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—Amor, qué tal si subimos a la rueda de la fortuna —entrelacé mi mano con la de él.
Theo estaba a punto de hablar, pero fue interrumpido por John, un amigo mío.
—Mejor vamos a los carritos chocones —Theo rodo los ojos y por su expresión pude ver que se veía muy enojado.
—Bueno —dije no muy convencida.
Jalé la mano de Theo en dirección a los carritos chocones.
Esperamos poco tiempo en la fila y mientras pasaban platicaba con John.
—¿Estas bien, amor? —le pregunté mientras acariciaba su mano con mi pulgar.
—Ya es nuestro turno —John volvió a interrumpir.
Pasamos y cada uno se sentó en uno solo. Todos andábamos divirtiéndonos, bueno, no todos. Theo chocaba mucho el carrito de John con una fuerza sorprendente, desquitándose.
Esto ya se estaba haciendo incomodo, John se nos había colado en cuanto me vio, diciendo que no quería estar solo. Y yo por no querer parecer mala le dije que sí, ahora me estoy dando cuenta de que debí decir que no.
Buscamos más juegos para subirnos, sin embargo, Theo en la mayoría decía que no. Ahora ya había mucha gente, pues ya era tarde.
—Sabes, te verías muy adorable con mi chamarra en tu cuerpo —se acercó demasiado a mí.
—Ammm... John... —no sabía que decirle, así que me pegue más a Theo.
—Hay que ir al juego de parejas ___ —volvió a hablar—, y que tu amigo nos espere aquí, al fin que no se quiere subir a ningún juego.
—Soy su novio —se acercó intimidantemente a John.
—¿En serio? No parece.
Theo estaba a punto de golpearlo, pero me interpuse.
—Theo, no lo hagas. Mejor podem... —me interrumpió.
—¿Sabes qué? Me largo —Theo deshizo el agarre de nuestras manos.
—Espera —tomé su brazo—, no te vayas aún —rogué.
—Ese imbécil me está hartando, ___ —lo señaló—, se supone que hoy era nuestro aniversario, pero él lo hecho a perder.
—Le diré que ya no puede estar con nosotros, pero no te vayas.
—Que te lleve él —lo miro fulminándolo—, me canse.
—Theo —murmure viendo cómo se iba.
—Qué bueno que se fue, ahora si podemos divertirnos —paso un brazo por mis hombros, rápidamente me deshice de su agarre en un movimiento brusco y lo miré mal.
—¿Por qué lo provocaste? —lo empujé.
—Te hice un favor ___ —me agarro de los brazos—, ese tipo es un idiota, no se quiso subir a ningún juego contigo.
—Es porque estas tú, nada más estabas jodiendo.
—Pues vete a la mierda, zorra —me empujo tirándome al piso.
Me queje cuando mi cuerpo chocó contra el suelo.
—¡Hijo de puta! —se escuchó el sonido de un golpe— ¡No vuelvas a meterte con ella! ¡Porque te mato!
Alcé la vista sorprendida viendo como Theo alzaba a John por el cuello de la camisa.
—Theo —lo llame mientras me paraba—, vámonos.
—No hasta que pagué— le pego un puñetazo en el estómago sacándole un poco de sangre a John.
—Theo —lo jalé del brazo–. Por favor, vámonos ya —susurré.
Theo lo soltó y el John como pudo escapo.
—Vamos —tomo mi mano y caminamos durante unos minutos, en lo que se calmaba la tensión del ambiente que nos rodeaba— ¿Aún quieres subirte a la rueda? —preguntó más calmado.
Yo asentí.
Hicimos fila para después ya poder subir. Desde aquí todo se ve hermoso.
—Perdón —hable, una lagrima se deslizo por mi mejilla, voltee rápido la cara para que no me viera—, fue mi culpa que esto pasara, yo no quería dejarlo solo.
—___... —me nombro.
—Por un momento pensé que si me dejarías con él, que todo se había acabado entre nosotros.
—Hey —tomo mi barbilla para que lo viera—, no es tu culpa, eres muy buena con las personas y eso es lo que me gusta de ti, eres todo lo que yo no —limpio mis lágrimas—. Y jamás te dejaría, solo lo haría si tú me lo pides, volví porque no iba a dejar a lo más importante de mi vida con un loco como él.
—Te amo —susurré en cerca de sus labios para después besarlos.
Después de unos cuantos besos, Theo se separó y busco en sus bolsillos.
—He estado pensando esto, pero no me cabe duda de que quiero estar contigo durante mucho tiempo y que te amo demasiado, así que ¿te quieres casar conmigo, cariño? —de su bolsillo saco una caja de joyería, abriéndola, mostrando un anillo precioso.
—Joder —tape mi boca sorprendida—, si quiero.
Me abalance sobre él abrazándolo y besando todo su rostro. Me puso el anillo y prosiguió a besarme.
—¡Me voy a casar! —grité, después escuché aplausos abajo.
No puede ser.
Reí nerviosa mientras mis mejillas se calentaban, no pensé que fueran a escuchar o si lo escuchaban que me hicieran caso.
—Te pasas... —Theo rió a carcajadas.
Me voy a casar.
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Hola.
Leí algunos comentarios en donde parecía que les agradara que "John" le haya hecho daño a la chica, o al menos "justificándolo" por que ella acepto que él fuera con la pareja y que se abstuviera a las consecuencias. Me parece algo fuera de lugar, independientemente de que esto sea falso, no hay justificación para que alguien te lastime, por muy tonta que haya sido la acción de la chica.
Te pido que dejes esos comentarios de lado y te pongas a analizar que lo que "John" hizo, esta mal.
