× Guardarropas ×
Palette estaba en su habitación después de dar su Misa nocturna, estaba reorganizando su guardarropa al no tener otra actividad que hacer.
Un sonrojo apareció en sus pómulos, volvió a recordar lo que sucedió hace unas cuantas horas atrás.
No sabía que Goth podía ser así, tan... Rebelde y cautivador. Él en sí se acordaba mejor de un Goth tímido y dulce, que gran cambio dan los años, ¿no?
Ya con la actividad mencionada concluida, Palette salió de su habitación y se dirigió hacia la de su padre.
En el camino se encontró a Nightmare.
— ¡Sobrino!
— ¡Oh! ¿Qué pasó?
— ¿A dónde vas? — se acercó a su contrario a paso lento hasta ya estar a una distancia considerable.
— A ver a mi padre, ¿por qué? ¿Pasó algo?
— No, nada grave, solo que Dream ya está descansando, sería mejor que no lo molestaras.
— Oh, entiendo... Bueno, hasta mañana, tío Nightmare. — el menor dió media vuelta para ir a su habitación, pero la voz de su tío lo detuvo.
— Palette, debo de hablar de algo muy importante contigo.
El susodicho se paró en seco y volteó a ver a su tío con algo de nervios.
— ¿Si? ¿De qué cosa?... Tío...
— Bueno... — mantenía un contacto visual firme con Palette — La madre Teresa me dijo que...
Palette dejó de tensarse y de estar nervioso, por lo que se puso a escuchar con atención lo que su tío le decía, ya que también la madre Teresa no volvió a su oficina en la tarde.
Todo estaba bien.
. . .
Goth, después de darse una ducha, estaba haciendo la cena, una simple y sin mucho trabajo por hacer, cuando tocaron la puerta de su hogar.
Con alegría fue a abrir y se encontró con su futuro esposo.
— ¿Cray?
— ¡Amor! ¡Por fin estás en casa! — se abalanzó a abrazar a su pareja por la cintura. — ¡He estado dando vueltas a la cuadra como por casi una hora! ¡¿Dónde estabas?!
— ¡¿Por una hora?! ¡¿Y tus llaves?! ¡¿Qué no la boda era hasta casi las doce?!
— ¡Perdí mis llaves en la fiesta y solo era fotógrafo de medio tiempo!
— Ay, amor... — empezó a acariciar su cráneo siguiendo su juego — Ya, tranquilo... Ya estoy en casa...
— ¿Dónde estabas? — dejó de abrazar a su pareja y le sostuvo de las mejillas.
— Eh... Con Palette... Estaba algo aburrido... Y... Tampoco terminamos nuestra plática... — miró a otro lado mientras hablaba.
— Oh, bueno, mañana ya después de ir a la Iglesia iremos a duplicar la llave, ¿está bien?
— Si, amor, no te preocupes.
— Bueno, ¡vaya, algo huele bien!
Cray empezó a caminar hacia la cocina seguido de Goth.
— Estaba cocinando cuando tocaste la puerta...
— ¡Mejor! ¡Así te ayudo con lo que falta! — se puso un mandil que estaba colgado en la entrada de la cocina.
— Si... Bueno, estaba haciendo solo una ensalada de frutas...
— ¡Si! ¿Con yogurt y trigo? — volteó a ver a su pareja animado.
— Bueno, solo hay leche, pero si hay trigo.
— Oh, si deseas puedo ir a comprar yogurt.
— No, no es necesario, además, la leche ya estaba queriendo malograrse.
— Oh, bueno, ¡entonces sigamos!
Y así ambos siguieron cortando las frutas y cenaron.
Después Goth lavó los platos y fue a la habitación, estaba algo cansado.
Al llegar abrió su guardarropa para sacar su pijama, pero se encontró también con la otra pijama que compró hace unos días.
La sacó con cuidado y la apegó a su pecho recordando lo que sucedió ese día y lo de la tarde, simplemente magnífico.
Ya ansiaba poder estar con Palette sin más estorbos.