Mi pequeña Villa en otro mundo

Capitulo 29: Egoísta...

Desde que Tadeo y su familia se unieron a la aldea la cosa estuvo tranquila, gracias a los conocimientos de Linda pudimos comenzar a preparar azúcar, además, parece que Rómulo y Eli parecen llevarse bastante bien, incluso la veo de vez en cuando enseñándole como pelear como un conejo curioso, no pensé que fuera de las que le gustan los niños, hablando del tema, debido a que ahora tengo que lidiar con cuatro a la vez, terminaron por desarrollar su propio sistema entre ellas, básicamente cada una tiene un día de lunes a jueves donde solo ella puede estar conmigo y los fines de semana se dividen de a dos, dejándome el viernes como día libre ¿Quién pierde con esto? Pues yo, que terminan dejándome aún mas seco que antes al percatarse de que tienen un día personal... pues digamos que quieren sacarle todo el provecho posible y aunque ahora son más fáciles de complacer así, créanme, hay destinos peores que la muerte.

Ese día estaba terminando de preparar jabón de ceniza, ya que no tenemos acceso a otros medios, este conocimiento se volvió bastante útil, por otro lado, mientras cuido el campo, también la instruyo sobre la selección de semillas para la modificación genética, es una suerte que mi habilidad "botánica" no solo sirva para modificar con magia. Tadeo resultó tener un buen nivel en el arte marcial humano, por lo que se unió a las practicas de las demás a la tarde, por lo visto los humanos de este mundo pelean con un estilo similar al boxeo antiguo, quizá después le pida consejos. Esa mañana cacé un animal similar a un búfalo pero de casi dos metros de altura, en serio ¿Qué comen estas cosas para crecer tanto? Como sea, su carne vendrá bien para preparar una parrillada, así que no me quejo, además, seguro los enanos puede producir excelentes ropas y camas con ella, como la gabardina con interior peludo que me dieron o los mantos que prepararon para las demás. Tadeo actualmente está encargado de llevar los registros de la aldea para organizar mejor nuestro inventario. Estos días pasaron bastante calmos, hasta ese día.

Cerca de una semana después de que el príncipe volviera a su imperio, nos encontramos nuevos intrusos, esta vez, solo eran tres, una familia para ser más exactos ¿El problema? Sus orejas y colas los delataban, eran gente lobo.

-Por favor... ayúdenos. -Suplicó el padre de la familia.

-¿Qué? -Preguntó Emi un tanto molesta al verle.

-Mi familia, muere de hambre, se los ruego, por favor, ayúdenos... -Suplicaba de rodillas, no sería demasiado problema darles un poco de comida, nuestras reservas estaban bastante llenas, pero ese no era el problema, todos los que conocíamos la historia miramos a Emi, ella apretaba los dientes mientras veía la escena.

-¿Cómo puedes ser tan descarado? -Decía con rabia, el lobo solo la miraba sin saber a que se refería.

-Yo...

-¡Cállate! -Gritó mientras le veía, entonces ella se giró hacia mi. -No podemos confiar en él, si se recupera podría venir a atacarnos, debemos matarlo. -Ok, esto escaló demasiado rápido.

-Emi, cálmate, sé porque lo dices pero... -Intenté replicar.

-Pero nada, tú sabes de lo que son capaces, ya te lo expliqué ¿Acaso lo olvidaste? -Realmente no podría, más tomando en cuenta que ella fue desterrada por eso.

-Lo sé, pero...

-Pero nada. -Seguía replicando, pero entonces el lobo intervino, extendiendo sus manos frente a nosotros.

-Si no quieren salvarme, al menos salven a mi familia, si es por eso, incluso aceptaré que tomen mis manos, pueden incluso arrancarme los dientes uno por uno, no me resistiré, pero solo les pido a cambio que salven a mi esposa e hija, ellas no tienen la culpa de nada. -En ese momento todos vimos a Emi, incluso Rómulo, quien siempre estaba con ella le miraba temeroso, ella solo apretó los puños con rabia.

-Egoísta... -Dijo por lo bajo la coneja, ante esto el lobo solo le miró confundido, pero antes de levantar la mirada, una patada lo mando a volar, rompiéndole un de sus colmillos y dejándolo en el suelo, en ese momento Emi solo se dio la media vuelta, pero entonces la detuve. 

-¿Emi?

-¿Eres el jefe de la aldea no? Pues haz lo que quieras. -Tras ello esta simplemente caminó fuera del sitio, los lobos solo se quedaron mirando aterrados la situación, yo por mi parte le pedía a Sivir que trajera una bolsa con diferentes comidas para dársela a los lobos, él solo me miró confundido.

-Yo... No sé como agradecértelo.

-Se me ocurre una forma. -Ese día el pueblo obtuvo tres nuevos integrantes...