Teen Wolf | One Shots

13. Stiles Stilinski.

Choqué con alguien al doblar el pasillo de la escuela, caí de sentón con mis cosas a un lado.

Genial.

Aplaste las nalgas que no tengo.

—Perdón —se levantó y se acercó a mí, ayudándome a recoger mis cosas— soy muy distraída.

Apenas me daba cuenta de que había chocado con una chica. Hermosa, por cierto.

—No te preocupes, también soy distraído —sus ojos y los míos chocaron. Su cara se empezó a poner roja, de una manera muy tierna.

—Eres tú —susurró para sí misma. Su boca se abrió ligeramente.

—Ammmm —¿Qué se supone que haga en una situación así?

Iba a decir algo más, pero me vi interrumpiendo por Scott llamándome.

—Nos vemos —me levanté y le ofrecí mi mano, la cual aceptó.

Me fui de ahí a paso apresurado.

Uff.

Qué momento más incómodo.

—Tenemos que ir a hablar con Deaton.

—Scott, ¿Estás seguro de que nos podrá ayudar con esto? —cada vez teníamos más problemas.

—Seguro. Ya lo ha hecho antes.

[...]

Llegamos a la veterinaria e ingresamos, Deaton se encontraba de espaldas, sin embargo, eso no es lo que llamo mi atención, si no la chica que se encontraba a lado suyo.

—Llegamos, Deaton —dijo Scott acercándose a él.

—Chicos —saludó.

—¿Cómo nos vas a ayudar? —hablé, directo al grano.

Carraspeó su garganta.

—Les presento a ___ —la chica, la cual seguía de espaldas se volteó nerviosa y apretando sus manos a sus costados.

—Hola —movió ligeramente la mano.

Me quedé impresionado. Era la misma chica contra la que choque.

—¿Ella nos ayudará? —la señalé.

—Por supuesto —asintió—, es una Loba Blanca de nacimiento, casi como Derek.

—Encantado de conocerte —mi amigo Scott hablo mientras le ofrecía su mano—, soy Scott McCall.

—Igualmente.

—Soy Stiles Stilinski —se ruborizó.

Empezamos a platicar y a idear un plan para poder derrotar a la bestia. Las horas pasaban y llegó el momento de irnos, ya era muy tarde.

—Adiós chicos —se despidió con la mano.

—Si quieres puedo llevarte —las palabras salieron de mi sin darme cuenta—, ya es muy tarde —aclare.

Se lo pensó unos segundos.

—Está bien. – salió en dirección al Jeep.

Scott me dio una palmada en la espalda y me mostró una sonrisa orgullosa.

Me fui antes de que dijera algo.

Nos subimos y en el camino ella solo veía la ventana.

—¿Por qué no me cuantas algo de ti? —esperaba terminar con el silencio.

—¿Cómo qué?

—Como de que eres mujer loba.

—Bueno, me puedo transformar como un lobo normal y más en luna llena —¿No se sabe controlar? —. Si se me controlar, pero es algo natural —al parecer lee mentes—. Tenemos una pareja destinada para nosotros, es un mate, es como el amor de nuestra vida.

—¿Tu ya lo encontraste?

—Si —espero que mi cara de desilusión no se vea.

—¿Quién es? —susurré.

Se removió nerviosa y mordía su labio inferior.

—Es que no sé cómo te lo tomaras.

Abrí mis ojos como platos.

—¡¿Es Scott?! —grité sorprendido— Pero él tiene novia.

—No es Scott.

—Qué bueno, porque él tiene novia, y sería muy feo que le rompiera el corazón —empecé a divagar y balbucear—. Ya sabes, nadie se merece que le rompan el corazón, eso es de malos, aunque hay unos que son como unos ogros —ella iba a hablar, pero no la deje—, como Derek, tiene cara de que se le atoró un pedo, como que necesita ayu...

—¡Eres tú! —grito sobresaltándome.

Me quedé tieso, ni me di cuenta de que ya habíamos llegado a su casa.

Pasaron unos minutos y yo seguía sin decir nada.

—¿No vas a decir nada? —habló nerviosa.

Al ver que no iba a decir nada se bajó del Jeep y susurró un gracias para meterse rápidamente a su casa.

Shit.