Capítulo 13: Explorando el terreno.

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Con todo eso de la invasión del pájaro, se me olvidó vigilar la carne que estaba haciéndose, por lo que mi carne asada terminó super quemada, recuerdo que mi madre una vez se quejó de que el asado no estaba bien cocido con el clásico "esto lo llevo al veterinario y se salva" pero creo que esta vez me pasé de cocido, quizá sí debí comerme al pájaro, aunque pensándolo mejor no.

Después de que plumoso y montura se unieran al grupo (así llamé al pico brillante y su planta parásito respectivamente) me encontré con una ventaja mucho mejor para mi vida, ya que el ave en cuestión era capaz de llevar hasta dos personas en su espalda, esto me permitía explorar el terreno con mucha más facilidad, aunque a causa de la pelea y el injerto, la vid de Nyan redujo su tamaño casi que al completo, en este momento eso era complicado, pero dicen que cuando Dios cierra una puerta abre una ventana (Y también dicen Kono, Dio da! Pero eso no es importante) desde donde antes estaba las vids, ahora se podía ver como esta comenzaba a extenderse un par de yemas (pequeños vultos verdes en la base de la vid) que según Nyan daría origen a dos nuevas vids, por lo que al final me beneficiaba la situación, aunque me tomara un par de días. 

Esa tarde le pedí a Emi que me acompañara, ya que montamos a Plumoso para dar una vuelta de exploración, siendo que Nyan está indispuesta, necesito alguien que pueda pelear para apoyarme. Desde el cielo el bosque es una vista totalmente diferente, las copas de los árboles se encontraban formando un mar verde que se extendía por lo lejos, además, el río que solíamos cruzar cortaba el verde y podía ver a lo lejos una montaña que cortaba el paso, me daba curiosidad saber que se escondía tras ellas, pero algo me decía que no debía acercarme allí y tomando en cuenta mi buen sentido del peligro, creo que mejor lo escucho, lo que sí me sorprendió para bien, fue un punto marrón que estaba hacia el este del campamento, a unos 2 kilómetros de una aldea que Emi identificó como la tribu de las amazonas, me encontré con algo sorprendentemente bueno, un banco de sal, inmediatamente le dije a plumoso que bajara, al pasar mi mano por la roca lo confirmé, mientras mi cara demostraba mi sonrisa, Emi solo veía raro que lamiera piedras del camino, más tarde tendré que explicarle, aunque Nyan por suerte traje la mochila con la que vine a este mundo, en ella coloqué unas piedras de sal para volver al campamento.

En el segundo viaje terminé teniendo que llevar a una de las amazonas, ya que según Carla, si las ignoraba demasiado estas sentirían rencor de Emi por acapararme al completo, supongo que nuestro trapo es realmente hábil tratando con varias mujeres ¿Serán su intuición femenina o el instinto de conservación del tremendo trabuco que lleva entre las piernas? 

Ese viaje terminé yendo con Sivir, quien por lo visto terminó la placa de piedra que le pedí, por lo que me pidió acompañarme, aunque Samira la vio raro por ello. Ya que en el primer vuelo revisé el este, esta vez volé al oeste, encontrándome esta vez, con una costa que estaba más o menos a unos 80 kilómetros del campamento me encontré con una costa, debo decir que de no ser por plumoso probablemente no habría conocido ese sitio jamás y la verdad me alegra bastante ello, no solo porque ahora por fin puedo tener mi episodio de playa, sino también que es una playa de arena, por lo que tras cargar una parte de la bolsa que armé con el cuero del ciervo de arena, volvimos, al campamento. Armar el horno de arena nos tomó cerca de medio día y aunque yo no sabía como hacerlo, por lo visto Cía solía ser artesana en vidrio con su familia en el pasado, así que le encomendé crear dos frascos grandes de vidrio ¿La razón? los podía llenar de luciérnagas para alumbrar en la noche sin miedo a que el humo nos intoxique en las cuevas. Esa tarde fui a capturar algunas luciérnagas con ayuda de Carla, suficientes para dos frascos.

Esa noche cuando nos fuimos a dormir, decidí presentarle a Emi lo que le pedí a Samira que preparara el otro día, entonces se lo entregué envuelto en cuero, al abrirlo, ella se quedó asombrada.

-Probablemente no sea tan buena como las de la tribu conejo, pero creo que al menos con esto debería dejarte en claro que no eres solo una exiliada aquí. -Dentro de la tela se encontraba una lanza de hueso, debido a que el cuerno del ciervo era tan grande, prácticamente pudieron tallar una lanza completa de ella, usando las cornamentas como una doble punta curva, al verlo ella miró la lanza, después a mí y así varias veces.

-Pero... yo... -En ese momento sonreí.

-Tú lo dijiste, ahora somos tu tribu, así que no tienes que considerarte a ti mismo una exiliada. -En ese momento ella saltó encima mío y besó mis labios, pude notar como en sus ojos las lágrimas se acumulaban, pero eran de felicidad.

-Yo... yo... -Decía con la voz quebrada, yo solo acaricié su cabeza.

-No tienes que decir nada, lo entiendo. -Entonces una voz nos interrumpió.

-Sin duda es una bonita escena. -Al ver de donde venía, me encontré a Samira, quien nos observaba y tras unos momentos se acercó a nosotros, colocando su mano en mi entrepierna.

-Aunque ya que yo lo preparé ¿No deberías compartirlo conmigo al menos hoy conejita? -Esto terminará mal, en ese momento solo pensé que debía actuar rápido, pero entonces Emi respondió antes que yo.

-Bueno, si puedes seguirme el ritmo. -En ese momento me sorprendí más yo que nadie.

-Espera ¿Estás de acuerdo? -Dije temeroso, en eso ella me susurró al oído.

-No me importa que se nos unan más, pero dejaré en claro que tu corazón es solo mío. -Ok, ganso-kun, estuvimos preparándonos para esto toda nuestra vida, la verdad, jamás pensé que llegaría el día, pero ya que está aquí ¡Da lo mejor de ti gansito! En ese momento caí en cuenta de otra cosa.

-Espera ¿No estás aquí porque Carla te envió? -En ese momento Samira negó con la cabeza.

-La verdad dijo que no deberíamos venir hasta que usted nos llamara, pero digamos que decidí tomar la iniciativa yo. -Ok, esto me confundió ¿Acaso viajar a un isekai te vuelve inmediatamente apuesto? Si es así, mis condolencias mis amigos no isekai.

-Ok, eso es raro, no creo que sea realmente un galán de telenovela y menos para enamorar a tantas razas distintas. -En eso Samira se acercó y me besó también, su lengua es menos áspera que la de Emi, que con más músculos y más invasiva también.

-Para las Amazonas, la fuerza es belleza, mientras más fuerte, más apuesto es el macho y tú eres quien demostró mayor fuerza, ya que Carla era la más fuerte de las amazonas y tú la zarandeaste como si nada. -Así que soy fuerte y por eso soy guapo... creo que debería agradecerle a Nyan más tarde, en eso Emi la miró extrañada.

-Ok, eso no lo sabía, realmente son un tanto extrañas. -En eso Samira le miró y arqueó una ceja.

-¿Que define la belleza en la tribu conejo? -Eso me daba curiosidad la verdad, pero en ese momento Emi se mostró un poco avergonzada.

-Bueno... el pelo.

-¿El pelo? -Dije confundido.

-Mientras menos pelo tenga el macho, más atractivo es... -¡Gracias por mi lampiñez! En ese momento fue Samira quien volvió a intervenir.

-Bueno, creo que el momento de las charlas ya acabaron ¿Por qué no mejor pasamos a lo verdaderamente divertido? -En eso Emi sonrió de forma maliciosa.

-Espero que te hayas preparado, porque no te dejaremos dormir para nada hoy. -Les dejo una última enseñanza, el triciclo, realmente los puede destrozar si no se preparan de antemano...

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora