– ¿Quién es? – preguntó Sam caminando a abrir la puerta. Su humor cambiaba como cambiaban las manecillas del reloj y por supuesto, todo recaía en Chaz. Mientras dirigía una mano a su estómago abultado de cinco meses, caminaba a paso lento jurando a quien se atrevía a interrumpir su segunda siesta de dos horas al día. Tenía mil y un maneras de hacer sufrir a la persona que tocaba insistentemente el timbre, pero a penas abrió la puerta, su mente quedó en blanco. _____________ se lo había advertido pero no le tomó mucha importancia. Ahora Justin estaba delante de ella esperando la respuesta tan obvia en su mirada que no hizo falta decirla.– ¡Chaz, Justin te busca! – gritó Sam con una pequeña llama de esperanza que pudiera escapar de esa.– No te hagas la tonta Sam. Sabes a lo que vengo – la retó.– ¿Fresas? – le ofreció ella, retardando el momento en el que por culpa de su mala actuación por mentir, Justin la presione y al final termine confesando donde estaba su prima.– Samantha Somers, necesito que me digas en donde está _____________.– ¿Por qué precisamente yo tengo qué saber? ¿Crees que ella sería tan estúpida de esconderse aquí sabiendo que es el primer lugar en el que vendrías a buscarla?– No digo que se esconda aquí, pero es de obviedad que ella te avisaría en qué lugar estaría metida para que cuando yo la viniera a buscar aquí así tú no te asustas en tu estado tan delicado. Además estás muy calmada cuando te digo que no sé donde está. Estás muy tranquila porque sabes en qué lugar está metida, así que di el lugar y me iré – Sam exhaló un suspiró haciendo que su cabello revuelto en su frente se moviera unos milímetros. Y con esto era una prueba que buscaba una excusa para pasar el mal trago que Justin le hacía pasar. >>Piensa Samantha, piensa<<.– Samantha me saldrán raíces en los pies. Dime exactamente donde está _____________ ¿Está con los niños? – ella negó rotundamente con la cabeza.– Los niños están arriba con sus juguetes.– Entonces respóndeme donde está _____________–.– Bieber…–.– Samantha, ahora.– Calle Gyllenhaal con Avenida Tyhret entre la 89 y la 75. Está en una casa de dos pisos con puertas blancas, es la única con esta característica. Y por favor Bieber no la riegues – dijo Sam soltando un último soplido antes de que Justin saliera corriendo a su auto y pisara el acelerador.No sabía si el tiempo entre tocar el timbre y el tiempo de espera fueron cinco minutos o tres horas pero volvió a tocar el timbre impacientemente, esperando que su hermosa mujer saliera totalmente sorprendida al verlo a él. Como una de las características de Justin Bieber era que no sabía esperar, decidió arbitrariamente entrar al ver que la puerta no tenía seguro. Debía hablar seriamente con su mujer acerca de dejar puertas sin seguros, no vaya a ser que viniera un hombre exclusivamente a reclamarla como suya y pedirle perdón por dejar toda su carga en ella para después decirle que la amaba, como él.Subió por las escaleras al ver que desde la sala se veía en la segunda planta la luz reflejada en el suelo y parte de la pared del pasillo de una habitación abierta. Allí podría estar. Miró hacia atrás y vio las maletas de su mujer yacer en el piso. Definitivamente ella estaba allí. Subió las escaleras y entró en la habitación encontrando una de sus tantas maletas casi deshecha en la cama. Pero algo más que su ropa esparcida por el cómodo colchón lo que le atrajo la atención fue una caja de color fucsia abierta en la mesa de noche, recordó que fue una de las que compró _____________ en el supermercado la vez que le hizo creer a la rubia que estaba embarazada, pero no recordaba qué era lo que contenía la caja. Antes de leer el contenido de la caja, escuchó como el lavamanos se abría y luego de unos segundos se cerraba, a continuación, su mujer salía pálida de la habitación del baño con algo en su mano, que rápidamente escondió detrás de su espalda. Antes de querer saber qué era lo que escondía comenzó a hablar desesperadamente con el temor de haber perdido a su esposa de nuevo.– _____________ sé que me equivoque de nuevo y no tengo justificación alguna pero tenía miedo que mi hermana saliera herida por algo que parecía ser una ilusión de niños, pero entendí que ellos también pueden estar enamorados como nosotros lo estuvimos hace casi cuatro años. Eres la mujer de mi vida y pase lo que pase siempre lo serás. Eres la madre de mis hijos y no pude elegir una mejor mujer para pasar el resto de mi vida. Te necesito _____________.– ¿En tu cama? – preguntó mientras alguien invisible apretaba su garganta tratando de no demostrar de nuevo las estúpidas lágrimas en sus ojos.– En mi vida _____________, te necesito en mi vida tanto como necesito a mis hijos – ella corrió a sus brazos torpemente, encerrándose entre ellos buscando escapatoria alguna de su ansiedad. Él aspiró el aroma de su cabello y lo acarició levemente con su mano, la estrechó contra su cuerpo cubriéndola con todo su cuerpo, sintiendo como unos frágiles brazos rodeaban su cintura e irónicamente se sentía completo. Sentía su hombro cubierto de lágrimas y como suspiraba en cada sollozo.– ¿Estás bien? – ella asintió pasando el dorso de su mano por su nariz mientras él besaba su frente como lo hacía un pétalo de flor.– ¿Me amas? – le preguntó ella, más que ganas de gritarlo le dieron ganas de reír por escuchar semejante pregunta a esas alturas pero inmediatamente acudió a él el pensamiento tierno de que ella necesitaba escucharlo cada segundo, y para eso, él estaba ahí.– Te amo con toda mi alma. Amo a mi esposa y a mis dos hijos.– Tres con el que viene en camino – susurró ella en su cuello. Por un segundo él creyó haber confundido las palabras, repasó su frase y su respiración se tornó entrecortada y agitada.– ¿Qué?– Estamos embarazados – susurró separándose de él y pasando sus dedos por sus ojos rebosantes de una mezcla de emoción y nervios – Tengo tres semanas de retraso y acabo de hacerme una prueba – ella levantó la mano mostrando la prueba de embarazo que salía con dos rayas verticales rojas.– Fue esa vez que… ¿No use protección?– No Bieber. Fue esa vez que solo dormimos en la noche y al día siguiente salí embarazada.– Quiero decir ¿Fue esa vez en que… nos reconciliamos? – Ella asintió con una sonrisa – Oh Dios, como amé ese día. No puedo creer que vaya ser padre de nuevo.– Pues créelo, porque las noches de insomnio no serán gratis – su sonrisa se ensanchó.– De igual forma, lo último que hacemos en la noche es dormir – sugirió él tomándola de la cintura y acercándola a él.– Bieber, mírate ¿Qué tienes allí? – Preguntó irónicamente ella al notar un bulto entre los pantalones de él, él soltó una risa en su cuello mientras lo besaba con delicadeza y seducción. El cuerpo de ella temblaba ante él.- Prometo ser cuidadoso – juró antes de darle un beso dejándola sin aliento.
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30 Días De Subasta{Go Away} 2 Temporada.
RomansaCuando el orgullo es el que manda, el destino se echa a un lado sin importar a quién hiere o lastima , el orgullo es ciego y vanidoso pero después de todo es un escalón para levantarte de aquello que te hizo caer y que hoy te hace más fuerte. Lo mal...