nervios alterados.

-¿Por qué de las dos, la desesperada aquí eres tú? -cuestioné

-¡Porque me desesperan! ¡Ambos son unos Idiotas! -respondió obvia, Levanté mis manos a modo de paz por si fuera a pegarme por esa pérdida de paciencia.

-Calma, calma -suspira haciéndome caso y yo resoplé-. Oye... cambiando de tema... En dos meses es el partido. ¿Me acompañas al doctor para comprobar si ya podré jugar?

-Está bien. Vamos.

Ambas nos levantamos de la banca del parque y salimos de este, esta vez sin el riesgo de ser golpeada por una pelota que se dirija justo a mi cabeza. Aunque, al salir recordé algo.

-Oh, cierto. Akane, Iwaizumi dijo que si iba al hospital que lo llamara, así que espera un poco.

Ella asiente estando de acuerdo, mientras que yo agarraba mi celular para marcar el número del susodicho. Apenas dejó sonar dos tonos cuando lo agarró.

-Hola.

-Iwaizumi, Akane y yo estamos por ir al hospital para saber si ya podré jugar el próximo partido. Estamos en el parque.

-Bien, en cinco estoy allí.

Corté la llamada y guardé mi celular. Ambas nos sentamos para esperarlo y dicho y hecho, en cinco minutos llegó.

-¿Vamos? -dice al estar a nuestro lado. Asentimos en respuesta.

Por el camino hacia el hospital, las que más hablábamos éramos Akane y yo, Iwaizumi no quería meterse mucho en la conversación que ni siquiera le importaba. Al llegar al hospital, pedimos turno y nos pusimos a esperar hasta que llegó mi momento de entrar. Suspiré para calmar mis nervios. Me hicieron algunas pruebas para saber si había algo malo y luego me hicieron sentarme junto a los chicos para saber el final.

-Bueno, no hay nada por lo que debas preocuparte. Te has mejorado muy bien -comenta el doctor haciendo que yo suspire aliviada-. Pero esa recaída que tuviste hace días me preocupa un poco a decir verdad. Así que lo mejor es que sigas con el descanso y la medicina.

-Pero... ¿podré jugar para dentro de dos meses? -pregunté esperanzada.

-Para ese entonces quiero que vengas de nuevo y así lo comprobaremos, pero yo creo que podrás jugar -responde con una sonrisa segua.

Casi me desplomé del alivio y Akane e Iwaizumi sonrieron ampliamente, Akane me abrazó con fuerza por lo feliz que estaba al igual que yo.

-Gracias.