Un interés inesperado [SeroBaku]

Capítulo 13

Para cuando su historia termino, todas las femeninas de la clase A estaban llorando y también un par de chicos.

—Uno de los padres de esos bastardos metió a la policía en esto y me tiró una puta denuncia —se cruzó de brazos el cenizo —No llego a mayores pero la policía me tiene en la mira como delicuente juvenil y ya le hice pasar un mal momento a mis viejos. No quiero volver a angustiarlos.

—Cuando fuimos a dejar las maletas de Kacchan a su casa, esos chicos nos vieron e iniciaron la pelea —explico el pecoso —Como sabía que lo único que podía hacer era buscar ayuda fui por Toshinori-san. Apenas lo vieron huyeron.

— ¿Ellos saben dónde vive Bakugou-san? —pregunto angustiada Yaoyarozou por otro posible ataque.

El pecoso y el cenizo negaron con la cabeza al mismo tiempo.

—No, fue solo una coincidencia.

La azabache pareció aliviada y también el resto. Si esos chicos sabían dónde vivía el cenizo o el pecoso, entonces tendrían razones de más para estar preocupados. Pero ese no parecía ser el caso lo cual era una buena noticia.

Midoriya le dirigió una mirada algo apenada a Uraraka e Iida, con las mejillas rojas les hizo una leve reverencia.

—Perdón por mentirles.

—D-Deku-kun, por favor levanta la cabeza —pidio la castaña.

—No es necesaria una disculpa —negó con la cabeza el de lentes —Hiciste eso para no preocuparnos y lo entendemos. Pero...si es que llega a haber otra ocasión, por favor dinos la verdad para que podamos ir a ayudarlos.

— ¡Eso! ¡Tú también Bakugou! —lo señalo Kaminari — ¡Ya no están solos, chicos!

— ¡Nos tienen a nosotros! —exclamo Ashido que tenía los ojos rojos.

— ¡Somos amigos! —se unió Kirishima y con curiosidad agrego —Pero, ¿por qué peleaste contra esos chicos el primer día de clases si sabías que traería consecuencias, Bakugou?

—Porque ellos no saben una mierda sobre eso —se encogió de hombros el cenizo y se echó para atrás en la cama —Tengo sueño.

—Debe ser por los medicamentos —comento Asui.

—Clase, mejor salgamos un momento para que Bakugou-kun pueda descansar —ordeno Iida.

Los miembros de la clase A no tardaron en hacerle caso y algunos comentaron que ya deberían partir a sus casas por lo tarde que era por lo que se despidieron del cenizo y desearon que para el campamento estuviera en mejores condiciones.

Izuku se paró de la silla donde estaba y fue hasta donde estaban los amigos del cenizo y los suyos. Les sonrió y susurro en voz baja.

— ¿Alguno puede quedarse con Kacchan? —pregunto el pecoso —Quisiera ir ha hablar un momento con el médico que le atendió y avisarle a su mamá que pasará el día de hoy en mí casa. No sería bueno que ella lo viera en ese estado, no ahora.

Antes que cualquiera de ellos, Hanta levanto la mano y se puso ante el pecoso.

—Yo me quedo, me quedaré —repitió de forma ansiosa el azabache.

Eijirou hizo un puchero pero no objeto nada y Mina solo sonrió con cierta curiosidad. Denki estaba ocupado con Shoto hablando en una esquina de la habitación. El padre del bicolor era comisionado de la policía japonesa, así que el rubio estaba planeando una medida por si esos imbéciles volvían a presentarse ante el cenizo.

Tenya y Ochako salieron junto a el pecoso que iba detrás de Momo para ir a buscar al médico. El azabache cerro la puerta cuando todos salieron y se acercó hasta la camilla del cenizo, con vacilación eligió sentarse sobre el colchón en vez de la silla que había ocupado el pecoso.