Capítulo 12. Esmero y verdad

1.3K 89 71
                                    

Geir caminaba con rapidez en los pasillos de los Campos Elíseos correspondientes a las antecámaras de la humanidad, mostrando en todo momento el enojo y la molestia que sentía en cada parte de su pequeño cuerpo.

- ¿Por qué...? ¿¡Por qué diablos Hlökk cambió de oponente de forma tan repentina!? - comenzó a preguntarse la valkiria, tratando de no gritar mucho debido al gran eco que se producía - Sobek es muy fuerte y poderoso... y Cleopatra ya estaba designada para él... ¿Qué diablos tiene en la cabeza?

Siguió en aquel pasillo hasta descender unas escaleras y llegar a la zona donde estaba el taller de Brökk y Eitri, y ni siquiera tuvo que acercarse demasiado a la entrada para que el hedor a óxido metálico y la onda de calor le invadiera el rostro y la nariz, con lo cual tuvo que taparse la boca y la nariz.

- ¡Ugh! Aun no me acostumbro a ese terrible hedor... - habló para si misma en voz baja - Y... conociendo a Hlökk, ella ni siquiera hubiera puesto un pie en estas escaleras... así que volveré...

Se dio media vuelta y regreso por las escaleras hasta llegar nuevamente al pasillo de las antecámaras de la humanidad. Suspiró con cansancio, pero su enojo fue motivación suficiente para que volviera por sus pasos y diera una enésima inspección en el lugar.

- Hlökk seguramente está en una de las habitaciones que sobraron... - habló para si misma, pensando en el sitio donde estaría su hermana mayor - O tal vez... Este buscando a Jack... - la idea le cruzó por la cabeza y sonrió levemente - Si... tal vez... ¡No, espera! ¡Estoy enojada con ella! - se sacudió sus ideas de la cabeza y volvió a mirar al frente - Iré a la habitación de Jack para saber si él sabe-

En cuanto había levantado su vista y fijado sus ojos al frente, alcanzó a ver que dando la vuelta en una esquina más adelante, estaba el bordado de un vestido decoroso, elegante y extremadamente familiar para ella, además de que también alcanzó que ver de reojo una coleta de cabello claro.

Sin dudar ni un segundo, apresuró el paso para llegar hasta la esquina, sabiendo a quien le pertenecía el vestido y esa coleta de cabello.

- ¡Hey! ¡Hlökk!

En cuanto gritó, la coleta y el vestido desaparecieron fugazmente, y Geir entonces corrió con mayor enojo notble.

Giró en el pasillo y vio a Hlökk huyendo a toda velocidad, mientras trataba de permanecer en equilibrio debido a los tacones quede traía puestos. Y de inmediato Geir protagonizó la persecución a su hermana mayor Hlökk.

- ¡Hlökk, detente!

- ¡Claro que no!

- ¡Ven aquí, ahora mismo!

- ¡No!

- ¡Soy tu jefa! ¡Obedéceme!

- ¡Alcánzame primero!

Las hermanas corrieron unos segundos que se hacían más y más eternos, hasta que la valkiria menor apresuró el paso y antes de que la mayor se diera cuenta de la poca distancia, Geir dio un salto con todas sus fuerzas y consiguió alcanzar a Hlökk, aunque el resultado final fue más de lo que esperaba: Geir chocó estrepitosamente con la espalda de Hlökk, y ambas cayeron al suelo con un ruido muy sonoro que chocó y se repartió en todo el pasillo.

La valkiria mayor de coletas quiso enojarse por ese golpe repentino, pero el dolor que comenzó a inundarla por el choque de Geir y su golpe con el suelo fueron mayores para que sus emociones fueran reprimidas de inmediato. Movió una de sus manos para tocar su espalda baja, donde se encontraba Geir.

- Ah... - se alcanzó a quejar Hlökk - Mi espalda...

- Ya te tengo, Hlökk - presumió la menor, con un pequeño aire de orgullo por ese logro, mientras que se sentaba sobre la espalda de la valkiria.

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora