Capítulo 24: Culpa del superviviente.

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Después de la "cálida" bienvenida que me dieron Samira y Emi al volver, terminé saliendo de la cueva aún algo mareado y claramente deshidratado, Nyan solo se reía a mi costado mientras yo terminaba llenando una de las ollas que obtuvimos de agua para hervirla, cuando me percaté de que había una persona sentada frente a una hoguera, inmediatamente pensé en los soldados que me acompañaron, así que fui sin demasiada delicadeza, pero al acercarme, me encontré con Melty, la enana de las coletas y busto pronunciado, quien se encontraba sentada frente al fuego con una mirada melancólica.

-¿Te importa si uso tu fuego? -Dije al notarla, ella por su parte solo me miró y asintió en silencio, supongo que estaba bien, así que coloqué la olla sobre el mismo para hervir el agua, mientras, la mujer enano solo se quedaba con la cabeza mirando al suelo y sin demasiada emoción.

-¿Quieres hablar de lo que te pasa? -Ella se quedó en silencio unos momentos y tras estos respondió.

-Yo era una carpintera en la vieja aldea. 

-Entiendo... -La verdad no entendía del todo.

-El médico no se salvó, las madres de familia no se salvaron... ¿Por qué yo sí? -Ok ahora si lo entendía.

-No fue tu culpa que ellos...

-Pero aún así, ellos no están aquí... pero yo sí ¿Acaso es mi vida tan importante como para ser salvada en su lugar? -Realmente entiendo lo que le molesta, pero entenderlo no significa justificarlo...

-Escucha, si tú morías ¿Crees que eso los hubiera salvado? -Ella bajó la cabeza.

-Pues...

-No, no lo hubiera hecho.

-¿Eh? -Fue la primera vez que me miró directamente, yo por mi parte, la tomé de los hombros y la miré a los ojos.

-Nada de lo que pasó es tú culpa, si estás viva y ellos no, vive, sino es por ti, al menos trata de ser feliz por esos que ya no están. -Ella no dijo nada, solo asintió, yo por mi parte vi que el agua en la olla acababa de hervir y puesto que parecía ahora sí ser potable la saqué del mismo para que enfriara, mientras la dejaba en el suelo, ella miró la olla junto a mis pies.

-Oye... ya que tienes agua caliente ¿Te apetece un té? -Yo solo sonreí.

-Sí, sería agradable. -Tras ello dejamos la olla cerca del fuego para que no se enfríe demasiado y recogimos unas cuantas hojas, colándolas y preparando dos tazas de té que bebimos mientras Melty me contaba un poco más sobre la cultura enana y yo por mi parte termine hablando -O más bien quejándome- de la vida que tenía antes de venir aquí...

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora