—Kacchan...¿sabes? No es necesario que te preocupes por mí —murmuró tímidamente Midoriya —Uraraka-san e Iida-kun son buenas personas. En serio.
—Los bastardos del secundario también lo eran y ya sabemos cómo terminó toda esa mierda —contrataco Bakugou.
—B-Bueno, eso es diferente. Ellos no saben de mí, así que no creo que pase nada —soltó una risita nerviosa el pecoso —No me harán nada.
Por única respuesta, el cenizo frunció los labios y ambos bajaron del metro. Estuvieron un par de cuadras metidos en un acostumbrado y acogedor silencio hasta que Izuku, más animado que antes, volvió a hablar.
—Kirishima-kun parece ser un buen chico, ¿te estás llevando bien con él, Kacchan? —pregunto risueño —No me mientas, ¡te vi ir a almorzar con él y los demás!
—No exageres —rodó los ojos rojos —Fue un tonto almuerzo. No se va a repetir otra vez.
— ¿Estás seguro? Yo creo que sí se va a repetir y tú también, pero lo que es raro es que no te molestaste tanto —se rió el pecoso —Incluso lo pasaste bien, ¿no?
— ¡Estás abusando de tu puta suerte, Deku!
Katsuki dio un salto sobre el más bajo y tiró de sus pelos verdes, provocando que el pecoso diera un grito y soltara risas pidiendo piedad de los tirones que estaba sufriendo. Por supuesto, el cenizo no estaba siendo rudo con él. Era un simple juego y el menor le devolvía un par de golpes en las costillas haciendo que su amigo involuntariamente se riera también.
Para cuando llegaron a la entrada de la preparatoria y acomodaron sus ropas, había una chica castaña y un chico alto de lentes esperando por ellos. Bueno, por uno de ellos en realidad.
Uraraka Ochako fue corriendo a su encuentro y apunto dedo acusador al cenizo.
— ¡Bakugou-kun! ¡¿Cómo te atreves a maltratar a Deku-kun?! —exclamo indignada porque vio el pelo despeinado de su nuevo amigo y noto que tenía los ojos brillosos como si hubiera llorado — ¡Rufián! ¡T-Te daré un buen golpe!
— ¿Ah, sí? —levanto una ceja el cenizo —Atrevete, cara redonda.
— ¡Es Uraraka Ochako! ¡U-r-a-r-a-k-a! ¡¿Que pasa con tu memoria que no puedes recordar algo tan simple?!
—O-Oigan, chicos. Estoy bien —trataba de detenerlos el pecoso —No es lo que crees, Uraraka-san.
—Midoriya-kun, por favor déjenos este asunto a nosotros —pidió Iida con tono firme —Como sus amigos queremos procurar su bienestar.
Izuku se sonrojo hasta las orejas y empeoró cuando Ochako afirmó las palabras del más alto de todos. Por otro lado, Katsuki se cruzó de hombros y admitió para sus adentros que tal vez estaba juzgando demasiado pronto a aquel par con el cual se juntaba el de pecas.
No parecían ser malos y además, se estaban preocupando por su bienestar. Pero aún así, les mantendría en la mira.
—Como si le fuera a hacer alguna mierda a Deku —bufo el cenizo y agarró a el pecoso de la corbata, sacando el dedo medio a esos dos —Somos amigos de la infancia, idiotas. Le llego a hacer algo y mí vieja junto con la suya me hacen mierda.
—K-Kacchan, no te expreses así de mamá y la tía Mitsuki —se rió el menor —Aunque no puedo negar que tengas razón.
Ochako y Tenya quedaron con la boca abierta hasta el piso. Es decir, desde el primer día de clases habían supuesto que aquel par tenía una relación cercana ya que se llamaban por apodos infantiles. Pero como el cenizo era bastante rudo, mal hablado y para nada amable —o al menos eso creían ellos que recién lo conocían— con el de pecas, creían que su relación podía ser la de un matón y su víctima.
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Un interés inesperado [SeroBaku]
FanfictionSero Hanta no entendía nada de nada. Y para su desgracia la única persona que podía ayudarlo era la causa de sus problema, Bakugou Katsuki. Así que sus únicas opciones eran preguntarle a Kaminari, Kirishima o Ashido porque cada vez que veía al ceniz...