Capítulo 8. Fuego abrasador

2.1K 138 76
                                    

- ¡Ahhh! ¡Huitzilopochtli vuelve a emerger, y esta vez con una sonrisa diabólica!

Los Dioses del reino de Aztlan elevaron sus gritos de emoción. De hecho, en vez de perder emoción o mostrar menos ánimos, en todo momento su clamor se levantaba más y más.

- ¡Eso es Huitzilopochtli!

- ¡Puedes matar a ese simple humano!

- ¡No importa que tan Dios se crea, no podrá contra el colibrí del sur!

- ¡Mátalo Huitzilopochtli!

Coatlicue fue invadida por una gran determinacion al ver que Huitzilopochtli se quitaba el arma del pecho y sonreía nuevamente mientras se levantaba. Cerró los puños con decisión y grito con todas sus fuerzas.

- ¡Vamos hijo! ¡Confiamos en ti!

Al ver tanta emoción por parte de los Dioses, Patroclo y sus amigos no se quedaron atrás y exclamaron con grandes voces.

- ¡Chicos! ¡Apoyemos a Aquiles!

- ¡Aquiles! ¡Tú puedes hermano! ¡Vamos!

- ¡Vamos Aquiles! ¡Puedes acabar con ese Dios!

- ¡Tú ganarás, héroe de Grecia! - los troyanos también apoyaron al semidiós con sus ánimos.

- ¡Vence Aquiles! ¡Vence! - Héctor se levantó nuevamente y gritó con mucho furor.

La menor de las valkirias por mucho menos se quedó atrás del clamor.

- ¡Aquiles! ¡Tú puedes salvar a la humanidad y a mis hermanas! ¡Tú puedes!

- ... - Aquiles apretó sus puños candentes al escuchar tantas palabras de aliento, mientras dirigía su mirada eufórica hacia Huitzilopochtli.

El Dios de la guerra, a pesar de tener la mitad del cuerpo quemado y sus manos llenas de sangre, levantó una postura defensiva y dirigió sus ojos sedientos de sangre a Aquiles.

- Permíteme derramar tu sangre "dios"...

Aquiles se correspondió con una sonrisa llena de seguridad.

- ¡Entonces permíteme matarte, dichoso Dios de la guerra!

Ambos corrieron y con toda su potencia se golpearon el rostro. Aquiles con su puño emitiendo calor que se marcó evidentemente en el rostro de Huitzilopochtli, y el Dios con su fuerza abrumadora y bestial que casi consigue noquear a Aquiles.

- ¡Un golpe directo entre ambos! ¡Y la pelea sigue!

- ¡Aquiles, idiota! - Atenea gritaba con emoción y molestia - ¡Córtale la garganta de una vez!

- Tranquila Atenea - habló Hermes - Aún no acaba la pelea.

- ¡Pero podría terminarla de una vez!

Aquiles se logró recuperar del casi knock out que le ocasionó Huitzilopochtli y sin pensarlo más de 2 veces le propinó una patada en el torso del Dios, logrando así alejarlo unos metros de él.

Una vez que Huitzilopochtli estaba separado del semidiós y trataba de recomponer su postura defensiva, Aquiles corrió hacia el y comenzó una ráfaga de golpes incendiarios al Dios de la guerra, consiguiendo con cada movimiento que lanzaba aumentará la temperatura en sus golpes.

El calor subía, y el daño en el cuerpo de Huitzilopochtli era más que proporcional y más que con el cuerpo quemado del Dios. Huitzilopochtli recibió una buena parte de esos golpes, nublando momentamenteamente su mente.

Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora