Capítulo 15: ¿Los enanos odian beber?

134 27 0
                                    

Después de esa cacería tan extraña de la mañana, decidimos volver a la aldea, ahora junto con los 8 nuevos enanos, al vernos Emi arqueó una ceja.

-¿Creí que salieron solo tres?

-Si cuentas a montura salimos cuatro en realidad. -Dije encogiéndome de hombros.

-Ok, mi error. -En ese momento podía ver como los enanos se veían maravillados con los campos del campamento, yo por mi parte solo les miré sonriente.

-Llevamos viviendo aquí por unas semanas, aunque aún nos falta bastante para convertirlo en una aldea en condiciones. -Dije mientras ellos llevaban el jabalí, si se preguntan por qué les dejaba empujar el animal, es porque no los perderíamos de vista aunque intentaran escapar con él, además de que me daba pereza.

Ese día terminé asando la mitad del jabalí, que aunque parezca demasiado, recuerden que no solo como yo, sino toda la aldea (a excepción de Emi que no come carne) y eso incluye a plumoso y montura, además de que teníamos invitados ese día, durante el mismo los enanos se mantuvieron un poco reacios a interactuar con los demás, pero dad su situación es entendible.

-Debo decir que siempre imaginé a los enanos con un tarro de cerveza en mano, aunque se los ve bastante educados. -Comenté mientras los veía, en eso, Tramin, un enano con una pequeña barba de chivo y pelo liso me miró extrañado.

-Realmente odiamos la cerveza, por lo que no sé de donde saca esas ideas señor. -Ok, eso me sorprendió.

-Espera ¿En serio?

-Sí, normalmente somos más del té, por eso nos acentuamos a la falda de las montañas, donde la temperatura ayuda con su cultivo. -Ok, eso no lo sabía. Mientras los hombres enanos actuaban con educación y buenos modales, pese a estar comiendo prácticamente con las manos, las mujeres de esa tribu pues dejaban que desear en ese aspecto, veías como más que comer tragaban la carne, se peleaban en la mesa y no les importaba recoger del suelo lo que se les caía para comérselo, era un espectáculo dantesco en cierta forma.

-Marian, Meloete, Melty, Madeleine compórtense por favor. -Recriminaba el enano de pelo rizado.

-¿Todas con M?

-Sí, por tradición a las Mujeres enanas se les nombra con la M al inicio y a los hombres con la T.

-Realmente es una cultura interesante. -Dije, entonces, una de las enanas, más concretamente Melty, una de más o menos 1,35 metros de altura, con dos coletas de peinado (como pueden mantenerlas en el bosque es todo un misterio) y un busto considerablemente generoso se acercó a nosotros sonriente.

-Eres un buen tipo y tienes un campo grande, pero te falta infraestructura en este sitio. -Dijo sonriente.

-¡Melty! No insultes a la gente así, aunque le alagaras antes. -Volvió a retarla el enano, debe ser cosa de su cultura supongo, pero entonces la de las coletas continuó.

-Como agradecimiento, deja que al menos te preparemos unos cubiertos en condiciones. -Dicho y hecho, esa tarde comenzaron a trabajar con troncos de madera y un cuchillo que les prestamos, como la tarde solíamos descansar, realmente no interrumpían nada, para el final del día, crearon un juego de platos y cubiertos de madera para todos en la aldea.

-Esto sin duda es impresionante. -Dije al ver el trabajo de artesanía.

-Agradecemos sus humildes palabras. -Dijo el de barba de chivo.

-Por cierto, dijeron que son más de té ¿Me equivoco?

-Por supuesto que no. -Me quedé pensando un momento.

-Díganme, sus campos de té ¿Estaban muy cerca de donde descansa el dragón? -En eso los enanos se miraron el uno al otro.

-Pues, no del todo, como todos los cultivos están por afuera de la cueva ¿Por qué lo pregunta?

-Bueno, no tengo té en mi campo y creo que sería un buen aditamento si puedo conseguir una planta o dos...

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora