Cuando el orgullo es el que manda, el destino se echa a un lado sin importar a quién hiere o lastima , el orgullo es ciego y vanidoso pero después de todo es un escalón para levantarte de aquello que te hizo caer y que hoy te hace más fuerte. Lo malo llega cuando el orgullo ordena en dos corazones que se autodestruyan con el pasado sin importar el por qué, el cuando, ni el cómo. El orgullo es el control de la mente. El amor es la pasión del corazón.