Capitulo 20

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Por una extraña razón se levanto con una sonrisa en el rostro, ahora que lo recordaba, la pequeña broma ‘mojada’ que le hizo a Justin era el motivo de ésta, y es que no todos los días podías joder a Justin Bieber de esa manera, el día anterior no le había hablado en toda la tarde desde lo sucedido, había recogido a los niños en el colegio y ni siquiera le había dicho, en una ocasión ella estaba en la cocina tomando una vaso con agua fría, él entró y la inspeccionó ‘Al parecer ya te curaste’ soltó sarcástico viendo como se burlaba de él en sus narices ella le sonrió burlona contestándole con una pregunta ‘¿Quieres agua fría?’ remarcó la última palabra, él rodó los ojos y salió de la cocina huyendo, ella soltando una carcajada que por supuesto él escuchó.

Despertó a los niños, los bañó y vistió, entrando a la cocina, se consiguió con Justin revolviendo su taza de café quien enseguida levantó la mirada al sentir su presencia, su mirada era mortífera pero ella solo sonrió negando con la cabeza.

- No seas mamita – vaya buenos días le dedicaba ella, pero él tenía un haz bajo la manga, sonrió malévolamente mientras se aproximaba a ella con una lentitud asombrosa que la hacía erizarse, a ella no le gusto esa sonrisa, no le gusto lo que seguro iría a hacer ¿Por qué sonreía? ¡No tenía por qué hacerlo! ¿Por qué seguía sonriendo? De un momento a otro él se acercó a ella y la aprisionó contra la mesa de la cocina sin escapatoria alguna, apretó todo su cuerpo contra el de ella mientras por dentro él reía por la mirada tan nerviosa en ella, la tomo por la espalda y la acercó aún más colocando sus labios en sus oreja, ella sintió su aliento cálido arder en ella.

- ¿Quién es la cobarde ahora? – susurró tan ronco que la garganta le dolía, ella lo alejó bruscamente mientras él reía sonoramente y ahora era ella la que lo descuartizaba con la mirada.

- Ni si te ocurra volver a acercare a mí – ¡Perfecto! La ___________ fiera que siempre había conocido estaba de vuelta y ahora con más fuerza.

- Vamos no te hagas la dura – soltó él sarcástico. Bien ya esto era sumamente personal. Ella sintió como la sangre le hervía por cada rincón de su cuerpo, él nuevamente había adoptado la imagen de Ser Supremo, justamente la misma que aplicaba con ella cuando iba a emborracharse – Se que quieres que te haga mía – susurró él de nuevo en su oído, a ella le picaba la mano y accedió a esa piquilla. En la cocina solo se escuchó el abofeteo que ella le dedico a su mejilla ahora roja por éste, él la miro asombrado y enojado, la tomo fuerte de la cintura tomo su cuello con brusquedad y pego sus labios con los de ella, el beso era forzado por él y sin más qué hacer, accedido por ella, apretaba con sus labios los de ella para que recibiera el beso a como dé lugar y rozaba su lengua con empatía, la rabia lo dominaba pero más el saber que posiblemente ella ya no lo quería.

- Te juro que si me vuelves a besar mis hijos se quedaran huérfanos de padre – advirtió ella totalmente enojada, se habían besado, fue obligatorio por parte de él, pero al fin y al cabo se habían besado.

- No si antes yo actúo primero – la tomó de nuevo por la cintura, acercándola a él y provocando que sus cuerpos chocaran ante tal fuerza – Esta noche dormiremos juntos – ella abrió los ojos sin disimular y frunciendo el seño dándole a entender que no brincaba en una pata de la felicidad precisamente.- ¿A qué te refieres con ‘juntos’? – pregunto dejando de soltarse de él para escuchar atentamente la idiotez que estaba pronto a decir.- Exactamente así cómo estamos. Juntos – dijo lento y suave torturándola.- Gracias a Dios mis hijos son normales y no son como tú – le escupió todas esas palabras en la cara y sin pudor, él rió sarcásticamente.- Sabes perfectamente que NUESTROS hijos se parecen a mí. Me revienta que digas ‘Mis hijos’ sabiendo que no los hiciste sola o es que ¿Qué? ¿Fueron obra y gracia del espíritu santo? No cariño mío, ambos los engendramos aquella vez en la playa ¿No te acuerdas? ¿O quieres los detalles?- ¡Ya cállate! – Gritó ella mientras la inundaban los recuerdos de esa vez en que ella se entrego en alma y cuerpo ante él, y el resultado fueron los diablillos con piernas cortas – Y dime de una vez por qué rayos debería dormir contigo.- Los niños se han dado cuenta que no hemos dormido juntos. Me han preguntado si hemos estado peleando tomando en cuenta que no damos muestras de cariño así que para que no sospechen nada de lo que pasa entre nosotros ni de las abundantes peleas que a diario se dan, desde esta noche dormiremos juntos y en cada ocasión posible te besaré y abrazaré en frente de ellos para que no sospechen nada ¿Entendido? – pregunto en un tono autoritario – Y no te estoy pidiendo tu opinión solo te pregunte si entendiste.

- ¿Quién rayos te has creído tú? A ver Bieber que te quede claro que puede que ésta sea tu casa y que tengas los millones del mundo pero no permitiré que me manejes con tu maldito dinero y mucho menos a costa de mis hijos ¿Ahora me entiendes tú? – replico ella ahora más furiosa que nunca.- Cariño – odiaba que la llamara así – ¿Te recuerdo? Tú también eres una Bieber o por lo menos lo eres delante de Dios como la Señora Bieber – sonrió él mientras ella no tenía más argumento, dejando que él diera la última estocada – También te recuerdo que pague por ti y eso es lo que yo digo que haremos ¿Está bien?

30 Días De Subasta{Go Away} 2 Temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora