× Visita ×
Goth estaba en su casa, esperando.
Primero esperó en el sofá, después descansó unas horas, hizo el almuerzo, almorzó con Cray, siguió esperando, hasta que el reloj marcó las cuatro de la tarde.
Tenía que ver a Palette, debía de aclarar varias cosas, y no iba a esperar ni un día más.
Se vistió con un suéter blanco, un pantalón verde oscuro holgado y unas balerinas blancas.
Estaba dispuesto a tener esa conversación con Palette.
. . .
Después de desayunar fue a ver a su padre, estaba mejorando, poco a poco pero lo estaba haciendo. Después fue a su oficina, necesitaba despejar su mente de todo.
Llegó y lo primero que hizo fue leer la Biblia que siempre estaba encima de su escritorio.
Leyó una, dos, tres, diez páginas de San Lucas, no alcanzó a más, ya que Frisk entró.
- Frisk, ya te dije que tocaras...
- Oh, vamos, pero es tu oficina, dudo que te vistas en tu oficina.
- Pero de todas formas, para que se te dé la costumbre.
- Bueno, bueno, cambiando de tema - la joven se puso al frente del escritorio - Voy a salir. - tenía una cámara.
- ¿A dónde? ¿Y esa cámara?
- A una boda que era en la mañana, me la dió Cray, es para que practique fotografía.
- Vaya, pero sabes que esa boda ya debió de haber terminado hace horas, ya son las cuatro.
- Si sé, solo que se me olvidó, ya encontraré la fiesta.
- ¿Encontrar? La vas a buscar, ¿en serio? - estaba a punto de reírse.
- Ay, si, por cierto, ¿qué no que Cray y Goth iban a venir? O bueno, al menos solo Goth.
- Ah... Supongo que si Cray está trabajando, no, posiblemente vengan mañana...
- Bueno, suerte, amigo, nos vemos.
- Mas bien tú necesitarás mucha suerte, te doy la mía, jeje.
- Ja-ja, adiós.
Frisk salió de la oficina dejando a Palette en silencio y en paz.
Dejó la Biblia a un lado del encima de su escritorio y de uno de los dos cajones de este sacó una agenda y un lápiz.
Abrió la agenda y con el lápiz empezó a organizar su tiempo libre para los próximos días, le encantaba tener todo organizado y ser puntual.
Estaba tan concentrado en su agenda que al escuchar que alguien tocó la puerta dió un pequeño salto en su sitio.
- ¡¿Q-quién es?!
- Soy yo, Nightmare.
- Ah, tío, pasa...
El mayor entró y se acercó al escritorio viendo con detenimiento lo que estaba haciendo Palette.
