- Muy mal, Majestad... Un punto en contra de su trono...
El temblor que le generó a Jingu esas palabras fue notable para Sobek, por lo que el cocodrilo relajó su postura y movió sus manos para contemplar sus garras.
- Creí que habría más modales en una gobernante de naciones... que además es diestra en el arte de la espada... - comentó el cocodrilo, mirando sus garras como si acabará de tener una sesión de manicure - Existen ciertos valores... como "no atacar a alguien que no tiene su arma" por la deshonra del guerrero... o eso creo...
Jingū seguía de pie y quieta ante las palabras de Sobek, pero Hrist dentro de ella le impulsó.
« ¡Jingū, no te dejes intimidar! ¡Ataquémoslo de una vez! »
« ¡S-Si! » Jingū movió sus piernas y dio un salto para dirigirse hacia Sobek de frente.
- ¡La peleadora de la humanidad se dirige a toda velocidad contra el peleador de los Dioses, aprovechando que ya no cuenta con su arma!
La mujer se movió a toda velocidad, pero Sobek seguía mirando sus manos con indiferencia ante los movimientos de Jingū. Esta falta de atención le provocó momentáneamente un enojo a la espadachín.
- ... - Pero, sin importar cuantos centímetros de distancia se reducían, el cocodrilo seguía sin darle importancia, y ni siquiera dirigió sus ojos a Jingū.
Y en cuanto la punta de la hoja metálica que cargaba Jingū se posicionó a centímetros del Dios, este habló nuevamente con un tono de voz autoritario.
- Pero, si recuerdo una norma específica...
Con gran velocidad, Sobek movio su pie derecho pada dar un paso atrás acompañado de un cuarto de vuelta que le permitieron a Jingu pasar y entrar en el espacio personal del cocodrilo.
Dentro de ese espacio y momento, Sobek movió su mano derecha y consiguió tomar a Jingu del hombro, deteniendo en seco su avance y haciendo que soltara nuevamente su espada. Con la mano posicionada en el hombro de la mujer, Sobek estiró sus garras y acompañando el agarre que había hecho enterró sus garras en el brazo de Jingū.
Y finalmente, de un solo movimiento y aprovechando su diferencia de alturas, Sobek levantó su brazo y con ello a Jingū, quien instintivamente se sujetó el brazo de Sobek para no caer.
- ¡I-Impresionante! - exclamó Heimdall al captar todo - ¡Sobek sin arma aún puede pelear! ¡Usando sus garras, ha levantado a Jingū con una sola mano!
- ¡! - Atenea se quedó muy impresionada, junto con sus hermanos Ares y Hermes. Pero Zeus, con una sonrisa notable en su mirada, lucía mucho más tranquilo.
Líf y Lífthrasir quedaron boquiabiertas y sin aliento para respirar; parte de ellas sentía una gran emoción por ese movimiento, pero la preocupación por Jingū también salió a relucir. Sasaki se asustó por la forma en que había actuado el Dios, incluso después de haberlo previsto.
- ¡! - Jingū con forcejeo instintivos se movía en su posición, aunque la sorpresa no le dejaba actuar más de aquello.
Por su parte, Sobek miró con arrogancia a la mujer y volvió a hablar.
- Si pierdes tu arma, usa tus manos. Si pierdes tus manos, usa tus dientes. Si pierdes tu cabeza, maldices en el infierno o el cielo. Pero nunca dejas de pelear.
Con un movimiento agresivo y repentino, Sobek lanzó a Jingu al suelo al tiempo que retiraba sus garras del brazo de la mujer. Ella cayó sobre sus pies de espaldas y a un lado de su espada, soltando un leve quejido por el gran dolor por la herida recién formada que tenía en su brazo. Sobek se preparó y expulsando las garras de su mano derecha nuevamente tomó impulso para asestar un golpe directo con su mano.
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Shuumatsu no Valkyrie - Last Ragnarok I
FanficPrimer arco: Han pasado 1000 años desde que ocurrió el Ragnarok. Los Dioses han convocado una nueva reunión, para hablar de aquellos acontecimientos y, en especial, de su humillante derrota. Pero todos los que siguen de pie no quieren afrontar esta...