El Diablo ha sido considerado como la personificación del mal mismo, lo ven como un ser cruel, que ama el pecado, disfruta hacer sufrir a la humanidad, engañar y seducir a quienes están en ignorancia. La realidad es que ese ser alguna vez fue un ángel, el querubín ungido, favorito de Dios; y cuando se creó la vida humana fue un ángel que se interesó en que la vida de esa nueva especie fuera más libre y feliz, realizando un acto de amor, pero estos, lo interpretaron como seducción, convirtiéndose así en pecado y siendo desterrado para siempre de su hogar celestial. Los religiosos van de orar por el perdón de los pecados, pero ¿quién en toda la historia durante tantos siglos ha tenido la humanidad para orar por el pecador que más lo ha necesitado? «Muchos podrán mostrarte como un ángel se enamora, pero pocos demostrarte que el diablo también llora.» ⓘ Esta obra está protegida con derechos de autor, por lo tanto: QUEDA PROHIBIDA CUALQUIER COPIA U ADAPTACIÓN.