- Bueno, no les interrumpo más – expresó Greenwood, con cierta –bastante– ironía.- Que te vaya bien – y por su puesto eso era lo último que Justin deseaba. Se volvió a ___________, y ésta le atinó a abofetearlo, ya le comenzaba a molestar esa nada nueva actitud en ella.- ¿Y ahora porque me golpeaste? – dijo acariciándose la mejilla, esa chica cada vez lo hacía con más fuerza.- Creo que aún no has entendido que no soy un trofeo para que me exhibas. La próxima vez que lo hagas juro castrarte y así se te quita lo excitado – él iba a responderle pero se abstuvo ya que ella lo dejo con la palabra en la boca, algo que detestaba con toda su alma.Aprovechando que Justin se entretenía con su teléfono ___________ entro en una tienda de lencería, allí estaría tranquila y se perdería entre tanto conjuntos que se enamoraba, sin Justin y sus babosadas, conociéndolo a la perfección sabía que no podía abstenerse a hacer un comentario morboso y más imaginándosela en esos conjuntos.- Creo que el negro te vendría mejor – respingó del susto, su corazón se aceleró al notar su respiración en su cuello y el sentir su leve cercanía la estremecía.- ¿Qué haces aquí? – ella tomo valor para darse vuelta, e incluso, para mirarlo a los ojos, lo necesitaba.- Observo a mi esposa comprar lencería sexy ¿Hay algo malo en eso? – su sonrisa era totalmente perversa, su idea era hacerla pagar por su mejilla roja, según él sin razón.- Sí, que necesito que te largues.- Cariño, por si no te has dado cuenta, este lugar es público – abrió sus brazos sonriendo de la misma forma, aumentando el estado irritable de ella.- Bueno pero ¿Puedes dejar de verme? Sé que estas imaginándome con esta ropa.- ¿Hay algo malo en eso? – repitió, ella asombrada por verlo tan descarado que ni fue capaz de negarlo, le contestó.- Sí, pues a mí no me da la gana de que me veas comprando ¿Entiendes? – él rió burlándose.- Si se supone que estás comprando esta ropa que no es nada de santas y vírgenes, yo tengo que aprobarlo ¿No? Total será para mí – ahora fue ella quien rió.- ¿Qué? ¿Qué rayos te has fumado? ¿Qué te hace pensar que compro esta lencería para ti? ¿Por qué no puede ser para otro hombre?- Cariño, cariño, cariño – repitió caminando alrededor de ella intimidándola, se colocó detrás de ella y susurró – Porque soy el único que conoce cada centímetro de tu cuerpo y ha disfrutado de ello – un temblor la recorrió de pies a cabeza estremeciéndola ante su aliento penetrante en su cuello.- Eres tan baboso que ni siquiera puedes omitir uno de tus comentarios fuera de lugar – lo atacó para poder ocultar el nerviosismo que la invadía. Con un nudo en la garganta y temblando, dejo la lencería sexy en su lugar y salió de la tienda con Justin detrás sonriendo tan típico de un patán. Sabía que ella luego volvería por la ropa interior, además se estaba cobrando la pequeña marca que ardía como una patada en los @#$%& que le ocasionó en la mejilla.Cerca de las tres de la tarde, aún daban vueltas en la calle, además de que ambos no se ponían de acuerdo, ninguno cedía, llegaron al supermercado furiosos y cada quien tomó el pasillo que mejor le pareció. Justin andando el carro del supermercado sin prestarle atención más que a su teléfono y ___________ en el siguiente pasillo decidiéndose entre frascos de diferentes salsas. Justin levantó la mirada al notar unas voluptuosas piernas delante de él moviéndose de una manera que no era saludable para un hombre que tenía tiempo sin acostarse con alguien. Pero debía controlarse, su esposa estaba en el otro pasillo y no quería defraudar la migaja de confianza que había depositado en él.- Disculpe ¿Sabe dónde está el área de cosméticos? Estoy buscando una crema especial para las piernas que no encuentro – la insensatez de la pechugona se notaba a kilómetros, él único que no podía notarlo era el descerebrado de Justin quien estaba tratando de no mirar las piernas de esa mujer porque si no, no sabría controlarse, pero debía hacerlo, ese esfuerzo de no mirar hacia abajo valdría la pena, valdría tener mas confianza de ___________ en él, y eso, valía oro y mas de diez acostadas en una noche.___________ estaba en el otro pasillo aun no se decidía por un bendito frasco, un chillido la distrajo, una voz tan irritante que provocaba cansancio y ansiedad la saco de sus pensamientos, ella caminó por el pasillo hasta el otro, sin ser vista, y vio a Justin con el carro junto a él y una mujer de plástico en frente de él seduciéndole al parecer él no cedía y ___________ sonrió, él estaba avanzando, al menos Justin se alejaba de esa mujerzuela disimuladamente, ese sí era su esposo.Una idea nada tierna se le cruzó por la mente y sin dudar la puso en acción, se dirigió a la farmacia que estaba dentro del mismo supermercado y pidió dos cajas de lo que seguro alejaría a la mujer esa, Justin no la podría alejar aunque quisiera con todas sus fuerzas, porque tampoco había que pedirle tanto a un mujeriego de primera.Camino al pasillo donde estaban ellos con una sonrisa de ‘esposa enamorada’ y se dirigió a Justin tomándole del brazo, acto que a él le sorprendió y lo hizo palidecer.- Mi amor mira ya encontré lo que buscábamos, para despejar cualquier duda – dijo ella como si la presencia de la pechugona no le afectara en lo absoluto, ésta abrió exageradamente los ojos al verificar que las cajas que ___________ tenía en sus manos eran cajas que contenían en su interior una prueba de embarazo cada una – Ahora podremos confirmar que estoy embarazada – dijo ella sonriendo – Oh, Justin no seas mal educado al no presentarme a tu amiga, no te preocupes yo lo haré – no le dejaba hablar, y así era mejor – Mucho gusto soy ___________ Bieber, esposa de él madre de sus, ahora, tres niños – Mierda ¿Y ahora qué rayos estaba haciendo ella?
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30 Días De Subasta{Go Away} 2 Temporada.
Roman d'amourCuando el orgullo es el que manda, el destino se echa a un lado sin importar a quién hiere o lastima , el orgullo es ciego y vanidoso pero después de todo es un escalón para levantarte de aquello que te hizo caer y que hoy te hace más fuerte. Lo mal...