Mi pequeña Villa en otro mundo

capítulo 14: ¿Podrían pasar 5 minutos sin meter nuevos personajes?

Pasaron cerca de una semana desde que plumoso se unió y la verdad se volvió un aditamento bastante útil para las cacerías, siendo que desde que terminaron de construir el muro ya no tenía una tarea para las amazonas, le pedí a Carla que me acompañe a las cacerías, gracias al pico brillante, pudimos expandir nuestro territorio de cacería, además de que por petición de Carla intentamos un nuevo estilo de caza, básicamente uno que consistía en saltar desde el aire sobre las presas para aplastar sus cabezas con el hacha o en mi caso, perforar su cráneo con la vid de Nyan, la cual no solo se recuperó al completo, sino que además también obtuvo dos nuevas vids, las cuales suelen enroscarse en mis piernas, lo que además me dio una nueva forma de combate, una en la cual dejo a Nyan controlar mi cuerpo para pelear en corto con patadas potenciadas por su fuerza. Aunque Plumoso es carnívoro, las cacerías suelen dar bastante carne y aunque cazar todos los días suene problemático, es más práctico tomando en cuenta que no tenemos donde conservar la carne. Los cultivos crecieron bastante bien, Emi suele estar encargada de ellos junto a Sivir, la cual terminó las losas de piedra y me ayudó a completar mi bañera creando tablones para armar una tina cuadrada, aunque aún es un poco molesto calentar agua en la regadera, pero sigue siendo mejor que solo lavarme con un trapo.

En cuanto a lo que pasó la última vez, pues al final se puede resumir en que Samira terminó mudándose con Emi y conmigo, pensé que le molestaría, pero Emi parece haberlo tomado bien, aunque de a ratos admite que no es muy fanática de la idea, pero que prefiere evitar iniciar un conflicto interno en la aldea por oponerse a las tradiciones amazónicas, que madura mi conejita...

¿Mi situación actual? Estamos siguiendo un jabalí verrugo, una criatura de rango C+ bastante similar a un jabalí de la tierra, excepto porque le duplica el tamaño.

-Muy bien, este es el plan, que plumoso baje para acercarnos a él... -Pero antes de que pudiera si quiera terminar, Carla saltó desde el lomo del ave con hacha en mano al grito de "¡Por Freidyne!" supongo que será una diosa amazona, como cabría esperar, falló su objetivo, cayendo de lleno al suelo y siendo atropellada por el jabalí, la cual la mandó a volar (aunque sea un hombre de la tribu amazona, me es imposible verlo así tomando en cuenta su cuerpo y rostro femenino... siento que me van a funar) Tras ser arrojada contra una roca que casi atraviesa por el impacto, le indiqué a montura que descendiera a Plumoso, una vez cerca de los árboles, salté a las copas de estos para moviéndome con rapidez (gracias a Nyan) rápidamente me adelantara al Jabalí que corría por Carla, atrapando sus piernas traseras con la vid de mi torso y provocando que cayera, para después saltar varios metros en el aire desde la rama para atravesar el cráneo de la bestia con la vid, drenando la sangre de paso al dejar que Nyan la absorba, mientras, podía ver a Carla reincorporarse después de la zarandeada.

-Sin duda, un oponente formidable. 

-Y tú, un idiota irremediable. -Por lo visto esto la estremecía.

-Por favor, insúltame un poco más y luego dime como violarás a todas mis esposas frente a mí para demostrar tu dominación. -Decía con una cara rara.

-Mejor solo volvamos a la aldea. -Pese a ser un animal tan grande, entre la fuerza de Nyan y la de Carla, cuya resistencia me sorprende cada día más, podíamos arrastrar el jabalí hasta casa, estábamos a más o menos unos seis kilómetros del campamento, pero gracias a plumoso, era fácil no perderse, por lo que a nuestra velocidad actual estaríamos de vuelta en más o menos una hora, mientras volvíamos, sentí como si algo o alguien nos observaba, debería mantener un poco más de precaución, pero realmente deseaba que no fuera nada, aún así, le pedí a Nyan que vigile nuestra espalda, razón por la cual comencé a empujar el jabalí desde detrás mientras Carla tiraba de él. Cuando ya teníamos recorrido cerca de tres kilómetros, fue que sentí los movimientos más nítidos, fue allí que finalmente me detuve.

-Si planeas atacar, hazlo ahora. -Dije mientras me preparaba para pelear, en eso, desde los arbustos, aparecieron ocho figuras, relativamente pequeñas, de más o menos un metro cuarenta de altura, cuerpo robusto sin llegar a gordo y sin ni una pizca de barba, eran enanos, más específicamente, dos enanos y seis enanas, las cuales debo admitir tenía un busto impresionante que se recalcaba más con su baja estatura. En eso, uno de los hombres enanos, un tipo de pelo enrulado y color zanahoria dio paso al frente y empezó a hablar.

-Pedimos perdón si le hemos hecho sentir amenazados, es solo que al ver tan extraña pareja que forman un humano y una amazona, pensamos que igual se solidarizaban con un grupo de desamparados. -En eso Carla intervino.

-Ante que nada una cosa, yo no soy su chica, soy quien ve como él se coge a sus chicas. -¿En serio era necesaria esa aclaración? y ¡¿Por qué te excitas en este tipo de situaciones?! Por suerte los enanos son un poco más de no darle importancia a estos temas, pero entonces, una de ellas, parecía que se estaba desesperando.

-¡Al carajo con esto! Solo robémosles el jabalí y si se resisten a golpes los bajo. -gritaba una enana de pelo rizado y corto de color castaño. 

-Madeline, te ruego te controles, no recurramos a la violencia. -Decía el enano de antes.

-Ok, está claro que la cosa está complicada para ustedes, aunque quizá si lo hablamos podemos llegar a un acuerdo. -Los enanos se miraron el uno al otro, antes de responder.

-Vera, la verdad solíamos ser parte de una tribu de enanos que vivía en la montaña de cobre, al este de aquí, pero tras la invasión de un dragón, tuvimos que escapar, pero solo nosotros nos salvamos.

-¿Era tan poderoso? -Pregunté con cierto miedo.

-En gran parte es porque los enanos no corren.

-¿Código de guerreros?

-No, es solo que cuando mides 1,40 y tu barba 1,20 está difícil correr sin tropezar. -Cosas que la naturaleza no previo supongo.

-Así que por eso están en el bosque.

-Sí... aunque ustedes son fuertes, sé que no tengo derecho a pedirlo, pero por favor, ayúdenos a recuperar nuestra montaña del dragón. 

-Las pelotas...