Capítulo 17: Expedición parte 1

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A la mañana siguiente nos preparamos para partir a la aldea de los enanos, nos guiaría Thor (El enano de pelo enrulado) mientras que el equipo se conformaría por Emi, yo y Carla, ya que se trataba de una misión de infiltración, era mejor llevar pocas personas.

-¡Por favor! Déjenme acompañarles. -Escuché una voz decir, en eso me encontré a Samira, quien venía con su hacha hacia nosotros, pero antes de que yo pudiera decir nada, fue Carla quien intervino.

-No necesitamos peso muerto. 

-¡Carla! -Dije enojado, pero por primera vez, vi a la amazona mostrar una cara seria.

-Samira ¿Cuál es tu potencial de batalla? -En eso ella bajó la cabeza, ante esto Emi se puso del lado de Carla.

-Esta es una misión de alto riesgo, la única razón por la que nos acompaña el enano es porque necesitamos un guía, pero aún con eso, el tener que proteger a otra persona mientras tratamos de completar la misión, solo dificultará las cosas. -Pude notar en ese momento que Samira ya lo había comprendido, ella no respondió nada, pero a su vez respondió todo.

-Muy bien, vámonos, no tenemos tiempo que perder. -Dijo Carla mientras montaba a plumoso. Tomaríamos dos viajes para acercarnos a la aldea, desde allí nos tocaría volver caminando, aunque ya que montura tenía buena memoria, esta podía memorizar el camino para llevarnos con solo realizarlo una vez.

En el primer vuelo, Thor y Carla fueron hasta un sitio cercano, para el segundo, Emi y yo fuimos llevados después de dejar a Thor de vuelta en la aldea, se nos indicó con un pequeño mapa dibujado el camino desde nuestra posición, por lo que recorrimos e resto a pie, mientras Plumoso esperaba en la copa de ese árbol, aunque nos pudo acercar un poco, si entraba al territorio de vuelo del dragón, sin duda nos atacaría, por lo que era mejor no advertir demasiado nuestra presencia, al llegar, lo primero que nos encontramos fue con cerca de 5 hectáreas a la redonda totalmente calcinadas, no quedaban ni los tocones de los árboles, tomando en cuenta que sabía lo que provocó esto, me sentía aterrado de esta misión, tras caminar por el descampado un rato, encontramos la aldea enana, debo decir que no era del todo lo que esperaba de una aldea enana, pero se le acercaba bastante, tenían varios campos perfectamente cultivados, con además una extraña planta de hojas verdes y finas que supuse eran las hojas de té, además de casa de ladrillo de barro con un trabajo artesanal impresionante y con tablas de madera que elevaban la base en el pasado, así como de varias placas de metal superpuestas que estaban en su mayoría derretidas, probablemente probablemente todo eso era para separarlos de la lluvia.

-Movámonos rápido, mientras menos estemos aquí, mejor. -Dije mientras comenzábamos a investigar la aldea, varios sitios estaban algo chamuscados y aún desde el suelo, podía ver como el dragón en la punta de la montaña aún se veía enorme, si abriera sus alas podría tapar el sol por completo, en una parte considerable del bosque, supongo que ser un monstruo clase S no es por nada. Mientras explorábamos encontramos una carreta que parecía escapó por los pelos del incendio.

Entre las casas pude encontrarme por suerte con algunas que no fueron quemadas al completo, allí, comencé a buscar cualquier cosa que pudiera servirnos, mi principal objetivo era el azadón, pero los utensilios de metal son útiles en general, así que no rechazaría nada, para esta misión optamos por separarnos, dejamos la carreta junto al pozo del pueblo y exploramos tres direcciones, yo entré en una casa que tenía un horno de barro exterior, con suerte sería el herrero y encontraría herramientas encargadas... resultó ser una rotisería, bueno, pude obtener un par de ollas y una sartén, así que no es del todo malo, Nyan convirtió la vid de mi pecho en una mochila para que colocara todo lo que llevaba, desde allí comencé a explorar un poco más, la mayoría de las casas de la zona estaban destrozadas, cuando fui al fondo descubrí el porque, en el centro de la villa, donde presumo antes estaba la caza del jefe, había una huella gigante que cubría el equivalente a media manzana moderna, eso me hizo dar un paso atrás por el susto, pero entonces tragué saliva y opté por dar la vuelta, pero antes de irme, escuché pasos, de pronto, la vid de mi pierna derecha se desenvolvió y formó un escudo que detuvo una flecha, cuando miré en la dirección del mismo, lo noté, bandidos, en otra ocasión podría encargarme de ellos con facilidad, pero con las ollas en mi espalda, si me movía demasiado, el ruido podría atraer al dragón, en definitiva, estoy jodido...

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora