Capítulo 19: ¿Cuántos Kiritos quieres?

116 19 0
                                    

El viaje en barco no fue tan cansador como esperaba, a lo sumo estuvimos en altamar por unos tres días antes de desembarcar, en ese tiempo me tuvieron bajo la cubierta, la verdad que aunque comía bien, el tener a Nyan realmente provocó que terminara con bastante hambre de todas formas, una vez tocamos tierra, salí a la cubierta, me tomó un rato acostumbrarme a la luz de nuevo, siendo sinceros casi me caigo en varios momentos, pero una vez volví en mis sentidos bajé por el puente del navío.

La ciudad que se presentaba frente a mi era una cosa impresionante, sus edificios de piedra se elevaban por lo alto en formas rectangulares con cubos de vidrio a modo de ventana, en parte me recordaba a minecraft, pero la ciudad no eran solo edificios, vehículos extraños que tenían una pequeña locomotora paseaban por las calles llevando a las personas, mientras que en el puerto de madera se podían ver varios barcos de vela donde se cargaban y descargaban productos de todo tipo. 

-Vamos, camina. -Me dijo uno de los soldados detrás de mí, yo solo lo miré con cierto disgusto pero antes de que pudiera responder, el investigador de gafas le golpeó por atrás.

-¡No seas maleducado! Recuerda que no tratas con un animal salvaje sino que con una criatura racional. -Debo agradecer que al menos uno de ellos sí fuera racional.

-Le agradezco profesor, aunque, si es consciente de mi raciocinio ¿Por qué aún llevo cadenas? -Pregunté mientras comenzaba a caminar.

-Deberá disculparnos por ello, es más un protocolo para tratar con individuos extranjeros que una precaución. -Tenía sentido si tomamos en cuenta que no sellaron la vid superior de mi cuerpo, además, ya había comprobado que Nyan podía romper las cadenas con relativa facilidad, pero no sé navegar, por lo que si planeaban soltarme una vez respondiera todas las dudas que tuvieran sobre mí, no me molestaba, por cierto, en ese tiempo aprendí bastante de los humanos de este mundo, por ejemplo, que las familias se cuentan a partir de el ancestro que logró grandes logros, ya sean descubrimientos, conquistas o revoluciones y que el concepto de apellido no existe, sino que en su lugar usan el nombre de su padre.

Al final del puerto, un carro con un motor de vapor nos esperaba, se veía como un clásico carruaje de la nobleza victoriana, con la diferencia de que traía una caldera en la parte trasera.

-Con todo respeto sr. Rose, pasé tres días sentado, por lo que preferiría poder explorar a pie la ciudad. -Tadeo Rose10, el investigador de gafas y el verdadero líder de la expedición me miró con cierta tristeza mientras negaba con la cabeza.

-Lamento informarle que eso no será posible de momento, ya que considero sería descuidado exponerle a los peligros que pueden ocultarse en la ciudad de momento, aunque en cuanto responda nuestras preguntas con gusto se lo permitiré y hasta si me lo permite, le acompañaré. -En el viaje Tadeo y yo nos acercamos un poco, no-homo, pero sí como personas de conocimiento avanzado rodeado de mandriles con escopetas, jamás pensé que mi formación en filosofía me ayudaría en algo más allá de intentar levantar pibitas en la universidad(para lo que por cierto tampoco me funcionó) pero la distancia entre un antropólogo como Tadeo y un bio-ético como yo no era tan lejana como para crear una brecha, gracias a esas charlas aprendí lo de los nombres, también aprendí que las personas se dividen en estratos basados en la lejanía que tienen con su ancestro más relevante, por ello Tadeo era considerado un number-one, básicamente, aquellos cuya generación no sobrepasaba las diez de diferencia de su predecesor y por ende poseían cierto estatus mayor, cosa que lo llevó a intentar buscar un descubrimiento para conservar ese estatus al ser el décimo, también aprendí por fin quien creo el ranking de bestias, por lo visto se le conocía como Rómulo el inmortal, una criatura de aspecto humanoide que se dice pertenecía a una raza conocida como los inmortales y que se enfrentó a todas las criaturas del mundo para compararlas. 

Después de viajar en el carro por un rato, finalmente llegamos a la universidad, un distrito entero con varios edificios que rodeaba un castillo y con un patio central, no perdimos demasiado el tiempo con presentaciones banales y se me llevó a un auditorio, donde varias personas nos observaban.

-¡Observen! Puede parecer un simple humano, pero esta criatura sin duda guarda secretos inconfundibles. -Tras ello Tadeo me hizo una señal con la mano, como esperando que hiciera algo ¿Qué se creen que soy? ¿Un mono de feria? Al final solo solté un suspiro mientras daba unas órdenes a Nyan, la cual soltó la vid superior y tras desenvolverse de mi pecho, me elevó un metro en el aire, las reacciones iban de asombro a miedo, pero entonces una persona rompió el ambiente, un tipo de aspecto regordete y medio mayor.

-Trajo una planta parásito, eso no es nada impresionante señor Rose, más allá de lo estúpido y peligroso que fue su decisión. -Ante esto yo bajé al suelo y para calmar los murmullos tomé la palabra.

-¿Si se tratara de una simple planta parásito no cree que ya me habría puesto a atacar a todos? -Mis palabras dejaron a varios en shock, por lo visto, no había registro de plantas parásito que no tomaran control del usuario, fue entonces que Tadeo intervino, mostrándose orgulloso.

-Como verá Señor Emiliano, este sujeto no es una planta parásito, sino un bendecido con el poder sin igual de crear una simbiosis con la planta parásito. -En ese momento todo el sitio quedó en silencio, el anciano de antes estaba pálido e incluso se arrodilló ante mí.

-¡Ruego su perdón mi señor! -Decía, ante esto miré a Tadeo, quien sonrió.

-Te lo dice a ti mi estimado amigo. -¿A mí? ¿Por qué? Además ¿Qué es un bendecido? Pero antes de que pudiera decir otra cosa, el anciano parece tuvo otra idea maliciosa.

-Sin embargo señor Rose ¿Qué posee para afirmar que este es realmente un bendecido? -En ese momento la cara de Tadeo tomó una expresión sombría.

-Bueno... ¿No es prueba suficiente el hecho de poder domesticar la planta parásito? -Por lo visto lo tenían contra las cuerdas y el anciano no detuvo su arremetida.

-Eso sin duda lo vuelve un individuo impresionante, pero no un bendecido.

-¿Entonces qué sugiere para probar mi procedencia? -Dije un poco molesto, ante esto, el anciano mandó a llamar a una persona mientras se me pedía que bajara. Al cabo de unos minutos, entró un joven de unos 19 años, cabello rubio y rapado a los costados con una complexión decente y que traía una espada en mano, me costó un poco reconocerlo, pero él fue uno de mis estudiantes en el pasado.

-¿Rodríguez? -Dije al darme cuenta de ello, debido al rejuvenecimiento de mi cuerpo le tomó unos momentos antes de que asociara mi voz a mi cara.

-¿Profe? -Dijo Rodríguez al notarlo.

-Puesto que este joven es un bendecido certificado, entonces como mínimo debería reconocer a su camarada bendecido. -¿En serio esta gente se cree que todos los invocados nos conocemos? Quiero decir, a este si lo conozco, pero no porque seamos invocados. En fin, el joven se me quedó viendo un rato antes de que el anciano volviera a hablar.

-En cualquier caso ¿Puede reconocer a este hombre joven bendecido? 

-Bueno, se ve un poco diferente pero es... -En ese momento pude ver como se detenía a media frase.

-¿Qué pasa? ¿Rodríguez? -Pregunté un poco temeroso, en eso él me murmuró algo por lo bajo.

-Ahora que me acuerdo, usted es el profesor que me puso siete cuando necesitaba un ocho para exonerar... -Ok, no me gusta donde va todo esto.

-Pero... no respetaste las normas APA y yo les dije... -Pero antes de que pudiera terminar mi ex-alumno se dirigió al auditorio.

-Jamás eh visto este hombre en mi vida. -Pendejo de mierda. Tras eso un grupo de guardias armados nos rodearon y empezaron a llevarnos.

-Esperen ¡Rodríguez! ¡Diga la verdad! ¡No me puede encarcelar porque usted no respetó las normas APA! ¡Respete las normas APA! -Creo que a partir de hoy, detesto las normas APA...

Mi pequeña Villa en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora