Una vez tuvimos la fosa comencé a regar las plantas que allí tenía, incluyendo las semillas de espinas que recién planté, tras ello recolecté varias verduras para preparar un salteado para el almuerzo, por suerte para mí, planté también plantas aromáticas, por lo que tenía condimentos, aunque debo admitir que me hubiera gustado tener aceite ¿Aún puedo llamarlo salteado de verduras así? Supongo que más que saltearlas sería asarlas, aunque asado de verduras suena demasiado hipster para mí, mientras preparaba aquello Emi me miraba curiosa.
-¿Cuanto falta? -Preguntaba cada cinco minutos, las primeras veces era adorable, aunque después de la número 15 ya me tentaba tirarle un sartén por la cabeza. Una vez servido, la comida cumplió perfectamente las expectativas, supongo que el aumentar el nivel de comida a 10 de las verduras le dio mejor sabor, además de que me sentí más lleno que cuando suelo comer verduras.
-Aunque debo admitir, que me sorprende que fueras tan buena excavando, parecías una excavadora. -Dije con cierta alegría mientras tomaba un poco de las hojas de una planta de té que estaba cultivando, pero esto pareció enojar a Emi.
-No creas que dejaré pasar que me llamaste horrible gusano, solo porque es un gusano de rango C++.
-Espera ¿Qué es una excavadora para tí?
-Una bestia de los desiertos del este que mide 5 metros de largo y traga personas de un bocado ¿A que te referías tú con excavadora?
-Bueno, de donde yo vengo es como llamamos a una máquina muy útil para cavar sanjas y pozos.
-¿Qué es una máquina? -Preguntó mientras inclinaba la cabeza.
-Algo que debía estar a nuestro servicio y nos terminó esclavizando. -Dije mientras me encogía de hombros, en ese momento pude ver una mirada algo extraña en Emi.
-¿Con qué máquinas es como llamas a las que te dominan? -Sabía donde quería llegar con eso y solo podía decir que eso no es de diosito, padre nuestro, aléjame de las tentaciones furras que soy débil y en tiempos de guerra cualquier agujero es trinchera.
-Aunque la verdad es útil, siendo justos, si tuviera un poco de maquinaria, igual podría construir una casa, que eso de vivir a la intemperie ya me empieza a ser un poco incómodo. -En ese momento vi a Emi arquear una ceja.
-Espera ¿Vivías en mi carpa porque era lo mejor que tenías? -¿En serio me está preguntando eso?
-Bueno, no es que me moleste dormir contigo, en un sentido no sexual claro, pero tengo miedo de lo que le pase a la carpa cuando empiecen las lluvias. -Tras esto Emi sostuvo su mandíbula un momento antes de responder.
-¿Me ayudas a derribar unos árboles? -Eso fue extraño, pero supongo que después de cuidar el campo no tenía nada que hacer, así que...
-¿Para qué? -Pregunté confundido.
-Para construir tu casa. -Ok, no es lo más raro que la vi hacer ese día...
Tras el almuerzo tiramos abajo unos tres árboles, pensé que necesitaríamos un hacha, pero con un poco de fuerza los sacamos de raiz y todo, tras eso quemamos el exterior de los mismos, al punto de que todas sus hojas y ramas se consumieron por el fuego dejando una superficie irregular con raíces de un lado y una suerte de punta plana del otro.
-Muy bien ¿Ahora qué? -Dije mientras Emi se acercaba al árbol del centro y se sentaba.
-Ahora me toca a mí. -Tras ello comenzó a patear el suelo, dándole con tanta fuerza que empezó a hundir la tierra, realmente, los conejos dan miedo a veces, estuvo en ello cerca de cuatro horas, para ese tiempo ya empezaba a oscurecer, pero entonces escuché la voz de Emi.
-¡Pásame los troncos! -Aunque me costó por lo pesados que eran, los arrastré al interior del pozo y los tiré, yendo detrás de ellos, en eso me encontré con una cúpula bajo el suelo de tierra compacta, como un iglú subterráneo.
-Es común en la tribu conejo el construir madrigueras e ir expandiéndolas con el tiempo, así que podríamos empezar por esto.
-Espera, Emi ¿Esto es... -Entonces ella asintió sonriente.
-Síp, es tu nueva casa, considerala un regalo de mi parte. -Después de colocar los troncos a modo de pilar para sostener el techo y las paredes me quedé viendo lo que en treinta años de mi vida (aunque desde que llegué mi cuerpo se rejuveneció hasta los veinte, cosa de lo que no me quejo la verdad) jamás tuve antes. Una casa propia, que además no tenía vecinos que pasaba todo el día poniendo las canciones de la champion liga, aunque en ese tiempo les ponía temas de Chayane para contrarrestarlos, pero al final resulta que les gustaba y si intentaba sacarlo la anciana que vivía al otro lado golpeaba mi pared al grito de "No me bajes el Chayane que te cago a trompada gile"
-Si hay que ser torero, poner el alma en el fuego, no importa lo que se venga pa que sepas que te quiero... -Susurraba por lo bajo mientras veía el sitio.
-¿Eh? ¿Dijiste algo? -Preguntó Emi.
-No, solo recordaba el pasado, aunque Emi, realmente te agradezco esto. -En eso ella sacó el pecho con orgullo.
-Bueno, no es la primera casa que construyo, aunque después de todo lo que has hecho por mí, supongo que es justo darte mi ayuda. -Después de eso comencé a juntar las malas hierbas y césped arrancado durante el arado para armar camas bajo tierra, mientras Emi aferraba los pilares al muro para que sostenga mejor el techo, con esto, nuestra casa estaba tomando forma...
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Mi pequeña Villa en otro mundo
Fantasíamorí de una forma estúpida y dudo que les interese saber como, pero por mis buenas acciones me dejaron reaparecer en otro mundo con la clase que quisiera como si fuera un mmo, ¿Cual clase tomé? Pues me volví granjero... no, no es chiste Así mi avent...