× Sandwich ×
Muy contrario al día anterior, Palette se despertó con el ánimo por los suelos y con una expresión de pocos amigos. No había descubierto nada de las cartas y dentro de unas cuantas horas debía de ir a una cafetería cercana para hablar sobre la boda de la persona que amaba con otro tipo que Dios sabe en qué situaciones le habrá conocido.
Se vistió con sus ropas para dar la Misa, después de esta, volvió a su habitación y abrió uno de los cajones de su guarda ropa. En este habían ropas casuales, puso en su cama una camisa blanca y unos pantalones verde limón opaco junto con unas medias blancas. Empezó a cambiarse, se puso al final sus zapatos marrones, una bufanda café claro y una gorra blanca con detalles negros que siempre usaba con su sotana o este estilo de ropa casual.
Estaba ya por salir del convento cuando escuchó la voz de Frisk atrás suyo, volteó a verla, y al hacerlo, un escalofrío corrió por su espalda.
Estaba vestida con una polera blanca con los bordes y las mangas negras, estas últimas eran medianas, venía también vestida con un pantalón azul holgado y unas zapatillas blancas, estaba con su corto cabello recogido en un media coleta.
Todo eso, solo podía significar una cosa.
—¿Acaso pensabas ir sin mi?
—Ah...
—Sabes muy bien que yo te ayudaré en las situaciones incómodas y estoy 100% segura de que no van a faltar.
Palette estaba algo incómodo, eso era verdad, pero se sentía como si fuera el adolescente obligado a llevar a su hermanita a su cita.
Espera...
¿Cita?
Palette sacudió su cabeza tratando de alejar ese pensamiento, era una pequeña reunión de tres, no de dos, pero estaría bien que fueran de cuatro.
—Esta bien... Vamos que nos hacemos tarde.
—¡Como ordene, capitán!
. . .
Ambos ya estaban en la entrada de la cafetería, hace tiempo que no iban a ese lugar.
Mientras avanzaban, observaban las mesas con sobrillas crema claro que estaban afuera del establecimiento en sí, tratando de encontrar a la pareja.
Frisk lo hizo primero, por lo que tomo la manga de la camisa de su superior y caminó hacia la mesa que estaba en una esquina.
—¡Oh! ¡Paly!
Palette, que entre la acción de Frisk le miraba extrañado, alzó su vista y notó que su amiga le estaba dirigiendo a la mesa en la que estaban la pareja.
Está vez, Goth se veía más deslumbrante, vestía de una polera con capucha crema de manga corta, unos pantalones vaqueros medianos y unas zapatillas negras con blanco, al rededor de su cuello yacía una bufanda roja que le quedaba espectacular, todo ese conjunto hacia que su figura se marcara mucho.
—¡Hola, Palette, Frisky!
—Jeje, hola, crayola.
—¡Siéntense!
Cray señaló las sillas de madera café oscuro que estaban del otro lado de la mesa, los dos restantes de sentaron y pidieron, ambos, un sándwich de mortadela con queso y un café no tan cargado.
—Vaya, ¿no desayunaron? — preguntó el de pupila de corazón invertido.
—Ah, no...
—¡Oh, jeje! — está vez tomó la palabra Goth — Nos hubieran dicho para reunirnos más temprano, nosotros si tomamos desayuno.
—No te preocupes , Goth, de todas formas debía de dar una Misa.
—Mmm... Bueno, está bien.
El pedido de la joven y el cura llegó y estos empezaron a comer, enserio tenían hambre.
—Primero que nada, queríamos hablar del costo de la boda, ya sabes.
—Mmm... — Palette masticó un poco más su bocado y lo tragó — Eso sería... 15... 1500 dólares, incluyendo las decoraciones.
—Oh... — Cray se notaba algo preocupado, algo que notó Palette.
— P-pero, como son ustedes, se los puedo rebajar a 1400.
— ¡Vaya! Ahora sí nos entendemos, Pal-Pal.
— ¡Esperen! — Frisk llamó la atención de todos en la mesa para luego hablar en voz baja pero para que estos escuchen. — ¿Cómo haremos pasar a Goth por mujer?
— ¡Vamos, Friskywinky, ¿no ves la figura de sirena que tiene?
Ante ese comentario, las mejillas de Goth ardieron y se pintaron de un intenso color guinda, algo que intentó cubrir con sus manos.
— C-Cray...
— Jeje, yo solo digo verdades, además, con un poco de maquillaje basta, le pintamos pestañas esqueleticas y ya. — Cray volteó su vista a los sandwiches de sus contrarios, por lo que se le abrió el apetito. — Mmm... Creo que me pediré uno de esos sandwiches, ¿vas a querer uno también, Gothy?
— S-si, por favor.
—Esta bien. — Cray buscó con la mirada a algún mesero cerca, pero no había ninguno. — Vaya, iré a la vitrina mejor. — se paró de su silla y se dirigió al interior del local.
— Mmm~ Voy a pedir otro también. — mencionó la joven Frisk. — ¡Cray, espera! — está se paró y corrió adentrándose al local igualmente.
Ahora Goth y Palette estaban solo en la mesa.
Su alma empezaba a acelerarse por algo tan tonto.
La palabra "cita" volvió a su mente y al parecer iba a quedarse por un buen rato.