Capitulo 38

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– Claro que no, solo estábamos… – ella lo estaba negando pero el plan de él no era el mismo que el de ella.– Sí, la estaba besando porque yo la amo, Drew – explicó Justin mientras por fin liberaba a _____________ y se movía a su lado. Ella sintió algo en su estómago, era una alegría extraña un deseo enorme de saltar y sonreír tenía en su cuerpo pero lo ignoró olímpicamente, _____________ vio como Drew reía y ponía cara de asco.– ¡Jason ven! ¡Mamá se estaba besando con papá! – gritó el niño, corriendo en busca de su hermano mientras las miradas de visitantes se dirigían a ellos sin discreción.– Ahora por tu culpa nos están viendo sin importarles.– Pues si ya nos están viendo entonces no importará que haga esto – Y no le dio tiempo de preguntar qué era cuando la tomó del cuello y la besó sin pena alguna. Enredó su lengua con la de ella y sorprendentemente ella lo aceptó, él escuchaba como algunas personas silbaban por la escena que presentaban aunque toda su atención estaba en la mujer que estaba besando. Saboreó sus labios todo lo que pudo, y antes de separarse por la falta de aire mordió su labio inferior halando un poco de él.– Esto me termina de convencer que eres un completo idiota – espetó furiosa más por la aceptación de ella ante el beso que por el atrevimiento de él de besarla sin su consentimiento. Ella se alejó en busca de los niños mientras él reía mojando sus labios aun sintiendo el sabor de ella, se fijó en el andar de sus caderas y tragó grueso, debía dejar de mirarla así si no quería tomarla ahí mismo y poseerla.Con el agua por los tobillos _____________ vigilaba que los niños no se fueran a lo más profundo, sintió como una mano le rodeaba la cintura y al instante brincó, se fijó que era Justin, y decidió que era suficiente, no podía demostrarle que aunque fuera a tocarla no causaba absolutamente nada en ella, dejó que el posara su mano en su cadera y siguió vigilando a los niños.– Deberías broncearte – sugirió él mientras le acariciaba el hombro con la yema de sus dedos. Ella de pronto sonrió y lo miró. A él le gustaba que sonriera pero no de esa forma, su sonrisa era malévola y era claro que tenía un plan.– Te tomaré la idea. Iré a broncearme – sin dejar de sonreírle de esa forma se dirigió al bohío y en la toalla que estaba estirada en la arena en pleno sol se acostó boca abajo. Justin seguía cada movimiento de ella sin dejar de estar pendiente de los niños. De pronto vio como las manos de ella se dirigía al tirante de la parte de arriba de su traje de baño y lo desabrochaba, siendo consciente de las miradas de los hombres que estaban cerca se echó a la toalla sin dejar que vieran sus pechos totalmente. Justin veía como los hombres se la comían con la mirada y eso que tan solo era la parte de arriba. Fue directamente hacia ella enojado.– ¿Qué haces? – le preguntó él con el seño fruncido.– Broncearme ¿No es eso a lo que te referías? – dijo ella burlona. Ahora era ella la que le devolvía sus trampas mejoradas.– _____________ levántate inmediatamente.– ¿Enserio quieres que lo haga? – rió ella. Él la tomó del brazo y la levantó dejando una milésima de segundo sus pechos al aire antes de abrazarla, ella no le correspondía.– Tendrás que abrazarme si no quieres ser vista por más de veinte hombres – lo maldijo mil veces en la mente hasta que se cansó ¡Imbécil mil veces! ¿Quién se cree para acabar con cada uno de sus planes de fastidiarlo? Él iba un paso delante de ella y eso la volvía loca. No le quedó otra opción que abrazarlo por un costado mientras él alcanzaba una camisa sin mangas de él y ella se la ponía mientras se colocaba detrás de él para ponérsela.– Eres un completo imbécil.– Me has insultado toda la mañana y lo que va de tarde – dijo riendo él – Y por eso tendrás un castigo – él la tomó de las piernas y la alzó para cargarla sobre su hombro, ella pataleaba para que la bajara. Golpeaba su espalda y la aruñaba pero nada parecía funcionar, hasta que él se metió al agua con ella y ella no tuvo más remedio que tomar aire rápidamente y con sus dedos tapar su nariz.– ¡Justin! – Gritó ella saliendo del agua – ¡Está fría! – se quejó ella. Él comenzó a reír a carcajadas y ella aprovechó para echarle agua. Él iba a botar el agua que cayó en su boca pero ella fue más rápida y cerró su boca a la fuerza.– Eso es Justin, traga un poco de agua fría que tanto te gusta – se burló ella y él no tuvo más remedio que tragar el agua que había en su boca. Luego de asegurarse que la había tragado, ella lo soltó y él comenzó a toser – ¿Qué pasa amor? ¿No te gustó? – carcajeó ella y comenzó a correr cuando vio su mirada vengativa.– ¿Por qué corres amor? Ven aquí. Prometo no hacerte daño – pidió él mientras iba detrás de ella, ella comenzó a correr lo más rápido que el agua por la cintura le permitía sin mirar atrás. Se dio vuelta y por un lado en la orilla vio a los niños haciendo de nuevo castillos de arena miró a otro lado y no vio a Justin >> ¿Dónde habrá ido?<< sintió como algo la halaba de los tobillos hasta hundirla, que por suerte, pudo tomar aire a tiempo, sintió unas manos en su cadera y luego unos labios sobre los suyos. Justin la estaba besando bajo el agua y a pesar que le faltaba el aire la besó con toda la delicadeza que pudo, ella sin poder resistirse aceptó sus labios y lo tomó del cuello con la intención de que no se separara. Había besado sin prejuicios esos labios dos veces en lo que iba de día, y eso que aún no acababa. Aunque el agua salada era lo único que se sentía en el beso, fue uno de los mejores besos que le pudo dar Justin, no podía ignorar el hecho que aceptó el beso sin ataduras y por suerte no se sentía culpable ni tenía intención en negarlo, en tanto Justin no se lo pusiera difícil no hablaría del tema. Salieron del agua, Justin con una sonrisa en tanto ella, hacía que no hubiera pasado nada fijándose en la puesta del alba. Amaba tanto el atardecer, no era oscuro, no era claro, era mitad y mitad, así como su corazón estaba. No sabía qué hacer, debía dejar de actuar como cuando tenía diecisiete y debía afrontar su realidad, ella lo amaba, con toda su alma, lo seguía amando. Se inventó tantas mentiras para olvidarse de él pero solo fue una venda en sus ojos, solo fue una capa de fina tela sobre su herida que pronto >>Ese día<< la quitaría.– Ya es tarde, debemos volver – susurró él fijándose en ella. Miraba su rostro memorizando cada uno de sus gestos ¿Cómo un gesto tan simple como el de su mirada perdida, su seño fruncido o el movimiento nervioso de sus manos podían causar una revolución en él? Debía estar loco por pensar que hasta su forma de bostezar era hermosa, un loco…enamorado. Amaba con locura a esa mujer y su vida sin ella, no sería nada.– Está bien – susurró ella saliendo de la playa junto con él encontrándose con Drew con los brazos extendidos en señal de que lo cargara.– Ya nos iremos a dormir campeón – le dijo Justin a Jason quien posó su cabeza en su hombro y suspiró. Esa noche dormirían juntos de nuevo pero algo había cambiado. Tal vez ninguno de los dos se molestaría en ocultar los sentimientos, hasta los más profundos.

30 Días De Subasta{Go Away} 2 Temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora