46. Malia Tate/Hale.

10.4K 509 108
                                    

—Oye, Malia —volteé hacia atrás viéndola con una sonrisa—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Oye, Malia —volteé hacia atrás viéndola con una sonrisa—. ¿Podrías prestarme una pluma? La olvide en casa.

Asintió y torpemente busco en su mochila.

Cuando la encontró me la dio.

—Gracias. Por cierto —me incline hacia su pupitre—, te ves muy hermosa.

Sus mejillas se pusieron rojas e hizo la cabeza hacia un costado, tratando de que no la viera.

Qué bonita.

—Gracias —carraspeó.

Sonreí y le di la espalda.

Quiero que sea mía.

Escuche la risa de Lydia a mi lado. Volteé a verla y ella estaba negando con la cabeza al mismo tiempo que tenía una mirada divertida.

Me encogí de hombros.

Que se puede hacer cuando tienes a una hermosa chica detrás de tuyo.

[...]

—Algún día la vas a matar.

—Quiero matarla de otra forma —fije mi vista en ella—. Si sabes a lo que me refiero.

—Pues deberías apresurarte —dijo con voz cantarina—. Escuche que unos chicos quieren invitarla a salir y después irse a un hotel, ya sabes.

Enojada tomé mi botella de agua y bebí un poco.

—Lo haría —dije después de unos segundos en silencio—, pero tengo miedo de que yo no le guste.

Lydia me miro confundida.

—Me refiero a que le gusten las chicas.

—Nena —su mirada mostraba tranquilidad— Eres la puta ama, no tuviste miedo cuando dijiste que también te gustaban las chicas. No deberías tener miedo de esto, si se va a dar se va a dar, y si no entonces no vale la pena que estés así.

—Es que ella lo vale —susurré.

—Pues entonces lucha por ello.

Hice un puchero.

[...]

Estábamos en una gran fiesta echa claramente por Lydia, todos fueron invitados, pero ninguno de ellos me importaba.

Necesito encontrar a Malia.

Pasé entre todas las personas que se encontraban bailando, hasta que al fin la pude ubicar.

Estaba bailando efusivamente.

Al parecer le gusta bailar.

Me acerque a ella poniéndome adelante.

—Malia —grité—. ¿Puedo bailar contigo?

Recibí una respuesta afirmativa de ella, por lo que me acerque haciendo que quedáramos pegadas. Me di vuelta y agarre una de sus manos para ponerla en mi abdomen.

Empezamos a bailar, la música había cambiado a una más sensual y las luces rojas que habían puesto no ayudaban para nada.

Como que hace calor.

Di vuelta quedando frente a ella mirándola intensamente, Malia en ningún momento aparto la mirada, haciendo del momento más intenso.

Nos fuimos acercando sin dejar de balancearnos, pase mis manos por su cuello, esto era ventaja porque ella es más alta que yo. Ella en cambio las paso por mi cintura.

No pude aguantar más y la besé a un ritmo lento pero sensual. Sentí como se tensó, pero después se relajó correspondiendo mi beso. El beso fue aumentando, bajo sus manos acariciándome hasta dejar una en mi trasero y apretarlo.

Inevitablemente gemí, eso le dio oportunidad para poder meter la lengua.

Estoy que prendo.

Es el mejor beso que me han dado.

Baje mi mano a su busto, pero no me dio tiempo de hacer nada cuando ella se separó con una mirada confundida.

Saco sus manos de mí y dio vuelta para irse rápidamente al baño.

La seguí y justo cuando iba a entrar al baño me cerró la puerta.

—Malia —pegué en la puerta—. Abre por favor.

Mis ojos se cristalizaron de impotencia.

No quería que me rechazara.

Recargué mi cabeza en la puerta.

—Siento si me pase —intente que mi voz no saliera llorosa—, no lo volveré a hacer.

Oí como quito el seguro abriendo la puerta, ingrese mirándola temerosa.

No sabía que esperar.

Sus labios seguían hinchados por el beso.

—Estoy confundida —dijo con la mirada perdida—. Creí que solo me iban los chicos, así que...

—Entiendo —asentí cabizbaja. Me di vuelta para poder salir del baño e irme a casa.

Sentí un jalón en mi mano, para después sentirla atrás de mí.

—Pero quiero intentarlo —susurro en mi oído—, contigo.

Una gran sonrisa se dibujó en mí, me de vuelta y salte sobre ella. Malia consiguió agarrarme rápido de los muslos mientras que yo la besaba con intensamente.

Me deja sentada en el lavamanos, sus manos recorrían mis muslos desnudos y acariciaba mi espalda.

Me separe de ella riendo.

—Me siento muy feliz —junte mi frente a la suya.

Sonrió y se acercó a mí para otro beso.

Lo daré todo por ella.

Lo daré todo por ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Teen Wolf | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora