Capítulo 1: Como empezó todo

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Acababa de volver de la tienda, tras dejar todo en el refri de casa me quedé viendo por la ventana un momento, el apartamento era bastante feo, pero no podía esperar demasiado por ese precio, en ese momento me apoyé sobre la barandilla del balcón y para cuando me percaté, estaba cayendo, la muerte fue instantanea y lo último que sentí fue el sonido de un crack.

Después de eso desperté en medio de un cuarto completamente blanco, allí, una joven bastante bonita de cabello rubio me miraba.

-Te has encontrado con un terrible destino ¿No es cierto? 

-Entendí la referencia. -Respondí.

-Gracias al cielo, habría quedado como idiota si no la entendías, aunque solo espero que ellos también la entendieran, si no lo hicieron pueden buscarla en google, el capi no los juzgará.

-¿A quien le hablas?

-Cosa de Diosas, no lo entenderías.

-Ok, entonces...

-Ah cierto, felicidades, te moriste.

-No sé si es para celebrarlo, pero gracias.

-Como sea, ya que se ve que eras un inútil que no consiguió ni lo básico que se le pide a los humanos en vida el sistema de almas ha decidido que no te quieren reencarnar, así que te mandaré a otro mundo.

-momento ¿Seré un kirito?

-No, tu cuerpo seguirá siendo el mismo así que aún serás feo.

-Diablos...

-Como sea, por lo visto tuviste buenas acciones en vida, así que te dejaré obtener las habilidades que quieras para tu segunda vida, pero a cambio no podrás usar ninguna de las que tenías en vida.

-Ja! Ahí te jodes, mi única habilidad era ser una decepción familiar.

-Me alegra que te lo tomes con humor, ahora elige un pack de habilidades y largate que son 5:30 y a las 6 empieza la novela. -Tras esto aparecieron frente a mí varios libros con distintos nombres de clases en la portada: "guerrero", "mago", "cazador", "granjero", "ladrón", etc. Me tomé un rato para leerlos, en resumidas cuentas, decían el equipo que incluía cada clase y las skills que te daban.

-Entonces, me llevo este. -Dije mientras tomaba el tomo de granjero, ante esto la diosa me miró confundida.

-¿Seguro? Normalmente lo pongo ahí por lo loles, aunque nunca espero que nadie lo tome.

-No me morí para morirme de nuevo a la semana, quiero hacer las cosas de granjero, como cultivar, pescar o ligarme niñas bonitas.

-Los granjeros no hacen eso.

-En la granja de mis sueños sí lo hacen. -Tras ello soltó un suspiro.

-Bueno, es tu decisión al fin y al cabo, nos vemos, trata de no morirte allí. -Tras ello todo fue devorado por una luz blanca y de pronto desperté, con un azadón en mano, una mochila llena de semillas en mi espalda y varios kilometros de bosque sin civilización a mi redonda, entonces solo asentí varias veces durante medio minuto.

-Puta... -Dije mientras miraba al vacío.

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora