Capítulo 31: Conflicto a la vuelta de la esquina

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Después de sembrar las semillas de primavera, pude encargarles el campo a los enanos, quienes parecen que están trabajando más duro desde que se enteraron que van a ser padres, supongo que es algo natural en algunas especies, yo por mi parte me fui a cazar un poco para reabastecer la carne del pueblo, esta vez decidí dejar el entrenamiento de Samira a cargo de Carla mientras lidio con esto, Emi terminó acompañándome esta vez, realmente no me molestaría, sino fuera porque lo está usando para no entrar en contacto con los lobos, sé que no podrán vivir juntos al instante, pero quisiera que al menos intentara llevarse bien con ellos. Esa tarde cacé un jabalí gigante y sí, me refiero a uno de más de 6 metros, aunque con Nyan de mi lado no es para nada difícil.

-Aunque ya sepa que eres el más fuerte, aún me sorprende lo fácil que puedes acabar con esas cosas. -No voy a mentir, si se me subió un poco. 

-Bueno, después de tanto tiempo, supongo que mi fuerza aumentó un poco.

-Aunque esta fuerza era de esperarse de mi compañero. -Decía con orgullo, la verdad no sé si eso es un cumplido para mí o para ella, pero lo que sí me sorprendió es que cuando no estaba viendo, ella tomó mi mano, lo que provocó que desviara la mirada ¿En serio? ¿Después de todo lo que hicimos y te da vergüenza tomarnos las manos? Te juro que no entiendo del todo a esta gente, aunque bueno, ya que es Nyan quien lleva el jabalí y de paso lo drena al beber su sangre, realmente no me molesta.

Pero mientras volvíamos, una situación inusual bloqueó nuestro camino, frente a nosotros, un grupo de amazonas y un grupo de conejos luchaban a gran velocidad, apenas los podía ver pero se escuchaban más que claro el impacto de las armas.

-¿Debemos ayudarlos? -Pregunté.

-Debemos escapar. -Dijo Emi, en ese momento comenzamos a correr, pero antes de darnos cuenta, quedamos atrapados en medio de la pelea cuando un hacha cayó frente a nosotros y entonces una amazona bastante alta de pelo corto cayó junto a ella, tomándola por el mango.

-Conejo cobarde ¿Intentas escapar? -En ese momento se lanzó por Emi, pero yo solté un tentáculo para detenerla, desafortunadamente, interceptó con su arma y se lanzó por ella, para mi fortuna, el entrenamiento de Emi la preparó para esto, de una patada lanzó la amazona contra un árbol mientras levantaba la guardia, fue entonces que los combatientes se fijaron en nosotros, tanto lanzas como hachas nos apuntaron.

-¿Qué hacen aquí? -Emi les miró con rabia, pero las amazonas ni se inmutaron, los conejos por su parte, mostraron una mueca como quien esconde una risa, puesto que estaba complicada la cosa, no me quedó de otra que intervenir.

-Oigan, sólo somos miembros de una pequeña aldea inter-especie, realmente no tenemos nada que ver con su conflicto. -En ese momento su armas apuntaron más cerca de nosotros.

-Si son otra aldea, son nuestro enemigo. -Dijo el que parecía el líder de los conejos.

-Eso no tiene sentido ¿Qué tenemos que ver nosotros con su pelea? -Entonces la amazona intervino.

-El gran dragón que habita en la zona norte donde solían estar los enanos reclamó la mitad del bosque como su territorio, por lo que el espacio ya no sobra, así que no podemos permitir más tribus. -¿Así que ese dragón seguía haciendo de las suyas? En este tipo de situación realmente no existe una salida fácil, pero como no estaba viendo otra salida, una propuesta estúpida salió de mi boca.

-¿Entonces si el dragón desaparece la guerra se detendrá?...

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora