× Obstáculos ×
—¡Agh! ¡Maldición! ¡Se me olvidó cargar la cámara antes de venir!
Los dos integrantes de la Iglesia y Goth voltearon a ver al otro tipo que estaba ahí, golpeando con su palma una cámara fotográfica pequeña, vestía de una polera blanca, una camiseta abierta de color morado oscuro, unos pantalones blancos, una bufanda negra, gorra bicolor y zapatos negros.
—Bueno, que más da. — dejó de palmear la cámara y observó a Goth a y Palette. —¡A ver si mañana se vuelven a abrazar para capturar el momento! — dijo con una gran sonrisa mientras se acercaba a los susodichos.
Palette lo miraba con extrañeza y temor, estaba empezando a poner sus pies en el suelo.
—¡Mucho gusto, Palette Joku! — el de gorra le extendió la mano en modo de saludo. —Soy Cray , futuro esposo de Goth, y como los mejores amigos de Gothy también son los míos, ¡véngase pa'ca!
Un abrazo increíblemente incómodo para el joven cura pasó, este solo pudo corresponder por educación y sonreír sin ganas mientras sentía las palmaditas en su espalda que el otro individuo le daba.
—Eh... ¿C-cómo sabes mi nombre c-completo?
Por fin se separó de él.
—Oh, eso es sencillo de explicar, lo que pasó es que este pequeño de aquí... —abrazo a Goth por el hombro con su brazo derecho. —Me habló mucho de ti, creo que hasta sé cómo se llama tu padre. Eh... Dr... Dross... Dreay...
—Es... Dream.
—¡Ah, Dream Joku! ¡Estaba muy cerca!
—Jeje, ¿me parece o estás más tímido que antes, Pal-Pal?
—Un poco, G-Goth... Es que esto de la Iglesia y la etiqueta y todo...
—¡Oh! ¡Osea, ¿estás en tu papel de cura?!
—N-no... Es solo que-
—¡Ya muchas preguntas al pobre!
Está vez fue Frisk quien tomó la palabra.
—¿Y tú? ¿Quién eres, pequeña? —preguntó Goth con cierta curiosidad.
—¡Hmp! —aclaró su voz. — Soy Frisk Dreemur, discípula, ayudante y mejor amiga de Palette, y no soy pequeña, tengo 16 años.
—Bueno, eres, mmm... 18 años menor que Palette y yo, y 19 años menor que Cray, si no me equivoco, no soy muy bueno para las matemáticas.
—Yo menos, eso que voy a la escuela, así que no te sientas tan mal.
—¡Me cae bien! —mencionó Cray — Por cierto, al ser amigo de Gothy, ¿podrías darnos una pequeña rebaja? No seas malito.
¡La boda!
Palette empezó a analizar mejor la situación, eran una pareja homosexual, lo cual no bien recibido por su religión, ¡de la que se salvaron!
—¡DIOS MIO!
Todos voltearon a ver a Palette.
—¿Qué pas-
—¡Ni quiero imaginar lo que les hubiera pasado si hubieran ido a otra Iglesia!
Ante ese comentario, Frisk también se exaltó.
—¡Es verdad!
La pareja les miró confundidos.
—¿No nos hubieran hecho rebajas? —pregunto fingiendo preocupación Cray.
—¡No, es algo mucho más grave! ¡Ustedes también son muy imprudentes al estar viniendo a una Iglesia siendo homosexuales!
—¿Eso que tiene de malo?
—¡Goth! ¡Tiene mucho de malo! Los hubieran incluso apedreado por ir así como así a una Iglesia.
—Pero si ya es algo normal.
—¡Crayola! —esta vez refutó Frisk. —¡No todo gira en torno a ustedes! ¡No porque ustedes ya lo vean como algo normal significa que TODOS, en especial la Iglesia, lo ven como algo normalizado!
—Oh... ¡Qué suerte la nuestra! —Cray alzó las manos en modo de victoria.
—Agh... Además, ¿por qué vinieron a esta Iglesia exactamente? Es la principal y si yo no estaría de cura, hubieran corrido un gran peligro.
—Bueno... —Goth acercó su mano a su mentón. —Supuse que estarías aquí al menos en la posición de Frisk, ya que pues, tu padre es muy devoto y eso.
—Ah.... Vaya...
—... ¡Gasp! ¡Verdad! —Goth se exaltó ganando las vistas de todos mientras señalaba a Palette demostrando enojo, pero obvio, en forma de juego. —¡Así también podría reclamarte!
—¿Reclamarme?
—¡Todos estos años he estado enviando cartas a esta Iglesia!
—¿P-por qué a esta Iglesia?
—Porque nunca me dijiste la dirección de tu casa y cuando te conocí hasta que me fuí nunca tuviste teléfono, o al menos no me diste tu número.
Cartas...
Era obvio que de seguro las botaban cuando el era un discípulo, porque el sistema de recibimiento de estás no era el mejor del mundo.
Pero desde que es el cura...
Desde que es el cura...
Puso a su padre en ese puesto, ya que su condición solo le permitía ello...
Oh, Dios...