Capítulo 37

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Siempre se veía hermoso. Pero la luna lo hacía lucir aún más. Si, sonaba cliché pero así lo sentía.

Katsuki bajo la luz de la luna se veía tan pero tan hermoso que no había ninguna obra de arte en el mundo que pudiera igualar su belleza.

Aunque...esa obra de arte le estaba destrozando los dedos de la mano.

—Maldito Kirishima, por su culpa tenemos que estar aquí todavía —murmuraba el cenizo molesto —Quiero irme a dormir.

—No es su culpa que Todoroki y Kaminari lo enterraran y después nosotros nos olvidamos de él en el playa —comento con cierta culpa el azabache —Es la víctima, Bakugou.

El cenizo hizo cierto gesto de enojo que el más alto no entendió cuando lo llamo por su apellido. Pero como no soltó su mano, no le encontro el problema y siguieron caminando.

Resulta que una vez terminaron de jugar en la playa y quisieron irse a dormir a la mansión embrujada, hasta llegar al vestíbulo ninguno noto la ausencia del alegre pelirrojo de su grupo. Kaminari, en medio del pánico, dijo que no recordaba si lo desenterró o no de la arena y Todoroki tampoco por estar más concentrado en besar a su novio en el camino a casa.

Para empeorar la situación, Ashido quién era que más tiempo tenía de conocer al pelirrojo menciono que esté tenía un nulo sentido de la orientación y ubicación.

Y aunque no habían estado muy lejos de la mansión, las posibilidades de que se hubiera perdido eran enormes.

Fue en ese momento que el pánico que ya sentía el rubio del grupo se manifestó a sus demás integrantes e idearon un plan hecho obviamente por el cenizo.

Mina, Denki y Shoto se quedarían en la mansión por si el pelirrojo lograba volver por sus propios medios. Uno de ellos debía quedarse en la entrada, otro en las ventanas por si lo veían acercarse y el último debía estar en el patio, porque si su sentido de la orientación era tan malo, era posible que apareciera allí en vez de por el frente de la casa.

Los tres cobardes aceptaron la tarea con valentía de quedarse en aquel lugar tenebroso por separado y esperando la llegada de su amigo.

Mientras tanto, Hanta y Katsuki lo estaban buscando por los alrededores de la playa. Solos y con la linterna del celular del cenizo, el cual tenía baja batería. Estaban tomados de la mano desde que el más bajo escucho un ruido aterrador a sus espaldas y se aferró a lo que tenía más cerca. Por supuesto, el contrario aparte de reprimir el gesto de dolor en su rostro, no dijo nada y solo siguieron su camino de esa forma.

Ya habían recorrido una buena parte de la playa e incluso habían ido dónde estaban antes, para ver si de casualidad el pelirrojo seguía enterrado. Pero la marea ya había subido mucho como para encontrar el pozo hecho en la arena.

Bakugou estornudo en medio del trayecto y se froto la nariz. El viento frío ya era muy fuerte y la oscuridad, sumando al cansancio en su cuerpo hacía que en vez del miedo que sentía antes ahora fuera remplazado por la somnolencia.

Sero noto su estado al instante. Quizás tan rápido porque ya había vivido esto antes y sabía que cuando el cenizo estaba cansado, sus párpados se cerraban lentamente y sus pasos se volvían lentos.

Casi se sintió mal consigo mismo por pensar en abandonar la búsqueda.

Kirishima, aparece de una vez. Por favor, Bakugou necesita dormir y una bebida caliente.

El azabache dio un ligero apretón en la mano del cenizo y paso su dedo pulgar por el dorso de su mano, en señal de apoyo.

En ese momento, su celular sonó.

Un interés inesperado [SeroBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora