46

303 48 21
                                    



× Ejemplo ×


Los Comyet almorzaban en silencio, los menores estaban algo incómodos por el invitado, en especial Paper Jam por el gran parecido que el tipo y su padre tenían.



— ¿Mamá vendrá para la cena? — dijo Gradient viendo a su padre.



— No lo sé...



— Bueno, ya se está volviendo normal comer pizza casi todas las noches, así que no te quejes, Gradient.



— No me estoy quejando, Pj.



— Lo ibas a hacer.



— Chicos, basta, tengan un poco de respeto por el invitado.



Hubo silencio otra vez hasta que los menores terminaron de comer y fueron a sus habitaciones.



— ... Entonces... La mujer que salió antes era... ¿Tu esposa? — dijo el menor de ambos sentándose en el sofá.



— Mi novia, aún no nos comprometimos — se sentó al lado de su primogénito — Su embarazo nos tomó de sorpresa a ambos.



— Vaya... ¿Cuánto tiempo llevan juntos? No parece que tienen una relación estable.



— ... Diecisiete años.



— Vaya... Eso explica mucho.



— ... Nunca debí de haberlos dejado ir... No sé que estaba pensando en ese momento.



— ¿Dejarnos ir?



— Dream se fue contigo y me dejó a mi la casa, indirectamente... Porque no hubo ningún trámite legal, solo me descubrió... Y se fue contigo en brazos, de ahí hasta hoy en la mañana no supe nada de ustedes. — cruzó sus brazos y miró al piso.



— ¿Mis medio hermanos saben que soy tu hijo?



— No, nunca les conté de ustedes.



— ... Ya veo...



Hubo silencio hasta que la cerradura de la puerta principal sonó y está se abrió. Error entró a su casa con cara de pocos amigos.



— ¿Error?



— ¡Me olvidé mi maldita billetera! — dijo caminando hacia las escaleras.



— Buenas tard-



— ¡Cállate! — interrumpió a Palette mientras subía, ni siquiera volteó a verlo —  ¡No estoy de humor para los estúpidos amigos de Ink!



— ¿Perdón? — el menor la observó ofendido, no estaba acostumbrado a esa actitud en las mujeres.



— ¡Que te calles! — subió las escaleras.



— Déjala, Palette... No tiene caso.



— ¿Vas a dejar que se vaya? — volteó a ver a su padre completamente indignado.



— Es que si trato de detenerla va a tener el mismo resultado, solo que conmigo lastimado y no quiero eso.



— ¿Enserio vas a dejar que te engañe?



— Lo hizo ya varias veces...



— ¡Es el colmo!



— Palette, admití pasar por todo esto porque me lo merezco.



— ¡Siempre hay una segunda oportunidad! ¡Además que mis hermanos no merecen esa clase de ejemplo a seguir! ¡Ni siquiera es un ejemplo! ¡No- ¡Simplemente no! ¡Si quieres pueden venirse al convento y-



— ¡¿DISCULPA?!



La voz de Error resonó por toda la casa.



Palette se puso de pie y observó desafiante a la esqueleto que estaba al principio de las escaleras.



— Lo que escuchó, señora Error.



Los tacones de los zapatos de la aludida empezaron a sonar, estaba bajando las escaleras en dirección a Palette. Ink se puso de pie detrás de su hijo.



— Ruru, tranquila... Solo fue una br-



¡SLAM!



La mejilla de Palette terminó al rojo vivo.



— ¡No me gusta que hablen así de mi y encima a mis espaldas! ¡Idiotas inútiles!



— ¡¿No te gusta?! — el menor recuperó la compostura — ¡Pues a mí tampoco me gusta que trates así a mi padre después de que haya dejado a su familia atrás para empezar desde cero contigo! ¡Metiéndose en un estúpido hoyo por ir detrás de ti, mujer inútil!



¡SLAM!



Otra cachetada.



— ¡NO ME HABLES ASÍ, IRRESPETUOSO DE MIERDA!



— ¡Vamos, cálmense, Palette, basta!



El joven tomó los bordes de la blusa de Error y la acercó a sí mismo.



— ¡¿No quieres te hablé así?! ¡Entonces acepta tus responsabilidades como mujer y madre!



— ¡Suéltame, hijo de puta!



— ¡A mí madre no la metas en esto!



Golpes empezaron a oírse, la mayoría de parte de la mayor hacia el rostro de Palette, este apenas y daba un golpe a Error, ella sabía pelear.



Ink trataba de separarlos lo mejor que podía, pero el hecho de que Palette esté acorralado en el suelo no era provechoso.



— ¡Gradient, Paper! ¡Ayúdenme a separar a estos dos!



Paper Jam salió de la habitación de su hermano, los mayores ni cuenta se dieron cuando entró ahí.



Ya con Error retenida en los brazos de Ink y con Paper Jam ayudando a recuperar la compostura a Palette, Ink empezó a hablar.



— ¡Ya, ruru, tranquila!



— ¡No me vuelvas a hablar así, idiota irrespetuoso de mierda! — aún seguía mandando insultos al menor.



Palette tenía grietas por gran parte del rostro, y su ropa superior estaba rasgada.



— ¡Suéltame que quiero irme ya! ¡Idiota! — dió un cabezazo hacía atrás, golpeando a Ink en la nariz.



— ¡Ah! ¡¿Pero qué te pasa, mujer?! — soltó a Error para tomar el puente de su nariz, por poco y se fractura.



Palette vió como Error iba hacia él otra vez por lo que puso a Paper Jam en medio, supuso que no le haría nada a su hijo.



Error ajena a todo, tomó el lado izquierdo del cráneo de su hijo mayor y lo empujó para el lado contrario, quitándolo de su camino, ahora ella sostenía los bordes de la camisa de Palette.



— Escúchame bien, no me vuelvas a insultar ni llamar como lo hiciste, no te quiero volver a ver en mi casa, cuando vuelva y si veo que sigues aquí, te juro que no tendré piedad y te mandaré a tu ataúd a cien metros bajo tierra. — soltó al menor dejándolo caer en el sofá, tomó su billetera que estaba en medio de la escalera y se fue.



— Ugh... — Paper Jam se puso de pie mientras sobaba su cráneo — ¿Y yo por qué tenía que salir herido?



— Porque en los Comyet el dolor es familiar.


Pecado [Poth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora